Crueles destinos, Traen su recompensa.

capítulo 6.

-El inició 1/2 -

"¡Ah! ¡P..para!, m...Me duele joder.. ¡Ah!"

Gritos, suplicas, golpeteos de caderas y un gruñido animal proveniente de un alfa que gozaba de su víctima, un pequeño omega con trage de cura.

¿como llego a esto?

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Muchos se preguntaban como era que alguien como samuel podia tener tantas riquezas, claro, estaba él echo de que su madre tras su muerte le dejara una millonaria herencia que ella había pasado por alto, la razón, su hijo, la tenia para él y si algún día ella faltaba él tendria él sustento necesario, ya que ella no perdia las esperanzas de que su hijo, su amado samuel pudiera conseguir un buen omega que lo quiciera y cuadra como ella lo había echo toda su vida.

Producto de esa riqueza fue que muchas personas intentaron aprovecharse de su condición, recalcando el "intentaron" puesto que a pesar de su leve "retraso" su parte alfa, aquella de dominaba la noche y hacia de ella su mundo, conseguía desaserse de aquellos que alguna ves intentaron tomar lo que no era suyo, devolviendoles el queño "favor" de una manera mas sanguinaria, y es que para aquel lado instintivo y animal solo cabia él y solo él; Los demas solo eran meras piesas en su juego de ajedrez, aun que existían excepciones a las que su parte buena se negaba a tocar, como al enfermero Luzu; mostrado Inmediatamente que era una excelente persona y no iba tras samuel como muchos otros, o, y ese omega el cual ahora iría a visitarlo solo para molestarle un poco.

(...)

Ya todo estaba listo, respiro profundamente colocando el CD de música que habia guarado de su madre, una balada de tambores resonantes que llenan aquel solitario cuarto de tonos pastel y toques de marmol, algo arcaico pero lleno de clase.
Hizo tronar sus huesos, despojándose de todas sus prendas, quedando solo en ropa interior. Su parte aumento y su musculatura se hacia notar, aquel cuerpo que hace años fortaleció y esculpió con sangre y sudor, ahora, frente a un gran armario; el cual abrió con cuidado, dejado ver un traje de tonos morados echo a la medida solo para samuel, para el alfa Samuel.

(...)

Suspiró totalmente agotado, su cuerpo entero le dolía y su omega interno aun estaba algo inquieto por lo que había sucedido en la mañana, tal ves una visita a la parroquia del pueblo calmaría su extraño comportamiento de hace algunas horas; que culpa de aquel alfa, le había dejado realmente mal

Luego de entregar los papeles correspondientes a cada paciente que había atendido al doctor Auron, y buscar a Mangel en cada rincón de aquel hospital, se entero que había sido atacado por uno de los pacientes gracias a uno de sus nuevos compañeros Guillermo.

"Soy willy para los amigos, puedes llamarme así."

Willy, era un alfa muy admirado, su porte impecable, y educado, seductor para muchos, poseedor de unos increíbles ojos color esmeralda tan similares a los de rubén, solo que estos eran de un tono mas oscuro y frío, del porte de un alfa; cabello rubio y al parecer un fanático del color verde.

"Dijo El doctor Aurora, que tu amigo el omega fue llevado a un hospital por el ataque de uno de los internos, no se quien fue ni que le hizo, pero creó que no fue nada serió. Así que tu tranquilo ¿vale?."

Él Alfa en un afán de mostrar su apoyo al menor, rodeo su brazo contra su cuello asercadose peligrosamente al rostro del omega. Rubius podría persivir claramente sus feromonas; una mezcla de un bosque húmedo y la sutileza de un fuerte roble. Tenía unos sutiles tonos que si tomabas atención podias perderte en aquel bosque de robles gigantes mientras aquellos ojos verdes te rodean y nublaban tu visión, era como perderse para nunca mas volver.