Daddy ; chenmin

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MinSeok abrazó sus piernas, los sollozos eran escuchados por toda la sala. Jongdae, que se encontraba sentado casi junto a él guardaba silencio, apretando sus puños. Habían discutido, JongDae había levantado la voz al punto de hacer llorar al más pequeño.
Por unos minutos no habían reinado nada más que los gritos en aquel lugar donde la pareja pasaba cada día de su vida.

Min se había comenzado a sentir insuficiente, sentía que aburría y cansaba al contrario; tenía miedo de que le dejara por alguien mejor. Y esto irritaba a Dae, porque cada momento de su vida le repetía al castaño lo enamorado que estaba de él y que jamás le dejaría por otra persona.

- L - lo siento - Sollozó Min, tomando de la ropa del contrario, sin atraverse a levantar la mirada. - No quiero que me dejes, me - me da miedo cansarte. -

- ¡Me da igual como seas! - Gritó Dae de repente, asustando una vez más al chico. - ¡Porque te amo MinSeok, amo como eres! - su tono de voz comenzó a disminuir, sus manos viajaron al rostro de Seok y acariciaron con suavidad sus mejillas. - Te amo con cada una de tus virtudes y defectos, bebé. Nunca me cansaría de ti, porque estoy enamorado, me tienes a tus pies. -

Soltó una pequeña risa al ver los labios abultados de su pequeño, el cual intentaba no volver a largarse a llorar. Dejó un beso en su frente antes de volver a mirar sus llorosos ojos. - Te amo, Min. -

Y en ese instante el nombrado saltó a los brazos de su pareja, dónde se acurrucó para así poder llorar a moco suelto, repitiendo mil veces lo mucho que lo amaba.