Siempre tú ~ [ 𝑲𝒊𝒎 𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈 ] -Mini novela-

☆ 3

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-¡Kim Taehyung!-

Jonathan fue el primero en levantarse para saludar al castaño quien le sonrió como lo solía hacer desde que eramos niños. Su sonrisa familiar jamás había cambiado y jamás lo haría con los suyos. Chocaron sus manos y luego los puños. Los demás se levantaron para darnos una cálida bienvenida de vuelta a la escuela de igual manera.

Jonathan, Dean, Alexander, Conan, Max y Violet.

Nuestros amigos de la infancia. Cada uno con una personalidad única en donde; mientras Jonathan, Dean y Max eran buenos en los deportes. Conan, Alexander y Violet eran unos total cerebritos. Taehyung era parte de los dos lugares aunque fuera algo torpe para los deportes, mientras que yo, no me daba el cuerpo para mantenerte todo el tiempo activa. Prefería las cosas mentales.

-Hola ______.-

Su voz, su tono tranquilo llamó mi atención inmediatamente y mi corazón latió nervioso. Giré mi rostro inmediatamente y fingí mi mayor personaje para no mostrar la emoción que me había provocado oír mi nombre en sus labios. Sonreí leve.

-Hola Max, ¿Que tal todo?-Pregunté "calmada".

El chico sonrió y no pude evitar imitar su sonrisa. Estoy definitivamente controlada, realmente esta mentalidad obsesionada me tenía jodida.

-¡Hey Max! Que tal-

Taehyung me empujó levemente con su cuerpo y pasó un brazo sobre mis hombros mientras chocaba su mano izquierda con el chico de cabello oscuro. Estos dos chicos eran realmente opuestos. Mientras Tae era extrovertido, extraño y risueño con un carácter fuerte; Max era tímido, limitado, reservado y sólo sonreía entando cerca de sus conocidos.

El timbre sonó dando aviso que la primera jornada de clases acababa de comenzar. Bufando, entre todos nos mantuvimos unidos como siempre y comenzamos a caminar en dirección a nuestra nueva sala de clases. Nuestro grado se dividía por A, B, C entre salones. En la Sala A se encontraba Taehyung, Max Dean y yo. En la sala B estaba Violet y Alexander, y en la sala C se encontraban Jonathan y Conan. Los profesores no dejaron que estuviéramos todos en una sola ya que eramos un total caos juntos, además de que sabían que tanto los estudiantes nuevos como los antiguos necesitaban estar en un espacio cómodo, y con nosotros repartidos podíamos ayudar a los demás con sus problemas ya sea sociales o en las calificaciones.

Normalmente un miembro de nuestro grupo siempre era presidente de la clase en la que estaba.

En el camino todo el mundo nos saludaba, mientras que algunos alumnos nuevos nos quedaban viendo raro por la extraña situación de no entender que estaba sucediendo ni quien éramos nosotros. Cuando llegamos al último piso de las tres plantas, cada uno se despidió para entrar a sus respectivos salones.

Siempre éramos los últimos en llegar, un poco dramáticos en ese sentido.

Entrando al salón con mi bolso en mano, caminé directamente a nuestros asientos habituales en la parte detrás de todo a un lado de la ventana, ganándome las miradas de mis compañeros de clase ya sentados en sus puestos. Me senté resignada en mi silla y miré hacia Taehyung quien había sido retenido por el profesor en la entrada. De seguro contándole alguna anécdota o preguntándole cosas triviales al chico castaño, ya que Tae es el único con una personalidad tan agradable como para soportar la charla animada de un profesor.

Miré hacia el exterior de la ventana con gesto aburrido, el cielo nublado de la mañana mantenía el ambiente agradable con una temperatura estable.

-Disculpa, ¿Puedo sentarme aquí?-

Miré en la dirección en la que la voz habló, se había dirigido a mi. Un chico menudo de tez cálida me miró directo a los ojos mientras colocaba su bolso arriba de la mesa a mi lado, con algo de descaro. Lo dudé un momento sin responder algo confusa por la situación. Sonrió leve de manera varonil y entonces, con el ceño ya fruncido, miré en dirección a la puerta en donde Taehyung ya no estaba.

-Lo siento, el lugar está ocupado-

Su voz grave resonó tranquila en nuestros oídos, entonces me di cuenta que se había parado a un lado del chico, bastante cerca a decir verdad. El chico se sobresaltó y lo miró hacia arriba, Tae era mucho más alto que él. Le dedicó una sonrisa ladeada mientras mantenía las manos en los bolsillos, pero sus ojos se mantuvieron serios.

-Oh, vaya. Realmente lo siento-

El chico dio una reverencia retrocediendo mientras comenzaba a alejarse hacia otra silla, y entonces Tae se sentó rápidamente a mi lado como era costumbre.

O mas bien se recostó sobre su puesto.

-Arrogante-Lo recriminé sin dureza.

El sólo rió divertido.

-Sabes que adoro hacer eso. Luego se dará cuenta que no soy malo, es sólo una tradición del principio. Además, es mi lugar-Se encogió de hombros.

Yo negué con la cabeza copiando su sonrisa. Bostecé.

-Comienzo a estar adormecida y aún no empieza a hablar el profesor-Miré en dirección a su escritorio-De hecho, ni siquiera está-

El chico miró a la entrada y luego me miró a mi. Tomó mis brazos y giró mi cuerpo para quedar con mis piernas en dirección a él. Luego se dio la vuelta y literalmente se recostó sobre mi torso como si fuera una cama. Su cabeza quedó sobre mi abdomen, entonces tomó mi mano derecha y la llevó a su cabello.

-Vamos a dormir un rato mientras el profesor no está-

Reí leve por su propuesta.

-¿Dormir? El único que dormirá serás tu-

Él miró hacia arriba para verme a los ojos un momento y me dedicó una mirada risueña. Resignada comencé a acariciar su cabello, completamente suave y en partes ondulado. Cerró sus ojos y lo miré detenidamente sin dejar de mover mis dedos. Sin tener ni un pensamiento en concreto simplemente me concentré en las facciones de su rostro y me relajé completamente ignorando a la gente hablando a mi alrededor, o quizá a la chica que le hablaba a las demás de manera baja mientras nos miraban.

Entonces antes de que me diera cuenta, Taehyung había abierto los ojos y me miraba de vuelta fijamente, sin expresión, sin despegar la vista completamente quieto.

Ninguno de los dos despegó la mirada de los ojos expresivos del otro, perdiendome en los orbes de color canela tiernos que me traían tranquilidad.

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04-03-2020