Pansy y Draco hacen una apuesta: si él gana, ella se disculpará con Hermione y le confesará sus verdaderos sentimientos, pero si el mago pierde, deberá alejarse para siempre de Harry Potter. Este será solo el principio de una serie de problemas y en...
N/A: En este capítulo hay sexo entre Hermione y Pansy. No creo que nadie tenga nada en contra, pero yo aviso primero.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
oOo
Aquél domingo, tal y como Pansy deseaba, todo salió muy bien. Hermione se abrió un poco a la slytherin, y le comentó de pasada que había estado con una chica muggle un poco mayor que ella que la dejó por un hombre, seguramente porque quería casarse y tener bebés. Pansy se mostró comprensiva y cogiéndole la mano aseguró que la tipa era una estúpida, y que no tardaría en arrepentirse. Hermione murmuró que ya se había arrepentido, solo que demasiado tarde. Ambas se habían sonreído, y la slytherin correspondió a esa confidencia con otra: había tenido un lío con su prima segunda, algo muy secreto, ya que la homosexualidad estaba muy mal vista en las familias de sangre pura: de esas uniones no nacían nuevos vástagos que pudiesen enorgullecer a los abuelos ni hacer crecer un árbol genealógico. La historia con su prima acabó cuando se comprometió en matrimonio, destrozándole el corazón. Podía entenderla perfectamente.
En realidad era una milonga que se acababa de inventar sobre la marcha sin remordimiento (no era la única que mentía), para poder hablarle de su experiencia sexual con mujeres sin contar detalles ni dar nombres reales. Las "primas" de Parkinson habían sido más de una y más de dos. Pansy disimuló una sonrisa al acordarse de un par de anécdotas que harían las delicias de alguien menos mojigata que Granger. Pero solo habían sido sexo. Esta era la primera ocasión en la que sentía que estaban comprometidos algo más que su cuerpo... y tenía que ser con una sangre sucia. "Vaya suerte la mía", pensó Pansy.
Sin embargo, había sido uno de los mejores domingos desde hacía mucho, mucho tiempo.
Y aunque después vino un lunes en el que apenas se vieron, ya que las clases y una montaña de trabajos ocuparon su tiempo, el miércoles coincidieron un rato en la casi vacía biblioteca, que aprovecharon más en charlar que en hacer deberes o trabajos. Hermione se despidió de ella con una sonrisa, pero advirtiéndole que algo así no se podía repetir más veces: no estaba dispuesta a bajar su rendimiento académico por culpa de su nueva amiga de Slytherin. "Claro que no, no lo repetiremos... hasta la próxima", había sido la cínica respuesta de Pansy Parkinson.
Había únicamente un tema que a Pansy le inquietaba, y era que aunque ambas se estaban entendiendo mejor de lo que nunca pensó que lo hiciesen, no estaba haciendo grandes progresos con ella en el terreno amoroso: a ese paso se convertiría en su mejor amiga y un día le confesaría su amor por Ron o por cualquier otro imbécil. No, la slytherin pensó que de ninguna forma podían llegar a ese punto: ella ya tenía amigas, no necesitaba más. Lo que quería de Granger era algo bien distinto. Además, ya había tenido suficiente paciencia y había demostrado comprensión con respecto a su lamentable historia con la metamorfomaga. No iba a esperar más.
