Advertencia: Contenido +18.
Lean bajo su responsabilidad, ya saben.
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Luego de aquel vergonzoso tropiezo con Timothée, mi estadía en el Bosque Encantado fue tranquila.
Extrañaba todos los días a Mal, a mis amigos. Aquel lugar fue mi hogar cuando no tenía ninguno, ahí crecí como persona y olvidé todo interés malvado. Ahí descubrí el tipo de persona que quería ser, y no la que mi madre quería que fuera.
Estar lejos fue difícil. Siempre lo fue. Sin embargo me obligué a hacerlo llevadero.
Conocí más a fondo a la familia que mi madre no quería que conociera.
Me convertí en princesa oficialmente sin necesidad de un príncipe. Forjé una buena reputación en el pueblo, comencé de cero. Poco a poco comprendí que el tropiezo con Hades, por decirlo de alguna manera, tenía que suceder para lograr todo eso.
Pero yo sabía que tarde o temprano tenía que volver. Y ese día se anunció mientras desayunaba tranquilamente en el enorme jardín del castillo.
—¡Evie!— exclamó la voz del hijo de mi hermanastra, y acto seguido, sentí sus labios en mi mejilla.
—Buenos días para ti también— le dije, analizando la enorme sonrisa en su rostro.
Aquello nunca significaba algo bueno.
Se sentó en la silla vacía a mi lado y sin poder contener más la emoción, me mostró un sobre blanco, alargado. La pícara sonrisa en su rostro no se fue, y por el contrario, creció aún más.
—Esto llegó para ti. Yo mismo me tomé la molestia de abrirlo para que no te canses— rodé los ojos, pero no me molesté. Ya estaba acostumbrada a su impertinencia.
Tomé el sobre. Mi corazón dio un brinco cuando reconocí el sello. El sello de la Bestia. Esa carta procedía de la ciudad de Auradon.
Timothée me quitó mi plato de comida y comenzó a devorarlo, sintiendo, tal vez, más nervios que yo. Debió presentir que aquella carta me cayó como un balde de agua fría, pues mientras masticaba con la boca cerrada, apoyó una mano en mi hombro.
—Es... Es una invitación— solté luego de leer el contenido.
Eso él ya lo sabía. Asintió.
—Está firmada por Mal. ¿Ella... quiere que vaya?— susurré para mí.
Me pareció imposible. Sin embargo aquella claramente era su letra, su firma.
Abandoné mi porte aristocrático y dejé que los brazos del joven príncipe me brindaran apoyo. Los años no pasaron de en vano, supuse, y tal vez Mal quería arreglar nuestra relación, que si bien ella misma terminó, yo no traté en ningún momento de arreglar.
Regresar. Regresar a Auradon. ¡No podía creerlo!
—¿Irás?— me preguntó, dudoso.
Tomé su rostro con mis manos e hice que me mirara a los ojos.
—Estoy muerta de miedo— admití en voz baja—, pero una princesa nunca rechaza una invitación real.
Soltó una risa, tomó mis manos, y prometió que sería la persona que me acompañaría a aquella celebración.
Y aquí estaba.
—Evie— jadeó Hades contra mi boca.
Ahí estaba él también.
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Consequences ¦ Havie ¦ Descendientes
Fanfiction💥SEGUNDA PARTE DE MY OH MY💥 El tiempo pasó. La amistad que se rompió no volvió a ser lo mismo jamás. La relación de años se redujo a recuerdos tan hermosos como dolorosos. Sus amigos, lo que más amaba, su vida misma... Cuando ya no te queda nada...