CAPÍTULO IX - HYUKJAE POV

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-Vamos ayúdame con esto es un conjuro simple y con tu fuerza y la mía lo podemos logar. Te prometo que solo será hoy, por favor.—¿Cómo fue que llegue a caer tan bajo?

-Sabes que si te ayudo ÉL se dará cuenta.—Contestó preocupada.

-No hará nada porque tú hablarás con él cuando terminemos.

-Te estás involucrando de más, Eunhyuk, sabes que después será más difícil dejar al humano.

-Por eso... por eso quiero pasar un día con él... por favor, madre.—Se escuchó un suspiro del otro lado de la línea.

-Maldita sea, vamos a hacerlo.

-Gracias, gracias.—Dije más emocionado que nunca.

Era simple: un conjuro de cambio de clima. Ya lo había hecho antes pero en un solo lugar, esta vez quiero que sea en toda la ciudad, una pequeña tormenta para mantener a Heechul y Yesung fuera por esta noche y a Donghae aquí conmigo.

Escuché los pasos de mi querido profesor por el pasillo mientras se acercaba al vestíbulo.

-Tu casa es realmente grande, no puedo creer que me perdiera encontrando el baño.—Sonreí.

-¿Qué le parece si se sienta y decide cuál película ver?.—Le propuse mientras le ofrecía el mando.-Yo iré a preparar unas botanas.—Me miró con ojos entrecerrados.

-No pienso quedarme mucho tiempo, así que no te hagas ideas.

No respondí y sólo fui a la cocina. Cerré la puerta con seguro y llamé por la mente a Lilith, bueno, Hyuna, si iba a estar en la tierra por tres meses debería acostumbrarme a llamarla así.

-¿Estás listo?—Preguntó la voz en mi cabeza.

-Hagámoslo.

Cerré los ojos y en susurros comencé a decir las palabras que se repetían en mi cabeza, cada palabra que se decía tenía un efecto inmediato en el ambiente. Los aullidos y ladridos de perros y gatos de afuera se escuchaban, los pocos rayos de sol que entraban por la ventana fueron desapareciendo, el sonido del viento se hizo presente y se escucharon caer las primeras gotas feroces de la tormenta que se avecinaba. Un estruendoso trueno y un relámpago que iluminó el cielo dieron el comienzo de lo que sería mi encuentro perfecto con el hermoso humano que me esperaba en la sala.

-Gracias, Hyuna.—Dije al aire mientras preparaba unas frituras en un bowl para llevarlas conmigo.

-Solo por favor cuídate Eunhyuk. Yo me encargaré de tu padre.—Y la presencia desapareció.

Antes de salir de la cocina susurré un pequeño conjuro de protección en la casa, así nadie nos interrumpirá.

-Mierda, HyukJae.—Dijo un asustado Donghae cuando me vio llegar.-¿Escuchaste ese trueno? Fue aterrador. Creo que debería irme antes de que la lluvia no cese.

-La tormenta ya comenzó, debería esperar a ver si se detiene.—Le propuse mientras me sentaba en el sofá, viendo hacia el televisor.-¿Titanic?.—Pregunté levantando una ceja.

-¿Qué? ¿Eres muy cool para verla?.—Dijo mientras se cruzaba de brazos.

-Eres de verdad un encanto.—Susurré más para mí que para él.

Sentí como se hundía una parte del sofá a mi derecha.-No creo que pare de llover pronto así que veamos la película, tal vez cuando termine ya se habrá calmado un poco.

Tomé el mando del televisor y pulse a ver. Sinceramente estas películas basadas en hechos reales me dan mucha risa, si de verdad hubieran estado ahí cuando pasó me entenderían, los humanos de verdad que cambian mucho la historia verdadera para hacerla entretenida para ellos mismos.

La película casi llegaba a su final y escuché un pequeño sollozo a mi lado.-Acaso ¿está llorando?.—Pregunté sorprendido al verlo con una mano en la boca mientras me volteaba a ver con un pequeño ceño fruncido.

-No molestes ahora, Hyukjae.—Sorbió su nariz. Y lo miré por unos momentos más.-¿Qué tanto miras?

-Eres hermoso, Donghae.—Le dije sin pensar realmente.

Un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas.

-N-no me tu-tute...--Lo interrumpí acercándome un poco a él poniendo mi brazo en el respaldo del sofá.

-Es hermoso... profesor.—Corregí.

El sonido de un trueno se escuchó y un segundo después tenía a un Donghae encogido entre mis brazos.

Tomé su rostro con mis manos a los lados y lo levanté ligeramente a centímetros del mío.

Estaba caliente.

Tan deseable.

-Y-yo l-lo sien...--Lo interrumpí poniendo mis labios sobre los de él.

Nos quedamos un momento así hasta que me di cuenta que se relajó en mis manos y comencé a besarlo lentamente y con cuidado. Tomé su labio inferior entre mis dientes y mordí levemente, un suspiro salió de su boca y su aliento se topó con mi boca dando inicio a un beso más apasionado, más cálido.

Nos separamos a falta de aire y lo admiré. Sus ojos cerrados, su piel estaba caliente y sus mejillas rojas por la excitación, sus labios se encontraban entreabiertos, húmedos e hinchados por el beso, su pecho subía y bajaba descontroladamente y su cabello se encontraba un poco revuelto.

En este momento me acabo de dar cuenta que el humano que tengo en frente será mi perdición.

«Demonio En Camino»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora