𝙿𝙴𝙳𝙸𝙳𝙾𝚂 𝙲𝙴𝚁𝚁𝙰𝙳𝙾𝚂
Nueva tanda: 1 de Agosto
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El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder co...
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Sucede un par de semanas después de su sexto cumpleaños, Ash de antemano sabía que ese momento llegaría pero jamás lo creyó tan palpable hasta que descubre a su madre arrojando ropa a una bolsa de lona como si su vida dependiera de ello.
Ella estira las manos para alcanzarlo pero él está tan confundido que no se mueve, en su lugar espera hasta que la rubia tome su rostro y le de un beso en la frente para parpadear.
—Estaremos bien —asegura con una sonrisa en su rostro.
Ash por un momento le cree, olvida que la rubia tiene ideas liberales, que poco le importa consumir sustancias extrañas frente a él, que a veces no surte la alacena o que se queda en silencio cuando Jim lo golpea.
Eso no importa en ese momento porque ella es su mamá y él la quiere a pesar de todo. En la escuela siempre habla de su madre como si fuera una superheroína, la dibuja con capa y antifaz rojo, los demás niños alaban su dibujo sin saber que aquello que retrata es el traje que esta suele usar para sus shows nocturnos.
Lo repite, no importa, porque él necesita de su mamá y haría lo que fuera para mantener esa sonrisa en su rostro.
Ella le explica que encontró a su alma gemela, o eso ella cree, en ese momento no hay forma de saberlo ya que la vida es tan ruin y la única pista que los humanos tienen para identificar a su otra mitad consta de una frase tatuada que aparece tras el último encuentro.
La última frase que te dirá en tu vida.
Ella dice que lo siente en su corazón, es el indicado y los sacara del basurero de donde viven.
Ash no la cuestiona, poco le importa su padre, lo aborrece, así que obedientemente guarda sus cosas en el espacio que su madre le asignó. Solo se detiene para preguntar por Griffin aunque sabe que su mamá no lo quiere. La rubia ignora su pregunta y continúa guardando su documentación, dice que la necesitarán.
Ash es quien se percata de las letras que van apareciendo poco a poco en la muñeca de su madre, solo atina a sujetarla del brazo para que detenga sus movimientos y preste atención.
"Nos vemos en la estación del tren".
La rubia solo permite que un par de lágrimas se deslicen por sus mejillas, deja la carpeta de lado y sale del departamento sin decir palabra alguna.
Ash tiempo después se entera que se tiró a la vías del tren, al parecer su alma gemela falleció aquella tarde en un accidente automovilístico mientras se dirigía a su encuentro.
