𝙿𝙴𝙳𝙸𝙳𝙾𝚂 𝙲𝙴𝚁𝚁𝙰𝙳𝙾𝚂
Nueva tanda: 1 de Agosto
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El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder co...
❖Nota de autor: Admito que incluso cuando me senté a escribir este pedido no sabía de qué iría a pesar de que mi sueño norteño siempre ha sido escribir de un Ash recibiendo el love de Ei-chan en la cama 😂
Al final no quedó tan fluff como hubiera querido pero creo que es porque me cuesta ver a nuestro lince con una actitud pasiva de estereotipo (cofcof Salmon te juzgo en silencio cofcof).
En fin, me divertí mucho con este relato. Si alguien me pide más de Eiji dominante no me quejaré✨
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—Mierda.
Es lo primero que dice cuando le entregan el sobre blanco que él se encarga de abrir en cuestión de segundos. Ni siquiera se detiene a constatar sus datos ni a verificar que este estuviera completamente sellado. Solo es cuando el positivo aparece en su campo de visión que se maldice por no haber hecho todo lo anterior en una primera instancia.
¿Qué tal y si alguien truqueó su examen clínico?
También existía la posibilidad de que las muestras se mezclaran y dieran por suya una ajena.
—Mierda —repite cuando, inconscientemente se lleva la mano al vientre y genuinamente siente algo ahí. Podría ser su imaginación o podría llevar al hijo de Eiji en su interior—. Mierda —finaliza cuando se percata de sus ansias de que sea lo segundo.
El sonido de una campana resuena a sus espaldas cuando sale de la clínica en compañía de la voz de una enfermera que no sabe si despedirse con un Felicidades o simplemente con un Gracias por usar nuestro servicio.
La reacción del rubio es tan caótica y desconcertante que ni él mismo sabe con exactitud si quiere tener al niño o guardar silencio y programar una cita para deshacerse de él.
Mientras camina por el centro de la ciudad y observa con el ceño fruncido a las familias con niños que se cruzan en su camino (gesto que casi provoca que uno de los padres le de una paliza) piensa en cómo sería su vida junto a Eiji. No, mejor aún, piensa si el moreno sería capaz de aceptar la noticia.
Eiji es hijo de la familia Okumura, inmigrantes japoneses que se asentaron en Nueva York en 1815 y que desde ese año se encargaron de escalar socialmente a como diera lugar. La mayoría de las generaciones denotaron su gusto por la política o generando ingresos por medio de la empresa familiar.
En ello Ash no quiere profundizar, afortunadamente no está ligado con su amado moreno, pero aún así este sigue siendo un pilar importante para los Okumura.
