VIII

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Me despierto y no veo a Tae a mi lado. Debo admitir que quería que estuviera ahí. Me preparo y voy hacia la terapia con Haneul. Cuando entro veo a mi abuelo. Me sorprendo antes de abrazarlo.

- Hola Jungkookie, te he echado de menos.

- Yo tambien abuelo.

- Jungkook toma asiento. Queríamos hablarte de algo. - dice la Dra. Jung.

El abuelo me toma la mano y empieza a hablar con lágrimas en los ojos.

- Kook, no creemos que la abuela pase de esta semana. Ha empeorado bastante. La Dra. Jung me ha contado que ayer saliste por primera vez al exterior, estoy orgulloso de ti. Por eso hemos pensado que podrías venir y despedirte de ella.

En este momento yo ya estoy llorando. No, ella no podía irse tambien...

- Si quieres puede venir Taehyung contigo tambien, si así estás más tranquilo. -interviene Haneul.

- De acuerdo, luego se lo digo y te llamo para decirte cuando vendremos.- digo mirando a mi abuelo.

- Perfecto Kookie. Te queremos mucho, no lo olvides. - dice abrazandome antes de salir.

Voy directo hacia mi habitación y al abrir la puerta choco con Taehyung.

- L-lo si-siento.- digo entrando llorando.

- Hey, pequeño. ¿Que pasa?

Intento contarle pero no puedo, me ahogo con mis sollozos.

- Ven aquí.- me atrae a él y me sienta en su regazo. Me abraza fuerte y acaricia mi espalda. Luego de unos minutos me tranquilizo lo suficiente para intentar hablar.

- Es mi abuela. S-seguramente no pa-pasará de esta se-semana. -digo rompiendo otra vez en llanto.

Mientras él me abraza yo pienso en lo tranquilo y seguro que me siento mientras estoy con él.

- ¿Podrías acompañarme mañana al hospital para que pueda despedirme de ella?- pregunto mientras él saca el resto de lágrimas de mis mejillas.

- Claro que sí, Kookie. Estoy aquí para lo que necesites.

- Gracias Tae, te quiero. - digo mientras lo miro a los ojos y me sonrojo.

- Yo tambien pequeño.

·······

Hoy es el día. Estamos en la puerta esperando al taxi que nos llevará hacia el hospital. Nuestras manos estan entrelazadas y él me acaricia la mano con el pulgar. Entramos al taxi y luego de un rato llegamos al hospital. Buscamos la habitación y entramos. El mundo se me cae encima al ver a mi abuela así, tan demacrada.

- Abuela...- susurro.

- Hola Jungkookie, me alegro de que mejores poco a poco.

Me acerco y la abrazo. Nos quedamos así un rato hasta que me separo.

- ¿Te gustó el regalo de cumpleaños?

- Me encantó, gracias.- digo cogiendo su mano.

- ¿Podríais dejarnos un momento a solas?- dice la abuela dirigiendose hacia Taehyung y el abuelo.

- Claro. Vamos hijo.- dice el abuelo.

Al cerrar la puerta la abuela empieza a hablar.

- Kookie, quiero que sepas que eres lo más importante para mi y que te quiero mucho, ¿de acuerdo? Nunca lo olvides.

- Claro que no abuela.

- Quiero que seas feliz y puedas superar todo lo que se plante en tu camino. - asiento- Y si no puede ser conmigo a tu lado no pasa nada, ¿vale Kook? - empiezo a llorar igual que ella- Quiero que encuentres a alguien en quien confiar, y creo que ese chico que está ahí fuera es el indicado. Si os hacéis felices el uno al otro, no lo dejes ir. - niego.

- Te quiero mucho abuela.

- Yo tambien, Kook.

Después de eso entraron Tae y mi abuelo. Pasamos toda la tarde intentando reír y pasárnoslo bien.

- Ya es tarde, es hora de que volváis. No quiero que se haga de noche.

- Vale abuela, adiós.-la abrazo muy fuerte antes de salir e irnos con Taehyung.

·······

Ya es la mañana siguiente. Hace unos minutos mi abuelo ha llamado dándome la mala noticia de que mi abuela ya se había ido. Desde entonces no he parado de llorar y Taehyung no se ha separado de mi lado.

- Kookie mírame. - me coge el mentón para levantarme la cabeza- Ahora ella está en un lugar mejor y siempre vivirá en tu corazón. Me tienes aquí si me necesitas, no lo olvides.

Asiento y nos quedamos mirando durante bastante tiempo. Miro sus labios y me pregunto a que sabran. Parecen muy dulces y suaves. Poco a poco nos acercamos, solo nos separan unos centimetros. Cierro los ojos y entonces noto el roce de sus labios encima de los mios. Empezamos a moverlos lentamente, transmitiendo todo lo que sentimos en ese beso. Es un beso dulce y apasionado. Mis manos se dirigen a su nuca y las suyas a mi cintura, acercándonos más si eso es posible. Después de un rato así nos separamos por falta de aire. Nos miramos a los ojos sonrojados. Me encuentro con la cálida mirada de esos ojos color miel. Me fijo en todos los pequeños detalles de su cara, hasta ver el lunar que tiene casi en la punta de su nariz, mientras él mira el lunar debajo de mi labio inferior y nos volvemos a acercar lentamente, uniendo nuestros labios en un corto beso.

Eres mi amuletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora