"Me solía preguntar: '¿Qué malditos motivos tienes para estar tan orgullosa Marilyn Monroe?' Y me solía responder: 'Todos, todos'."
— Marilyn Monroe —Kaoru Matsubara, mujer morena de ojos verdes y complexión atlética corría pacíficamente por uno de los parques más cercanos al hogar que compartía con aquellas que consideraba sus hermanas. Necesitaba salir de aquel lugar, y no había mejor forma de hacerlo que aprovecharlo para entrenar en el exterior. No destacaba demasiado, parecía otra de tantos deportistas que utilizaban aquel lugar como su pista de atletismo particular, pero si uno se detenía a observar lo suficiente, se podía apreciar la falta total de cansancio en su rostro, a pesar de que ya había pasado varias veces por allí. Vestía muy sencilla unas mallas pirata negras y un sujetador deportivo del mismo color, sobre este usaba una sudadera verde esmeralda con capucha y unas zapatillas blancas con líneas negras un tanto desgastadas. Atado en su brazo derecho llevaba el móvil, reproduciendo una de tantas canciones de sus listas, a parte de esto, los únicos complementos que llevaba eran unas chapas ocultas bajo las telas.
Se detuvo un instante junto a la fuente, con el objetivo de beber agua. Aquella fuente estaba situada de tal manera que permitía ver una de las entradas al parque, más concretamente, aquella frente a un instituto. Pudo ver a los niños salir de aquella pequeña prisión, como solía llamarla de pequeña, en dirección a la zona de juegos, y una sonrisa involuntaria salió de sus labios, aunque duró muy poco tiempo allí. En seguida divisó un grupo de pequeños matones con una mochila de más mientras un pequeño les perseguía sin lograr alcanzarlos, iban en dirección al lago, y si Kaoru tenía algo claro es que no podía permitir eso. Comenzó a correr, sin darse demasiada prisa, y en el momento en que el que parecía ser el cabecilla soltó el objeto, ella lo agarró al vuelo.
- Deberías tener más cuidado con las cosas. -le miró dura. En ese breve espacio de tiempo, llegó un pequeño castaño, con algunas pecas y gafas de metal respirando agitado- Especialmente si no son tus cosas.
- Tiene razón señorita, pero verá, era sólo un juego -habló el cabecilla, un muchacho pelirrojo y de ojos verdes que estaba un tanto impaciente.
- Desde luego, no nací ayer enano. -Sus ojos revelaron la poca gracia que le había hecho el comentario y los pequeños matones se asustaron, pudo verlo en sus caras. Hizo un rápido movimiento de cabeza para luego añadir- Ahora largo.
Los chicos salieron corriendo despavoridos, y ella sólo pudo reír y maldecir a partes iguales, provocando una pequeña sonrisa en el castaño.
- Muchas gracias señorita.
- No te preocupes chaval, aquí tienes. -Le dejó la mochila a un lado.- Soy Kaoru
- Yo Marc, encantado -extendió su mano al frente y ella, tras reírse, devolvió el saludo. El adolescente soltó pronto su agarre.
- ¿Se meten mucho contigo? -Aquella pregunta no dejaba de rondar la cabeza de la mujer, instantes después se lamentó de haberlo dicho de manera tan directa, aunque al adolescente no pareció afectarle demasiado.
- No normalmente... -comenzó Marc para detenerse poco después. Kaoru alzó una ceja, esperando la contestacion completa, con los ojos fijos en él.- Estaban enfadados porque por mi culpa perdimos el partido y casi nos quedamos fuera del torneo.
- ¿Sólo por eso? -Marc asintió.- Menuda estupidez. ¿Torneo de fútbol? -otro asentimiento.- ¿Te gusta?
- Mucho, pero no se me da demasiado bien,
- Eso tiene fácil solución -sonrió amistosa en un intento de subirle el ánimo. Marc le mandó una mirada inquisidora, tratando de descifrar si se estaba burlando también ella.- ¿Tienes un balón?
- Es con el que hemos jugado el partido... ¿Por qué lo preguntas?
- Fácil, te voy a dar unos cuantos consejos, venga, alegra esa cara y vamos a jugar.
El chico estaba dudoso, pero finalmente aceptó, y no tardó mucho en descubrir que la morena era una excelente jugadora y aunque no fuera la mejor maestra, daba todo porque fuera capaz de lograrlo. Él, a cambio, lo intentaba con todas sus fuerzas. Pronto Kaoru notó su móvil vibrar por una notificación y su rostro se volvió ligeramente más serio. Detuvo el balón con sus pies.
- Lo siento, enano, pero tengo que irme ya. -Los ojos del chico se apagaron un momento, se estaba divirtiendo y le había ayudado, ahora volvería a estar sólo, como siempre. Notó una mano sobre su cabeza, removiendo sus cortos cabellos castaños.- No te preocupes, ya nos volveremos a ver. Si te siguen molestando, avísame, te enseñaré también un poco de defensa. Eres listo, no dejes que unos imbéciles te... -Marc había abrazado a Kaoru con fuerza, dejándola sin palabras. A ella no le gustaban demasiado esas muestras de cariño, aunque terminó cediendo y correspondiendo el abrazo para marcharse poco después.
Mientras todo aquello ocurría, un hombre trajeado lo observaba. Tenía la piel pálida y unos hipnotizantes ojos verdes que observaban con detalle su alrededor. Reprimió una sonrisa socarrona sin éxito mientras su mente se cuestionaba muchas cosas. Aquel no era un comportamiento que esperase de la famosa "Bellota". No terminaba de encajar en el perfil que su hermano menor y los criminales a los que había interrogado le habían dado. Sonrío de nuevo ante aquel misterio por desvelar. Eso le encantaba.
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Arreglo (Pausa Temporal)
FanfictionMomoko Akatsutsumi, la perfecta ladrona, gran metalista, experta negociadora. Kaoru Matsubara, exmiembro de las fuerzas de la ley, hoy sólo tiene un objetivo, el cuidado y protección de aquellas a quienes considera sus hermanas. Miyako Gotokuji, dul...