Crueles destinos, Traen su recompensa.

Capítulo 5.

Tu aroma.

Samuel era un alfa; que a pesar de su condición psicológica, podría jactarse de nunca haber sentido atracción hacia ninguna aroma de omega, su madre; quien poseía una deliciosa fragancia de bosque fue la unica que podia recordar como "acogedora", pero entre menos tomaba en cuenta a esos chiquillos con aromas frutales; demasiado dulces a su criterio, menos perdía ese aroma que de su madre tenia impregnado en su nariz. Asta ahora.

"am.. ¿Vegetta?. ¿Puedes quitarte la playera? Nesesito revisarte, pero si no quieres esta bien."

Aquel pequeño omega con un aroma unico que nunca había olfateado en nadie, moras silvestre, tan sutil y fuerte como el que una ves fue su madre. Aquel muchacho omega que al parecer era un tipo de sacerdote escondido entre aquellos príncipes y princesas, tal ves había acudido para ayudarle, aun así ese aroma, ese jodido aroma que lo estaba volviendo jodidamente loco.
Aquella voz en su cabeza le pedía, le rogaba desesperado que se lanzara sobre aquel omega y lo marcara como suyo, pero su lado infantil se negaba a hacer algo al respeto y menos escuchar esa segunda personalidad que solo podia salir de noche.

"¡Si!"

Fueron sus palabras ante la incómoda mirada del mas bajo. Sus ojos verdes como un bosque inquieto siendo acariciado por el viento, sus rosados labios, tentado a cualquiera a morderlos y su figura que a pesar de estar cubierta por una molesta bata se veía delicada ante su amatista mirada.

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Rubén en su vida habia sentido un aroma tan arazador como el de aquel alfa, alterando asta sus mas bajos instintos que; por suerte, pudo controlar antes de lanzarse a este con intención de que lo follara, joder que era uno de sus pacientes, no podia; por ética medica, hacer algo así con uno de sus pacientes. Al momento de entra a la sala donde se encontraba samuel listo para su chequeo, el fuerte aroma a mar atropello sus sentidos dejándolo totalmente atontado, tímido y excitado.
La fragancia picante que sólo el aroma a mar, los toques de Calido sol y esa sutil brisa que alguna ves pudo ver con sus ojos, el mar era algo que amaba mas que nada, fue solo una ves la que visitó; junto con mangel, el oseano y desde ese día se enamoro de aquel aroma que ahora hacia estragos en su estomago como una marea inquieta, aguas turbulentas en media tormenta.

"¿Samuel?, am.. ¿Vegetta?. ¿Puedes quitarte la playera? Nesesito revisarte, pero si no quieres esta bien."

Se maldijo a si mismo por aquel comportamiento tan infantil, creyó haber superado esa face de "sumisión" ante alguna alfa pero ahora este alfa le tenia con los vellos de punta.

"¡si!"

Samuel prosiguió a quitarse la parte superior de sus prendas, dejado al pequeño omega sin aliento. Ese cuerpo escultural pidiéndole a gritos que le tocara, llamándolo y tentándolo. Mordió con todas sus fuerzas su labio inferior, tratado de la mejor manera sonreir.

"B...bien, levanta los brazos."

Con estetoscopio en mano, temblando como nunca en que vida comenzó a revisar al alfa. Un chequeó simple, revisión de presión, corazón y pulmones. Algo rutinario, para cerciorarse de que todo fuera bien con el paciente en cuestión.

"M..muy bien, todo esta correcto, nada raro. Tus signos vitales están en perfecto orden... Y creo que eso no te importa he?"

Se sonrojo levemente al ver a samuel que no quitaba la vista de encima, su fuerte mirada amatista clava en su rostro y su cuerpo, cosa que intimidó un poco aquel omega que; bien no era muy tímido, el alfa consiguió sacarle un buen sonrojó.

"Ya puedo irme? Quiero hacer algumas cosas antes de volver a casa."

Samuel se levanto Tan rápido que si no fuera por que ya estaba serca de una pared, Rubén tal ves habría caido de culo con el susto que le dio. Se sentia tan pequeño junto a ese alfa, y eso que su estatura; para ser omega, era fuera de lo comun.

"C..claro, buena suerte."

Después de ese "incomodo" momento samuel salió dejado un atontado Ruén en aquella sala.

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Vegetta después de aquélla pequeña visita con el omega habia tomado una decisión, claro que no el, si no su subconsciente, su parte animal, su lobo interno que gruñía con molestia por que su "ocupante" había perdido tal oportunidad, pero esa noche dejarían salir aquel que todos temían, que todos respetaban y admiraban; o asi era como el lo veía. Dejaria libre a su alfa interno para que dejara de reprocharle mentalmente con aquellos pensamientos tan obscenos y asquerosos que el alfa trataba de reprimir.

Tomo sus cosas y fue rápidamente a casa, dejo a Luzu con la palabra en la boca, quien le habría preguntado amablemente: como había ido su "cita" con aquel omega.
Samul no respondió, y es que ya tenia un objetivo en mente y para ellos necesitaba llegar a casa lo antes posible.

"Esta noche salen los lobos a casar."

Sus ojos parecían mas oscuros de lo normal, una sonrisa que no era suya y un porte digno de cualquier alfa puro. Su meta; aquel pequeños omega.

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Lamento que sea tan corto, el próximo capitulo les recompensare.
Tuve unos problemas, por parte privada mi hijo se enfermo y tube que llegar a estar en él hospital por algunos dias.

Pero bueno, dejado eso de lado, el próximo capitulo sera hard, con violación de por medio.

;aprovechó para decir algo.

FOSTER HIJO DE PUTA!!! TE AMO AUN QUE NO ME QUIERAS CHINGADA MADRE.

asta él siguiente cap.