Crueles destinos, Traen su recompensa.

Capítulo 10

Entre la espada y la pared.

Después de aquel horrible incidente ruben se dio el tiempo para conocer mejor al Rubius de ojos achinados, Willy era un alfa singular, tranquilo y que podía transmitir esa calma a cualquiera que lo necesitará.
Alguien como el mismo rubio oscuro que ahora sentía una extraña atracción hacia aquel alfa atento y tranquilo.

"Me estoy volviendo loco mahel. Creo que me gusta Willy."

"¿El doctor?"

"Ci"

"Joder macho que la tienes difícil"

"Lo se"

"¿Y que vas a hacer?"

"Tomar las cosas con calma, como dice el; tomate tu tiempo."

"Hahahaha tomate."

"¡He! ¡Gulipollas no te rías!"

"Esta bien, no me reiré"

"¿Y lolito?"

Mangel apunta a una esquina en aquel hospital donde se sentía una atmósfera pesada, si no fuera por que era omega juraría que lolito lo quería matar. Pero claro no era asi, solamente vigilaba cautelosamente a su "niña" como le decía al de anteojos.

Claro ya era normal que el enorme pelirojo estuviera tan atento de mangel, pero era .... Incómodo para el omega rubio ya que le causaba sierto miedo esos ojos rojos que parecían tener una enorme sed de sangre.

"Nos esta mirado..."

"Ya me estoy acostumbrado a su presencia hehe"

"¿Que hacen los dos aquí?

" Doctor Willy"

"Hola Willy"

"Hola mangel, hola pequeño."

De la nada apareció aquel que robaba sus pensamiento últimamente, captado inmediatamente la atención del rubio y la desaparición de su compañero de travesuras.

Las grandes manos del alfa acariciaron la larga cabellera del omega, sonriendo con ternura a la ves que rubius imitaba la sonrisa.

"Te besaría ahora mismo, pero estamos en el trabajo, tendrás que esperar a que lleguemos a casa."

La cara de Rubius era de asombro total, sus mejillas sonrijadad y su aroma aflorado como un joven omega de 16 o 17 años recién descubriendo su celo.

"Ah.. Y..yo..."

"¿Nos vemos en mi casa?"

"¡Claro!, digo si..."

Le era algo difícil contener la emoción, ya llevaban mas de 5 meses de salidas sin nada de acción, en cierta forma se desesperaba por lo lento que iban las cosas con el alfa pero se sentía seguro del siguiente paso ahora mas que nunca.

"Hehe eres tan tierno Ruben."

El alfa se tomo el atrevimiento de besar sus nudillos, un acto que para el significaba algo mas que solo una amistad, pero que prefería seguir un ritmó lento; algo que desesperaba al omega en sobre manera.

Luego del beso le siguió una pequeña caricia en su mejillas sonrojadas y una dulce sonrisa. Luego se fue, dejado al pobre de Ruben anonadado, pero ... Feliz.

Claro aquellos actos de afecto no pasaron desapersividos por un alfa de negros cabellos y una mirada amatista que poco a poco se volvía de una tonalidad rojiza, su alfa se sentía irritado, quería destrozar a aquel que se atrevía a tocar al que era "Su" omega. Apretado los dientes y los puños enterrado las uñas en su palma trataba de contar asta un millón para no saltarle en sima al medico de cuarta que quería arrebatarle a su princesa.