CAP. 18

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Soo se sentía más agotado por haberle gritado a su novio que por la cesárea que acababa de tener. Su única esperanza, Seung, tenía trabajo así que se fue después de una hora.

— ¿Cuándo podrás ir a casa?

Cada vez que Soo intentaba cerrar los ojos, la voz de Sehun lo detenía. — Me pregunto si tendremos corrector para tapar mis ojeras, mi trabajo depende de mi rostro.

Kyungsoo estaba apunto de volver a estallar, eran las cuatro de la mañana, solo pedía una siesta.

— ¡Oh Seh-

Antes de lanzarle su celular, la enfermera de paternidad, entró sonriendo. — Muy buenos días, ya pueden irse padres primerizos, no olviden venir dentro de una semana.

Kyungsoo aun sentía dolor y no estaba seguro de poder cargar a su pequeña, se lamentó, pero aún estaba el "fuerte" de Sehun. — Bien, Dodito, irás en la espalda de papá, ¿si? Mañana mismo compraré una camioneta, más te vale sacar tu permiso.

Su casa no estaba tan lejos, dos cuadras y podrían descansar, si a la pequeña Yeonwoo no se le ocurría llorar, claro.


Pasó un mes desde el nacimiento de la pequeña Oh, fue muy fácil a decir verdad, era muy linda, no lloraba más de lo necesario, así que Soo pudo dormir un par de horitas.

Sehun ya había vuelto de su gala, con mucho éxito, muchas reconocidas marcas querían firmar con él. La pequeña familia ya tenía una casa diferente en un suburbio diferente, las primeras semanas fueron difíciles, Soo tuvo que atender a dos niños pequeños en la mayoría del tiempo, solo, pero no se arrepentía de nada.

Sehun ganaba dinero y eso ayudaría a su familia.


🌸


Pasaron tres años y Sehun viajaba seguido; Kyungsoo se sentía solo, en esos momentos cuando Young y Yeonwoo dormían, él hablaba con Kai, retomaron una muy sólida amistad y hablaban como lo hacían ahora.

— Ya quiero conocer a Yeonwoo.

— Es muy hermosa.

— También te extraño. — El pequeño río nervioso, esperando a que dijera algo más.

— Me gustaría visitarte, tener una cita en la cafetería.

— ¿Una cita suena peligroso, no crees? Estoy casado y la prensa ya me conoce.

— Abre la puerta, Soo.


No, definitivamente no era posible, ¿Kai no podría estar afuera o si? Do trato de estar sereno, pero mientras bajaba los escalones su corazón latía muy rápido. Cuando estuvo frente a la puerta, tomó la manija y la giró.

Había una persona, sosteniendo un gran ramo de rosas rojas. — Entrega para Oh Kyungsoo. — dijo aquel hombre. Soo se notó sorprendido, pero aún así las recibió.

— ¿Quién las envió?

— El señor Kim, desde Okinawa. Firme aquí por favor. — Después de dejar su firma en aquel papel cerro la puerta y se detuvo mirando las escaleras.

El pequeño Oh estaba tan rojo como las mismas rosas, su celular aún tenía la llamada en línea, así que lo llevó a su oído una vez más.

— Es un obsequio para felicitarte por tu cumpleaños número veintitrés.

Together; sesoo [𝗲𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora