El amante de mi esposa ® KOOKMIN

PROLOGO.

El semáforo había cambiado de color rojo a un verde brillante, dando señal de avanzar, las ruedas del auto avanzaron para continuar su recorrido por la ciudad. La tarde era demasiado tranquila, los colores salmón y rosado adornaban el cielo dando un ambiente tan tranquilo.

El hombre con la corbata aflojada tamboreaba sus dedos sobre el volante mientras sílababa una canción que le gustaba.

Estaba agotado del largo día en la oficina, pero por fin podía volver a su hogar con su adorada familia.

Sus dos pequeños ángeles siempre lo recibían con un gran cariño. La menor de seis Jenmi, solía ir a abrazarlo fuertemente mientras le contaba lo que había hecho en el día y como le fue en la escuela. El mayor de siete, Jeonmi, siempre le daba dibujos que había estado esforzándose por hacer todo el día. Él guardaba sus dibujos en su maletín para poder tenerlos consigo mientras trabajaba.

Cuando noto que ya estaba cerca, dobló entrando en un barrio el cual lucía como una antigua película, las casas eran algo parecidas, obviamente cada una tenía su propio toque. Como la de los Jeon, adornando todo su jardín con flores de diferentes tipos, desde blancos jazmines hasta bellas rosas rojizas. Una pequeña reja de más o menos un metro separaba el asfalto de la vereda del jardín, con un sendero de piedras grises hasta llegar a la puerta de madera.
Las paredes eran un tono crema, y tenía ventanales a los costados a una baja estatura para poder apreciar desde adentro el exterior, y que pasará la luz solar durante el día.

Entró dentro del hogar, siendo recibido por un alegre Dogo de Burdeo, este se agachó moviendo su larga cola marrón mientras olía sus zapatos. Luego saltó sobre el esparciendo sus babas sobre el rostro del castaño. Cuando logró tranquilozarlo, este se tiró en el suelo buscando que le rascaran el estómago. Acción que hizo que el animal moviera su pata frenéticamente.

Se paró con una bella sonrisa en el rostro y camino hasta la sala de la casa. Allí una niña de cabellos marrones se abalanzó sobre él con un gran abrazo. El hombre correspondió a la niña cargandola en sus brazos no sin antes dejar el maletín en el suelo.

--Papi, Jeonmi estuvo toda la tarde haciendo un dibujo.-- Señaló la pequeña al niño de negros cabellos sentado a la mesa.

-- ¿A si?--Preguntó él.

Se acercó aún con la niña en brazos para mirar la hoja de su hijo mayor. Quien siempre mantenía una mirada sería en el rostro, no era muy extrovertido como su hermana menor. Era la misma personalidad que su madre.

La menor, tenía los ojos grandes como Jeongguk, junto a su característico lunar bajo el labio, sólo que estos eran como los de su esposa, pequeños y delgados. Su cabello era castaño también. Sin duda se parecía mucho a él.

Su hijo en cambio, tenía los ojos de un color azul intenso, su cabello era de un tono negro intenso, y sus labios eran gruesos y rosados naturales. Hay ocaciones donde los hijos no nacen con características parecidas a los padres, y como ninguno de ellos tenían labios gruesos, supuso que había salido a los padres de Joohyun, ya que los padres de Jeon tenían los mismos labios de Jeongguk.

El pequeño niño terminó de colorear y tomó la hoja con sus pequeñas manos, llenos hasta Jeongguk para mostrarle lo que había hecho. En el dibujo se veía a Jeon sosteniendo a Jenmi en sus hombros, junto a Jeonmi en su brazo derecho. Allí no estaba su esposa, cosa que llamó su atención, más no le tomó importancia.

-- Está hermoso, hijo.- Sacudió sus cabellos negros, y observaba como se asomaba una pequeña sonrisa en su rostro.- Lo pegaré en mi oficina en mi trabajo.

-- ¡Si, así todos los demás verán que eres el mejor papá del mundo!-- Dijo Jenmi feliz aún en sus brazos.

-- No soy el mejor papá del mundo.-- Sonrió avergonzado el adulto.