Capítulo 6: La verdad sobre Lex

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Alexei y otro chico muy apuesto vinieron a buscarnos a las ocho. Cuando Nora vio al otro chico saltó en sus brazos y le besó. Alexei se acercó a mí con una sonrisa.

-Estás preciosa, veo que mi hermana a vuelto a triunfar en su trabajo.- me dijo.

-Me dijiste que no te ibas a poner el esmoquin.- le acusé.

-Bueno, esta era una ocasión especial.

-¿Quién es ese chico?

-Se llama Benjamín. Es el prometido de Nora, es el chico que puede ver el futuro.

Me quedé mirando al chico; era alto, flaco, de pelo negro y ojos verdes. Cuando sonreía se le formaban hoyuelos en la mejilla. Nora y él hacían buena pareja.

-Bueno, ¿vamos bajando?- me preguntó Alexei. Me ofreció su brazo y yo lo cogí.- Han venido vampiros de todo tipo de todas partes del mundo, te van a mirar mal, con desprecio, con ansia y con deseo. No les hagas caso y asiente o niega con la cabeza cuando te pregunten algo, no les des ninguna información innecesaria y te dejarán en paz.- me susurró mientras bajábamos las escaleras. Nos detuvimos delante de las puertas del salón y me preguntó:

-¿Lista?

Yo asentí. Entonces él abrió la puerta y entramos en el salón. Me encontré con rostros hermosos y pálidos que me miraban al pasar. Otros saludaban  a Alexei inclinándose con la mano en el pecho. En el centro del salón la gente había formado un círculo para observar mejor como bailaba una pareja. Al acercarnos un poco vi mejor que eran John y una vampiresa rubia que en mi opinión era todo hueso y piel, aunque no podía negar que era hermosa.

-Siempre se está chuleando en público.- murmuró Alexei.- Presumido.- dijo cuando su hermano aupó a la chica para hacerla girar en el aire. Cuando terminó la canción John se acercó a nosotros con la chica cogida de la mano.

-¿Qué te ha parecido, hermano?- le preguntó.

-Cualquiera puede hacerlo mejor.

-Está bien, al final de la velada te reto a un baile y que madre decida quién es el ganador.

-Hecho.

John sonrió con superioridad, dio media vuelta y se fundió con la multitud.

-Tienes razón, es muy presumido. Pero le podemos ganar.- le dije.

-¿Por qué lo dices?

-Sé bailar, fui a clases de baile durante siete años por gusto de mi padre.

Alexei sonrió.

Un camarero se acercó con copas llenas de líquido rojo y Alexei cogió una al pasar.

-¿Te molesta?- me preguntó al verme mirar la copa con la sangre.

-No pasa nada, estás en tu casa y puedes hacer lo que quieras.

Seguimos andando entre la multitud en silencio hasta que Alexei me dijo:

-La sociedad vampírica está dividida en cuatro facciones: en la más baja están los vampiros que comenten crímenes a los que se los convierte en sirvientes de los nobles. La penúltima es la de los ciudadanos normales y corrientes, la segunda es la de los nobles que son los más escasos puesto que no siempre nace un vampiro pura sangre de una unión entre vampiro y vampiro; y la más alta es la clase de los pura sangre que suelen ocupar el puesto de los reyes, príncipes y demás. Esa es a la que pertenecemos mi familia y yo. En la sociedad vampírica gobierna la reina no el rey. Mi madre casi nunca está en casa por su trabajo pero suele venir a veces a vernos y cuando lo hace nos trae montones de suvenires de todos las partes del mundo donde ha estado.- me explicó. Después dio un sorbo a la copa.

Vida eternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora