Heart of Stone | Seongjoong

[✧･ﾟ: *01✧･ﾟ:*]

Park Seonghwa era un rey bastante reconocido por su manera tan extraña y cruel de tratar con los problemas del reino, el resolvía estos problemas secuestrando a los Príncipes de las otras monarquías; era despiadado y destructivo. Para él los cuentos de las princesas rescatadas por príncipes eran simplemente ridículos así que cambió un poco la historia y comenzó a llevarse a los príncipes de los reinos cercanos, ganando el temor del resto.

No sólo retenía a los inocentes Príncipes, también solía atormentarlos hasta que los reyes decidieran buscar a su heredero, cuando se aburría del mismo lo liberaba y buscaba uno nuevo porque eran su manera de divertirse.

Lo solían llamar El Rey de piedra, su corazón era tan duro como una piedra y todos decían que carecía de sentimientos... Su mirada era intensa y atemorizante, nadie se atrevía a mirarlo a los ojos y eso lo hacía sentirse superior al resto.

Pero muy pocos conocían la verdad antes de que Seonghwa comenzara a forjar esa parte de él que todos veían, lo que él era antes de que sus padres y hermano murieran y pasara a ser Rey.

Seonghwa era un niño dulce y tierno, era muy unido a su familia, su hermano y él eran inseparables solían pasar las tardes simulando aventuras en el prado que se encontraba detrás del palacio, era querido y amado por todos pero sus padres no lo dejaban salir jamás porque temían ponerlo en peligro, así que nadie en el pueblo lo conocía.

Lamentablemente una noche un grupo de bandidos endurecidos atacó sin previo aviso ni piedad. Querían todo lo de valor y mataron a todos lo que mostraron una pizca de resistencia. Sus padres, su hermano, los pocos guardias del pueblo y los aldeanos lucharon lo mejor que pudieron, empuñando una variedad de martillos y horcas, pero era un reino pacifico. No había chances de poder realmente resistirse a los saqueadores, los padres de Seonghwa fueron unos de los primeros en morir. Seonghwa apenas notó la carnicería girando a su alrededor mientras permaneció sentado en el suelo junto a su padre moribundo. Sus lágrimas atravesaron la suciedad en sus mejillas y cayeron sobre las manos cubiertas con la sangre de su familia.

Cuando la matanza llegó a su fin y los bandidosya habían huido, Seonghwa sintió que toda su vida dio un vuelco. Desde loscadáveres dispersos, vio apariciones desesperadas. Gritó,enfureciéndose contra su impotencia, sintiendo el dolor y el miedo en elque habían salido del plano mortal. Un sentimiento desesperadamente tristecomenzó a llenarlo y sus ojos brillaron. Se puso de pie, ya no lloraba. Tomó lacorona de su padre y se la colocó mientras se acercaba al trono, un almaforjada en pena sin nada en el mundo iba a ser el nuevo rey...