Rascó su cabeza no logrando entender el jodido mapa que estaba apoyado en el cofre del auto. Tenía que buscar una solución a ello, de lo contrario, estaría en graves problemas con cierto rubio que no dejaba de mirarlo de vez en cuando con aquellos ojos fieros mientras cambiaba el neumático que se les había pinchado. Pasó saliva con dificultad, dándole por décima vez la vuelta al mapa. ¿Por qué tenía que pasarles eso a ellos? Sus celulares no tenían señal y la única alternativa que tenían era dicho mapa que no sabía leer. ¿Por qué cada que él invitaba a Bakugō a salir ocurrían puras catástrofes? Había llegado a pensar que posiblemente estuviese bajo el efecto de un quirk o tal vez se trataba de una maldición con la que cargaba su familia e iba heredándose de generación en generación, aunque podía tratarse sólo de que tenía mala suerte.
Suspiró ya no sabiendo qué hacer. Revolvió sus cabellos mostrándo así su desesperación y que Bakugō lo mirase con una ceja arqueada. Él ya sabía que estaban perdidos desde que Kirishima había comenzado a transpirar a la vez que buscaba ansioso con la mirada algún letro que le indicase cuántos kilómetros faltaban para llegar a "X" lugar —pues no sabía ni se daba una ligera idea de a donde lo quería llevar el pelirrojo—, o si tenía que dar vuelta en alguna curva. En cambio, sólo aparecían letreros con flechas que indicaban que el camino era recto y nada más dos habían advertido de una próxima curva, más no una intersección.
—Deja de perder la cabeza pelos de mierda —dijo a la par que se acercaba al susodicho una vez que terminó de cambiar la llanta—. Sólo sigamos el jodido camino como hasta ahora y ya, esta puta autopista en algún momento debe pasar por un pueblo cercano o una ciudad.
—Supongo que tienes razón —aceptó no muy convencido y desanimado. Se sentía tan estúpido por no saber leer un mapa y haber pasado de la última intersección hace tres horas.
—Sube al auto idiota, esta vez yo conduzco.Kirishima no rechistó, acató lo dicho por el rubio sin cambiar su estado de ánimo. Cada que él quería sorprender a Bakugō terminaba arruinándolo todo. Incluso una simple salida a comprar ropa había quedado en desastre con él siendo sacado por el guardia de seguridad y prohibiéndole la entrada a aquella tienda de ropa sólo por haber roto un par de maniquís. Pero no pueden culparlo, le habían caído encima accidentalmente, aunque él pensó que lo estaban atacando.
—Lo siento Bakugō —murmuró después de un largo rato en silencio.
—Como sea.
—Es que quería sorprenderte, pero otra vez...
—Lo arruinaste.
—De acuerdo, eso dolió aunque sea verdad —hizo un mohín dirigiendo su vista a la ventanilla para ver el paisaje—. Creo que ya no volveré a organizar un viaje para ambos. Siempre sale algo mal.
—¿Lo dices por la vez que colocaste nuestras maletas en otro vuelo? O te refieres a cuando tuvimos que dormir en el auto porque olvidaste apartar un cuarto en el hotel cuando fuimos a la playa.
—Espera, no-
—Y eso que no estoy contando la ocasión en que terminamos oliendo a mierda la vez que fuimos roceados por una estúpida mofeta gracias a que no me hiciste caso.
—Se veía tierna e inofensiva.
—También cuando quisiste sacarte una estúpida fotografía en lo alto de una colina y olvidaste ponerle el freno de mano al auto anterior que terminó hundido en el lago qué estaba cerca —así Katsuki empezó a decir los pequeños errores que había cometido Eijirō con un tono de burla mientrar éste iba adquiriendo un tono carmín en sus mejillas ante la vergüenza que sentía de sólo recordarlo.
—Ya, ¿no? En cada ocasión pedí perdón —rascó su nuca sin dejar de sentir su cara arder; sin embargo, sólo obtuvo un bufido por parte del otro.
—Pudo haber sido peor —dijo Bakugō no queriendo decir directamente que había sido divertido a pesar de todo. Nunca admitiría en voz alta que los mejores momentos que pasaban en su jodida vida eran a lado del pelirrojo —. Joder, a veces siento que salgo con el cara de idiota y no contigo.
—Oye, tampoco voy a permitir que me insultes tan feo —hizo un puchero cambiando el tema de conversación sintiéndose agradecido con el rubio, pues ya no se sentía mal por haberlos perdido, después de todo, siempre tenía una nueva aventura que añadir a su lista de situaciones improvisadas.
—En las próximas vacaciones iremos de nuevo a las montañas —comentó Bakugō sin notar el brillo de alegría en los ojos del otro quien emocionado aceptó.
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KIRIBAKU WEEK 2020 [BNHA]
FanfictionColección de oneshots con motivo de la KiriBaku Week 2020 organizado por la página Red Explosión en Facebook. •Créditos a Kohei Horikoshi por Boku no Hero Academia •Créditos a 09_engel por el fan-art •Este libro está registrado en Safe Creative 200...