CAPÍTULO 3

46 4 0
                                    

Nos estamos cambiando la ropa para poder entrar en la clase de deportes cuando escuchamos una pelea afuera del vestuario. Ya me imagino quienes serán. Salgo, junto a Marcie y Amelia, y al mirar las tres nos quedamos boquiabiertas, sorprendidas.

¿Qué mierda? Esto no lo es lo que pensaba que sucedía. Esperaba ver a un Lucas y a un Mathew siendo separados por Chace, no a Chace en la pelea.

Esto si que será agradable de mirar, nuestro queridísimo amigo está golpeando a Darren, el maravilloso ex-novio de Marcie, el muy desgraciado la botó solo porque no quiso acostarse con él, y Dios, mi pobre amiga duró muchos días triste, el había sido su primer amor, su primer beso, su primer novio, tu sabes, su primer corazón roto. 
Pero bueno... los tres logramos curar su corazón y ahora pasa de hombre en hombre, perdió la virginidad con otro chico que ni siquiera recuerda su nombre. Se que en el fondo ella busca una relación estable, pero no ha llegado el indicado, entre las tres nos presentamos chicos y a Chace le presentamos chicas que nos parece que van con él. Ninguno ha tenido una relación seria luego de nuestro primer corazón roto, y yo pude haber seguido sumida en mis pensamientos si Amelia no me hubiese gritado que hiciera algo.

Chace es fuerte, los cuatro tomamos clases de defensa personal y los cuatro somos bastante buenos en ello. Chace está encima de Darren golpeándolo y ahí es cuando comprendo que debo interferir.

—Chace, ¡YA PARA!— Marcie, Amelia y yo lo tacleamos haciendo que caiga al suelo, mientras que un grupo de chicos levantan a Darren y se aseguran de que se encuentra bien.

—Luego hablamos sobre lo que pasó— le décimos las tres a Drogui. Pero el no nos está escuchando.

—Oh vamos, no exageres ni si quiera te saqué sangre, idiota, deberías agradecerme.— Le grita Chace, a lo que Darren responde solo sacándole  su dedo medio mientras que Chace hace una mueca de fingida indignación.

—¿Qué está sucediendo? ¿Qué son esos gritos?— se oye desde lejos la voz del entrenador y lo primero que hacemos las chicas y yo es ponernos de pie para ayudar a Chace, luego, cada quien sigue haciendo lo que debe y ya para cuando el entrenador llega, no ve nada más que caras molestas.

—¡Tienen cinco minutos para estar listos o todos reprueban!— nos terminamos de cambiar y salimos de los vestidores.



....


Al entrar en el gimnasio, me fijo en mi amigo, está sentado en las gradas, bastante pensativo. No dudo ni un minuto en acercarme, se que en estos momentos necesita a alguien que lo escuche, y de las tres soy la mejor entendiendo a los otros.

—Así que... sí peleas, estuviste genial, nunca pensé que pudieses pelear tan bien, normalmente la de los golpes suelo ser yo.— Chace levanta la mirada y deja escapar una corta y triste risa. Intenta hacer que me vaya, pero lo conozco lo suficiente como para saber que necesita hablar con alguien.

— Chaceeee.....— comienzo a molestarle dándole pequeños golpes en su hombro.

—Beck... deja de hacer eso... sabes que es molesto.— Dice justo luego de que conecta su mirada con la mía, sus ojos son muy lindos, pero en este momento están rojos, producto de la frustración que lleva dentro.

—Deja de hacerte el triste y Cuéntame de una vez que fue lo que sucedió.— Él toma una profunda respiración y se que comenzará a contarme todo. Pero no logra hacerlo porque el profesor comienza a sonar su estúpido silbato.

—¿Quieres hablar? Podemos saltarnos la clase, ya lo sabes.— le digo mirando hacia la puerta del gimnasio.

—No Beck, no podemos, si quiero hablar contigo, pero... hoy hay evaluación y necesitamos pasar bien las materias, ya sabes...— tiene una sonrisa pintada en la cara, pero sus ojos tienen vida propia, son muy oscuros, me cuesta diferenciar la pupila del iris, pero son demasiado expresivos y cuando está triste lo noto, sea lo que sea que pasó con Darren logró molestarlo.

—Bueno, pero luego de clases, te vas a mi casa. Tenemos que hablar.¬— me aparto un poco de Chace y le hago una seña a las chicas para que se acerquen.

—Hoy toca mi casa, Chace tiene que hablarnos sobre lo que pasó, así que nos vamos directo ¿Bien?— Amelia y Marcie se lanzan una mirada cómplice.

