Hemos llegado a mi hogar, o bueno, al edificio en donde vivo, justo en frente de nosotros se encuentra el Edificio Doral. Todo repleto de ladrillos y grandes ventanas, pasamos el lobby y nos encontramos con lo mejor del edificio: La piscina, tiene una preciosa cascada y más atrás hay un pequeño parque infantil, con columpios y tobogán. Caminamos un poco al lado contrario de la piscina y nos adentramos en el ascensor. Marco Pent-house o "PH" y comienza a sonar una música instrumental. Chace y yo vamos subiendo los 15 pisos sin mover un dedo, aún estamos un poco incómodos por lo que acaba de pasar. Así que... comienzo a divagar entre mis pensamientos.Cuando mi mamá y mi papá se divorciaron, mamá se quedó con el apartamento, mientras que mi padre de quedó la casa de la playa. Solíamos ser una familia adinerada, pero las cosas cambiaron muchísimo luego de la muerte de mi abuelo, mi papá ahora tiene otra familia y suelo ir a visitarlo los fines de semana.
Actualmente digamos que "trabajo" con mi papá, el no quiere darme dinero sin que yo lo trabaje así que digamos que me contrató, aunque sólo está ganando él al no tener que pagarme lo que debería, pero bueh, por lo menos tengo algo de dinero con lo que logro ayudar a mi mamá, ella no está enterada de este acuerdo, pero mientras menos sepa, mejor. Así no habrá tantos problemas.
Al llegar al apartamento, lo encuentro con todas las luces apagadas, mamá debe estar en el trabajo, a penas son las 4:15pm ella debe llegar como a eso de las 6:30 o 7:00 pm. Mientras tanto Chace se dirige a la cocina, supongo que va a hacer cotufas, yo me dirijo a la sala y voy ingresando a Netflix, ésta noche me toca escoger.
Me llama la atención bastante una de las nuevas series de Netflix: The Umbrella Academy, se ve interesante, todo lo que implique salvar al mundo mediante gente con superpoderes, me parece interesante. Tiene solo diez capítulos, así que voy a esperar a que lleguen las otras dos ridículas para ponerla.
— ¡Oye, Chace! ¿Qué estás haciendo?— le grito.
— ¡Cotufas!— mis sospechas fueron acertadas. Me pongo de pie para dirigirme a la cocina.
— Chace...— mi amigo está sacando más cotufas del microondas.
¬— Que...— me repite con el mismo tono tímido que yo utilicé.
— Idiota. Chace, Marcie y Amelia me han dicho algo que me dejó pensando mucho.— comienzo a enroscar un mechón de mi pelirrojo cabello entre mis dedos.— ¿Por qué tu confías más en mí para contarme las cosas que en ellas?
Chace se detiene y se nota como todos los músculos de su espalda se tensan. Toma una profunda respiración antes de darse la vuelta para quedar en frente a mí.
— Beck... verás.— Mete sus manos en los bolsillos de su pantalón.
— No, se directo.— Lo interrumpo.
— De acuerdo. Mira Beck, en verdad las quiero muchísimo a las tres.— Vuelco los ojos porque en realidad no es eso lo que me importa, y comienzo a golpear con mi dedo índice la mesa de modo impaciente, él se da cuenta y continúa.
— Verás, por alguna razón te tengo más confianza a ti, no se porqué, pero con Marcie ni con Amelia puedo soltarme tanto, eres como mi pequeña psicóloga, de hecho, creo que eres la de los tres, nos das los mejores consejos. Ah, y obviamente te cuento las cosas porque no me juzgas, a veces finges hacerlo, pero sé que no es cierto.— Me dirige el guiño de su ojo derecho, y una muy tierna sonrisa.
— Supongo que ellas también ven eso en ti y por eso eres como nuestra confidente.
cuando logró asimilar todo sólo le digo:
— Eres un Idiota, tanto misterio por nada.— Me acerco un poco más a él, y planto una sonrisa en mi boca.— Es más, de ahora en adelante cobraré las sesiones de Confesión, serán 5 dólares, no, como tu eres Chace serán 20. Empecé hoy, así que... ¡PAGA!
Chace estalla en una carcajada y yo solo lo miro con una ceja encorvada, él sabe que le estoy hablando en serio así que luego de que termina su estúpida risa saca su cartera y saca los veinte verdes.
Pero el muy idiota no me los quiere dar y lo pone por encima de su cabeza, obviamente, como soy una enana ¡No lo Alcanzo! Así que busco otro método, me acerco un poco más y coloco mi mano en su pecho, no le quito la mirada de los ojos mientras que él sigue acercándose más a mí.Estamos tan cerca que puedo sentir sus latidos y un poco de su respiración, pero aún no alcanzo el dinero ya que lo puso detrás de mi espalda, creoo que va a acercarse un poco más, pero justo en ese momento suena el timbre y sé que han llegado las idiotas. Aprovecho ese momento de distracción y golpeo con mi rodilla la entrepierna de Chace. Como es de esperarse, me suelta y se encorva gimiendo de dolor mientras grita puras groserías dirigidas supongo que a mí y a su dolor. No pierdo tiempo y le quitó los veinte dólares que tiene en la mano y salgo corriendo a la puerta principal para abrirle a las estúpidas. Funcionó mejor de lo que esperaba.
— ¡HOOLISSS!— chillan ambas en un muy asqueroso unísono.
— ¿Que veremos hoy?— Cuestiona Marcie.
— ¿Ya hicieron las Cotufas?— Dice Amelia.
— The Umbrella Academy.— digo señalando a Marcie.
— Como que si ya no hueles el delicioso olor a cotufas, idiota.— Digo esta vez señalando a Amelia.
Las tres estallamos a Carcajadas y nos dirigimos al sofá de la sala, una vez ya acomodadas llega Chace con una bolsa de hielo en su mano presionándola justo en donde lo golpee. Las tres volteamos en su dirección y nos reímos de lo dramático que es. A lo que el solo responde con un
— ¡MALDITA SEAS BECK, ESA MIERDA DUELE!— Pero sólo consigue más risas de nuestra parte.
— ¡VAYAN A BUSCAR LAS MALDITAS COTUFAS!— Nos grita Chace.
Amelia sale corriendo y en menos de veinte segundos regresa con dos tazas grandes repletas de cotufas. Chace y Marcie están tirados en el piso mientras que Amelia y yo estamos en el sofá. Marcie se levanta, se pierde por las habitaciones y regresa con varias almohadas y una cobija bastante grande. Nos ponemos cómodos y le doy play..........
Resulta que hoy 14-08-2020 comencé a releer esta historia que mi yo del pasado escribió, me siento tan tonta de no haberla apoyado ya ni si quiera recuerdo cuáles eran los planes que tenía preparado para los personajes.
Aún quedan capitulos más por publicar, entiendo que casi nadie Lee está historia pero si hay aunque sea alguna persona además que mi yo del ahora que apoye a la Paula de 16 años, deje su voto y con gusto subiré lo que ella en su momento dejó
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JUZGADOS
Teen Fiction¿De qué sirve vivir sin amigos? Sin tener con quien compartir, por el simple hecho de temer a salir heridos. En arriesgarse a confiar está el secreto de todo, pero cuando las cosas empiezan a salir mal, tu perspectiva debe cambiar. Éramos un grupo d...