02. No Te Dejaré Explotar.

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Cuando recién llegamos a la Tierra Héroe supimos que todo lo que conocíamos sobre nuestros poderes apenas era la punta del Iceberg.

Hasta ese momento lo más elaborado que había hecho era calentar una sopa con mi fuego. En un principio, tuve problemas para adaptarme a mi nueva vida, veía como Will rápidamente aprendía a levantar vuelo y hacia nuevos amigos. Mientras que yo seguía atada al suelo.

Al menos hasta que conocí a Benjamín Arnold.

   - Así no vas a lograrlo. - dijo el rubio al verme fallar por decimotercera vez.

   - ¿Y como sabes? - dudé de él.

   - Créeme, he pasado por eso. - dijo sonriendo.

   - No pedí tu ayuda.

Seguí fallando olímpicamente un tiempo, hasta que dijo

   - Debes pensar que todo desaparece, incluida la gravedad.

No poder volar me frustraba, pero sus palabras fueron clave para volverme la más veloz en tan solo tres días.

Después de eso nos volvimos inseparables, entrenamos siempre juntos después de clase.

No sólo aprendí a volar con él, si no que me volví una experta en combate cuerpo a cuerpo, tan buena que él me tenía algo de miedo.

Era un excelente maestro.

Sabíamos todo del otro y cuando la tensión llegaba a un limite tan alto que hacía que una vena sobresaliera de mi frente, él estaba ahí. A pesar de que solía sentir que explotaría muy seguido

   - No te dejaré explotar - me dijo un día, el día en que nos dimos nuestro primer beso.

Definitivamente era el "chico proverbio" siempre listo con una de esas frases para guiarme en el camino.

Fue el único que se quedó conmigo después de que todos supieran lo que William era, en ese momento nuestra relación se fortaleció como ninguna otra.

Hacíamos locuras juntos, veíamos películas, teníamos guerras de cosquillas. Era la chica más feliz a pesar de las circunstancias que se sufrían en la Tierra Héroe. Siempre escondidos bajo tierra sin poder ver el sol porque corríamos el riesgo de revelar la ubicación del escondite a los Villanos.

Pero incluso las mejores cosas terminan.

Ya que él era un año mayor que yo, lo mandaron lejos de mí. Al frente de las tropas de resistencia del Norte. Y claro, ya que era uno de los mejores héroes, rápidamente lo ascendieron a capitán de la armada.

Nuestros encuentros se volvieron cada vez menos frecuentes, hasta que nuestra relación terminó por completo.

Ya no tenía con quien entrenar y tampoco alguien que me ayudara a soportar que todo el mundo me diera la espalda.

Supongo que eso fue la gota que derramó el vaso.

Mi hermano era un idiota, mamá estaba muy ocupada siendo la dirigente principal de la resistencia y Ben estaba muy lejos para detenerme.

Ya han pasado seis meses desde que regresé a Cancún. Las cosas han cambiado.

Pero definitivamente, Benjamin, es lo que más extraño de la tierra Héroe.




Mia GrindswoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora