¡Peter, no! - Wolfstar

Gracias, James

—¡Remus! ¿Como estás? -preguntó con su emoción y su "ración de coraje para hablarle a Remus" -como él mismo la había bautizado- diaria.

—Sumamente estresado, mañana tengo el examen de runas antiguas ¿necesitas algo?

El seguía de mal humor, si ya Canuto estaba nervioso a su alrededor cuando el lobo estaba estresado esto se intensificaba, Sirius solo no quería molestar

—Emm no, digo, si, no... creo.

—Si claro...

—Bien te veo luego —ya estaba nervioso, ni siquiera lo saludó con la mano, solo susurró esto al salir de la biblioteca. Volvió a su habitación. Era la sexta vez en la semana que le pasaba esto, obviamente que Remus ya lo había notado, Sirius estaba ansioso y estresado últimamente, esto solo agravaba el sufrir de Lunático, no podía más, tenía mucha tarea, exámenes por doquier, su vida era un caos y su Sirius, la única persona que lograba calmarlo, ya prácticamente no hablaba con él. Estaba decidido, lo iba a hablar con Sirius, algo andaba mal. Terminó lo que estaba haciendo, lo que le llevó al rededor de quince minutos, recogió sus libros y pergaminos, acomodó todo y salió de la biblioteca en busca del pelinegro

—¡Hey, Remus!— no ése pelinegro.

• • •

—¿Y que hago James? Ya lo he intentado como cien veces— se oía triste, estaba desmotivado, nunca le había faltado coraje para hacer... ¡nada! Él era un Griffindor ¡Por Merlín! ¿Porqué de repente no podía decir más de cinco palabras juntas a Remus? ¿qué le había hecho ese muchacho?

Luego de minutos de arduo pensamiento tuvo una respuesta.

—¡Ya sé Canuto! ¿Porqué no te emborrachas?

—Ok, ok estoy deprimido pero no es momento James, tal vez mañ...

—¡No! Me refiero a ¿porqué no te emborrachas de mentira? Remus sabe que tu te abres totalmente cuando estás borracho, en serio, no tienes filtro alguno, podemos lograr que te declares sin la presión. Si tan solo lo pudieramos sacar de esa cueva llena de libros... bien, iré a buscarlo.

—¡Espera! Todavía no sé nada del plan, Cornamenta.

—Ok, es así...—luego de explicar el plan muy brevemente salió de la habitación a paso apresurado. Estaba corriendo por el cuarto piso cuando vio a Remus que traía una cara pensativa y el entrecejo fruncido.

—¡Hey, Remus!— llamó la atención del licántropo quien lo saludó desde lejos con la mano —¿Todo bien? Estresado por el examen, supongo.

—Si, mucho.

—¿Que te parece si nos relajamos un poco esta noche? Nuestra habitación, a las nueve, vodka y whisky ¿qué dices?

—Sabes que no puedo James, entre mis deberes de prefecto y que tengo que seguir estudiando no tengo tiempo.

—Oh, bien, pero podrías estudiar en nuestro cuarto, alguien nos tiene que cuidar. Por cierto ¿Qué haces fuera de la biblioteca? Ese parece tu nuevo cuarto, te pasas horas ahí encerrado.

—Iba a buscar a Sirius, ha estado extremadamente extraño éstos días ¿lo has notado? Ah y puedo estudiar en la habitación, si no ponen la música fuerte, claro.

—Si, ha estado muy extraño, bien te veo esta noche lunatico.

—Adiós Cornamenta.

Todo estaba saliendo de acuerdo al plan, ya habían llenado botellas vacías que antes contenían vodka con agua, las de whisky con jugo de manzana, habían comprado golosinas en Hogsmeade, solo faltaba arreglar unos discos y lo tenían hecho. El plan era simple, luego de un par de tragos James prendería la música, pondría un hechizo sobre una pila de discos que, oh sorpresa, no era el de fiesta sino esas viejas canciones de amor que tanto le gustan a Remus. Luego de quejarse un poco Sirius empezaría a dedicarle canciones a James y a Remus, claro que tenían algunas canciones preparadas, pero las otras las iban a ir viendo sobre la marcha y luego entre canciones y canciones Sirius se terminaría declarando "por accidente".

9:07

Luego de cenar los tres amigos se dirigían a su habitación pero...

—¡Chicos!

—¿Peter?

—¿Que quieres cola gusano?

—¡Perdóneme, por favor! Si no lo hacen repetiré el año, no sé estudiar solo, se los ruego— dijo Peter cayendo sobre sus rodillas, buscando un acto de piedad a los pies del grupo.

—No, Peter, no lo haremos, confiamos en ti mucho tiempo, fuiste nuestro amigo por años, tu decidiste arruinar la relación— era la primera vez que Remus le hablaba desde el día en que la rata se fue de la habitación. Sirius estaba orgulloso, al fin su lobo había replicado, ya podía parar de molestar con que era un traidor y una desgracia, solo lo hacía para ver si Remus le diría algo, claro que si pensaba esas cosas pero fue muy persistente esta vez, y logró su cometido, era casi una prueba, enseñarle a Remus a responder.