VICTORIA

CAPITULO 17

Cuando Victoria se percató de la presencia no solo de los suegros de Alondra sino también de Jean Carlo y su madre los nervios se pusieron a flor de piel en ambos; en ella porque recordó que la última ocasión en que habían conversado las cosas no terminaron del todo bien y él se sentía sumamente incómodo y celoso de la presencia del que creía era el esposo de Victoria sin saber que se encontraba completamente equivocado.

Para ir tratando de disipar el ambiente tan tenso que se sentía Alondra como buena anfitriona hizo las presentaciones del Coronel a todos los presentes diciendo.

Permítanme que les presente a el Coronel Domínguez, Coronel el es mi esposo Ernesto- dijo señalando a este con un ligero ademan.

-Gusto en Conocerle

-El gusto es mío Coronel- Respondió Ernesto

Continuo Alondra diciendo y ellos son mis suegros Don Miguel y Doña Margarita –dijo dirigiendo la mirada hacia ellos

-Un placer conocerles.- dijo el Coronel

-El placer esto nuestro Coronel respondió don Miguel.

El Coronel le estrechó la mano y luego se dirigió a doña Margarita - Encantado de conocerle quedo a sus órdenes señora.

-Gracias Coronel- Respondió ella

El Coronel dirigió su murada a Jean Carlo y dijo:

-Que gusto encontrarlo de nuevo Jean Carlo. Y Presumo que tan distinguida señora es su madre.

-Así es- Respondió Jean Carlo –También me da gusto verlo de nuevo Coronel- Aunque sus palabras no sonaron muy sinceras, de hecho fueron mero formalismo y nada más.

Victoria que observaba todo con mucho cuidado no comprendía la actitud de Jean Carlo hacia el Coronel, que podría molestarle de su presencia en casa de su primo.

Por último ella se dirigió a cada uno de ellos  para saludarlos y también percibió por parte de Jean Carlo un saludo casi hostil de su parte. Aun no comprendía que era lo que a él tanto le había molestado.Lo mismo le ocurrió cuando se acercó a saludar a doña Helena la sintió fría y distante en su saludo.

Lo que a Jean Carlo y  doña Helena le sorprendió es que cuando Alondra presentó al Coronel no haya mencionado que era el esposo de su hermana; quizá pensaron que debido a los nervios de esta por las visitas se le había olvidado hacerlo. Jean Carlo también se cuestionó ¿por qué Victoria no haría la aclaración de esa omisión?

Después de una muy breve conversación pasaron al comedor pues fue anunciado que la cena estaba lista y todos se dirigieron a este.

Don Miguel le dio el brazo a su esposa; imitándolo Jean Carlo por su puesto se lo ofreció a su madre, el Coronel a Victoria y Ernesto y Alondra entraron juntos imitando a los demás.

Cando se encontraban ya en el comedor y dio inicio la cena, Jean Carlo quedó frente a Victoria y el Coronel que se encontraba a lado izquierdo de ella; este se notaba muy complacido; mientras que Jean Carlo no lo estaba pasando del todo bien, pues pensaba que el Coronel estaba usurpando el lugar que le debería haber correspondido a él. Se preguntaba una y otra vez ¿Por qué Victoria habría decidido no casarse con él, si todo iba tan bien?, ¿Por qué prefirió al Coronel sería que acaso ya lo conocía y nadie estaba enterado de eso?

La cena que había prometido ser una reunión familiar muy agradable se estaba convirtiendo en un tormento para Jean Carlo,  para Ernesto y Alondra en algo incómodo pues notaban que Jean Carlo no se encontraba a gusto en la reunión.