—Perfecto. Pero llegaremos después, sabemos que Chace sólo te cuenta a ti absolutamente todo, se buena chica y ayúdalo. Si luego quiere hablar con nosotras también lo escucharemos.— asiento lentamente mientras nos incorporamos al círculo de estudiantes que están haciendo calentamiento.

—Muy bien señoritas, señoritos, hoy toca voleibol, quiero que se dividan en grupos de seis.— habla el profesor con su odioso tono de voz extremadamente fuerte. Este viejo gritón hará que me salgan canas antes de tiempo.

Como es de costumbre ya estamos los cuatro, sólo falta que se nos sumen dos más. Nunca los buscamos, ellos llegan solos, sonará arrogante, pero es la verdad.

— Oh no, rubias calientes vienen por Chace, mira atrás.— Anuncia Marcie, mientras le sonríe a Drogui con picardía.— ¡No! Idiota, disimula, aishhhh, los hombres no saben disimular ¡Beck! Lo mismo contigo, par de imbéciles.

— ¡Vaya! Hoy rulitos ha venido grosera.— sentencia Amelia y todos le damos la razón.

En efecto, Marcie estaba en lo correcto, un par de rubias se acercan peligrosamente a nuestro querido amigo, y para ser sincera no podemos culparlas. Nuestro drogui es relindo, su cabello es marrón claro, no es rubio es un poco más oscuro, sus ojos al ser taaan oscuros le dan un aire misterioso, es alto pero no demasiado, yo, que soy la más bajita de las tres le llegó un poco por debajo de los hombros, debe medir como 1.75, 1.80, ni idea, soy mala con las medidas, tiene unos músculos envidiables para muchos, producto de entrenar todos los días, ya sabes. Pero bueh, el punto es, que si yo fuese ellas también me sentiría bastante atraída.
Ah, cabe destacar que el muy idiota, es bueno en el colegio, tiene un alto promedio, y es bastante amable. Es todo un mujeriego, pasa de chica en chica y ha dejado varios corazones rotos a lo largo de la fila.

Se nota que está mal, porque aleja a las chicas de él y les dice que mas tarde podrán verse, las chicas sueltan una risita boba, demostrando lo nerviosas que se encuentran. Parece que se quedarán calvas por la manera en que juegan con su cabello. Debo reprimir una carcajada para no hacer pasar pena a las pobres.

Se están acercando a nosotros Marcos y Lucas, ellos dos tienen una relación bastante extraña. Son mejores amigos pero el 90% de las veces están peleando o metidos en una pelea. Son muy buenos amigos de Chace y por lo tanto, pasamos bastante tiempo con ellos.

Así es como sabemos que ya nuestro equipo está completo, tres chicos, tres chicas, mejor imposible. Hasta que observo como están colocando la malla y recuerdo que la peor en deportes que no incluyan golpear personas, soy yo. Doy pena, aunque debo admitir que cuando juego con mis amigos todo se vuelve más sencillo, por eso agradezco que el profesor no haya creado los equipos, Amelia ve que tenía la mirada perdida y se acerca a mí, me rodea en un abrazo y la muy gafa me susurra.

— Deja la tontería, ¿desde cuándo te importa lo que los demás piensen?— en eso no tiene toda razón y ella lo sabe, por eso cuando le lanzó una mirada asesina ni si quiera se inmuta, ojalá las miradas mataran.

— No te preocupes, yo te cubro.— me dice Lucas, mejor conocido como rubito, y no falta el estúpido gesto que ya esperaba, me guiña un ojo y se acerca a darme un abrazo. Pero como es de costumbre Mathew lo aparta.
— Si, prince, nosotros te cubrimos.— me dice Mathew, mostrándome una sonrisa ladeada, gesto que le regreso. ¿Cuando será que este hombre saldrá oficialmente del closet? Creo que todo el colegio sabe que esa pobre alma es gay. No tengo ni idea de por qué sigue negándolo, creo que tiene miedo de que su mamá se entere, pero bueh, no soy nadie para opinar.

El sonido asqueroso del silbato que tiene el entrenador nos avisa que comenzaremos con los partidos.

—¡CHACE! TU EQUIPO PRIMERO.— Qué buena mierda.

—PAMELA.— oh, la rubia número uno tiene nombre, vaya. Como era de esperarse la rubia número dos también ésta en su equipo.¬— EL TUYO TAMBIÉN.— perfecto, a ahora sí a pasar pena como es debido.

.....................

Holis, por aquí de nuevo vengo a saludarlos (si es que llegaste hasta acá). Gracias de nuevo por darle una oportunidad a esta historia.

Besosssss, que tengas un lindo díaaa😍

JUZGADOSWhere stories live. Discover now