Consequences ¦ Havie ¦ Descendientes

꧁U N O: REGRESAR꧂

“ʟᴏᴠɪɴɢ ʏᴏᴜ ᴡᴀꜱ ʏᴏᴜɴɢ, ᴀɴᴅ ᴡɪʟᴅ, ᴀɴᴅ ꜰƦᴇᴇ... ”

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Respiré hondo. El momento había llegado. Y aún así, mis manos no dejaron de sudar, ni mi corazón disminuyó la marcha a niveles normales.

—¡De pie todo el mundo!— exclamó una voz, fuertemente, haciendo que todos los presentes pusieran atención— ¡Presentando a la princesa Evie del Bosque Encantado!

Dos cortinas enormes, de un rojo sangre, se deslizaron en lados opuestos. El ruido de los aplausos, aunado a los gritos de gente que corea mi nombre, me hicieron sentir extrañamente feliz.

Regresar a Auradon, luego de tanto tiempo, se sintió realmente liberador.

—¡Y a su compañía, el príncipe  Timothée Blanch del Bosque Encantado!

—¿Lista, princesa?— me preguntó el apuesto príncipe pelinegro.

Tomé el brazo que él me ofreció, sonriendo, para luego comenzar a descender las escaleras que daban entrada a aquel hermoso salón de fiestas.

El evento que se celebra aquella noche: el cumpleaños número veintitrés de su Real Alteza Benjamin Beast.

La luz, encandilante, no permitió que viera a gran detalle del rostro de las personas abajo hasta que nuestro descenso terminó.

—Recuerda, Evie— murmuró mi más allegado amigo—. Lo que pasó hace cinco años no importa ahora. Cuando saliste de Auradon y el motivo, ya no importa más.

Él tenía razón.

Yo ya no era aquella Evie que cometió el error de acostarse con el padre de su mejor amiga. Tampoco era ya la chica que sufrió el desprecio de sus mejores amigos, de su exnovio, y de cada persona en el reino que se enteró de aquella noticia cuando se expandió.

No más vergüenza. Mi pasado no define como la persona que soy ahora.

Y, con ese pensamiento en mente, alcé la barbilla y sonreí con amabilidad a cada persona que se acercó a saludarme personalmente.

—Princesa Evie— masculló una voz tras mis espaldas. Mi piel se erizó.

Podrían pasar pasar años, podría pasar una vida entera, y aún el recuerdo de todo él seguirá en mí, en mi cuerpo, pues tan imborrable era que mi reacción me delató.

Di media vuelta. Efectivamente, era él. En ese momento, cuando su mirada verdecina me taladró y desnudó de nuevo, comprendí que mis intentos por olvidarme de él habían fracasado. No me di cuenta, claro, pues estaba muy ocupada buscando mi voz.

—Hades.

Pronuncié cada sílaba con lentitud, casi sin querer, casi sin darme cuenta de lo que yo misma estaba provocando otra vez.

¿Quería acaso volver a quemarme? Bueno, sí. La respuesta siempre fue sí.

Quizás haberlo aceptado en su momento nos habría ahorrado demasiado drama.

¿Qué quién soy yo? Soy la princesa Evie Grimhilde. Sí. Princesa. El título fue validado por mi querida hermanastra, Blancanieves, luego de que buscará refugio en el Bosque Encantado. El lugar en el trono, incluso, está disponible para mí si así lo quiero.

Abandoné la ciudad Auradon en busca de la esperanza que perdí. En busca de consuelo por haber provocado que Mal me odiara y que Jay y Carlos no quisieran verme.

Pero, ¿saben qué? Llegó el momento de volver. De no huir más. De afrontar las consecuencias que trajo el involucrarme con Hades, por primera vez, sin sentirme mal por haber hecho que lo hice.

Soy la princesa Evie Grimhilde. Y esta vez yo fui la que decidió quien salió quemado en este juego de pasión. Esta vez, comer la manzana prohibida fue más difícil, y peligroso, pero valió toda la maldita pena del mundo.

Y lo peor, o mejor de todo, es que volvería a hacerlo una y otra vez.

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“ʟᴏᴠɪɴɢ ʏᴏᴜ ᴡᴀꜱ ᴄᴏᴏʟ, ᴀɴᴅ ʜᴏᴛ, ᴀɴᴅ ꜱᴡᴇᴇᴛ...”

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Nota: A diferencia de My oh My, este libro será narrado por Evie. Todo desde su perspectiva, lo que ella vivió y cómo lo vivió.

Pará aclarar, los sucesos que ella narra ya sucedieron, por lo que se expresa a manera de que sabe lo que sintió en ese momento y como lo procesa en el tiempo en que está.