Barcelona visto a lo lejos desde los cristales de su coche ya le había sorprendido. Sobre todo le había captado la atención la lejana visión del mar Mediterráneo.
Hugo se adentró en la ciudad y en una de las tantas paradas de las caravanas de la ciudad condal aprovechó para poner en el GPS del coche, la ubicación del piso al que iría a vivir.
Después de haberse perdido por calles paralelas unas cuantas veces, el cordobés llegó a su destino y buscó al chico con el que compartiría el apartamento. Mientras lo estaba esperando se detuvo a observar lo que había en su alrededor. Era todo sorprendente. No había esos altos edificios en Córdoba y tampoco había ese bullicio. Pero lo que más le gustaba al chico de mudarse allí es que mientras siguiese haciendo calor y buen tiempo, podría visitar la playa cuando a él le apeteciese.
—¿Hugo?—.
Se giró el chico, ya que la voz que le había llamado provenía de atrás suya.
—Eres...—
—Soy Carlos, tu compañero de piso y uno de tus compañeros de trabajo, encantado—dijo extendiéndole la mano para saludarle de manera cordial.
—Yo también estoy encantado de conocerte—dijo Hugo riéndose y saludándolo.
—Bueno, vamos a subir al piso. ¿Te ayudó con algo? Porque veo que tienes muchas cosas que llevar para arriba—.
—Pues una ayuda no me vendría para nada mal, gracias—.
Ambos subieron al piso y el andaluz instaló sus pertenencias. En ese momento se encontraba tumbado en la cama hablando por el móvil con Aurora su novia cuando escuchó a alguien llamar a la puerta antes de entrar en la habitación.
—¿Se puede? ¿O te encuentro en un mal momento?—.
—No no, pasa Carlos pasa—.
—Mi grupo de amigos y yo hemos decidido que después de cenar iremos de fiesta a una de las discotecas más conocidas de Barcelona. Te lo digo por si te quieres apuntar y así vayas conociendo a gente de aquí—.
—Por mi de puta madre—.
Y así acordaron los dos chicos. Después de cenar, los dos se dirigieron a Pacha Barcelona, una de las mejores discotecas de la ciudad.
Fuera del local Carlos se encontró con lo que se suponía que eran sus amigos, con quien esa noche iba a compartir el tiempo el protagonista en la fiesta.—Hugo, ven que te presento a mis amigos—.
Así hizo el chico, y de manera tímida se acercó a los amigos de su compañero.
—Hugo, estos son Rafa, Nick, Anaju, Miki, Alba, Jesús, Julia, Javy, Luis, María, Dave, Joan, Samantha, Flavio, Bruno y Maialen—.
—Encantado de conoceros—contestó un poco colorado Hugo.
Saludó con dos besos a todos y pasaron a la discoteca.
Al principio de la noche no caían muchos cubatas, pero a la medida que iba avanzando esta si que empezaba a aumentar la cantidad de alcohol en los cuerpos de aquel grupo de chicos y chicas.
—¿Ese es tu nuevo compañero de piso no?—le dice Anaju a Carlos. Como respuesta obtiene un movimiento de cabeza diciendo que sí.
—Vaya, pues me ha sorprendido. Realmente está... muy bueno—.
Carlos la miró con cara de sorpresa y ambos se comenzaron a reírse.
—Si tanto te gusta lánzale fichas—.
—Gracias, pero no me gustan los novatos. Prefiero los expertos como Mario—.
—¿Aún sigues por él? Ana Julieta tienes que olvidarte de la existencia del retrasado ese, te está utilizando. Te quiere por interés—.
Y ahí el catalán abrió el cajón de mierda, haciendo que la joven se enfadase con él y saliese fuera de la discoteca volviendo sola a su casa.
Hugo había salido fuera, ya que dentro se estaba empezando a marear del calor que estaba pasando.
Vio un poco a lo lejos como una de las amigas de Carlos había salido también de la discoteca y se dirigía seguramente a su casa. Aunque el camino no le salió como a ella realmente le hubiera gustado.
Un grupo de chicos de aproximadamente treinta años de edad, le habían empezado a gritarle cosas machistas, y ella como no pudo callarse, les respondió sin ser consciente de las consecuencias que dichas palabras.
—Putos pesados, que la vida no gira alrededor de vuestra puta polla, dejar a las mujeres en paz, que no somos menos que los tíos—.
Al decir aquellas palabras, el grupo de chicos se les acercó y uno de ellos la pegó y la empujó haciendo que cayese al suelo.
Le empezaron a quitar la ropa y ella comenzó a gritar.
Ahí es cuando Hugo se percató de lo que estaba sucediendo y decidió ir en busca de algún amigo para avisar de lo que estaba ocurriendo.
Pero decidió que podía desperdiciar buscando a alguien tiempo, tiempo que sería muy valioso. Y decidió salvar él solo a aquella desconocida.
—¡Eh!—dice Hugo acercándose al grupo de chicos, haciendo que estos se girasen.
—¿Qué os creéis haciendo esto a una chica? ¿Os creéis superior?—
Después de decir esas palabras los chicos se despegaron de la chica y se dirigieron hacia Hugo, para posteriormente pegarle un puñetazo.
Anaju cuando vio aquello decidió buscar a todo su grupo para que dejaran de pegar al chico que le había salvado.
—Carlos, Carlos, Carlos, unos chicos me han intentado violar y se ha metido de por medio el chico ese que nos has presentado y le están pegando una paliza. Ayudarlo a salir de ahí por favor—.
—¿Cómo?—dijo Luis que lo había escuchado también.
—No tenemos tiempo para preguntar cómo ha pasado ni el porqué, el chico ese nos necesita—.
Y así hicieron el grupo de chicos y chicas, fueron en busca del chico nuevo que les había presentado Carlos.
Cuando salieron fuera del local encontraron a los chicos que seguían pegándole y él estaba tumbado en el suelo intentando defenderse.
El grupo de amigos se dirigieron hacia allí decididos, y cuando llegaron empezaron a separar a aquellos desconocidos del rubio.
—Gracias por todo—dijo Hugo poniéndose en pie.
Afortunadamente los golpes sólo estaban presentes en sus labios y en su ojo izquierdo. No había sufrido ningún otro tipo de daño.
—Gracias por haberme salvado—dice Anaju al desconocido.
Este le sonríe y posteriormente se va con Carlos a su casa, separándose de ella y también del grupo.
El chico no entendía como había personas tan crueles para querer hacer eso; intentar violar a una chica y después proporcionarle a otro desconocido una paliza, que si no hubiera sido por la intervención del grupo que le acompañaba hoy, hubiera llegado a quedar inconsciente.
Espero que os vaya gustando la novela. Este capítulo lo escribí principalmente el domingo pasado, el 8M, y aproveché para escribir en esta novela un suceso de intento de violación que le pasó a una persona que conozco.
Al principio estoy haciendo capítulos cortos porque no puedo escribir mucho con bachiller y al mismo tiempo que sigo escribiendo mi otra novela Julright aunque no estén juntos.
Bueno, gracias por haber dado esta acogida tan impresionante sólo en la introducción. Os prometo que intentaré que guste a todo el mundo este fanfic aunque ahora mismo estemos en un continuo drama con el shippeo.
ESTÁS LEYENDO
La Segunda Oportunidad
FanfictionEsta novela transcurre en la ciudad de Barcelona. Los dos protagonistas de esta historia son Anaju, una chica valiente, fuerte pero llena de inseguridades, y un chico cordobés llamado Hugo. Ambos son muy distintos, pero no saben que se complementan...