✪Pensamientos de un niño rico✪

480 42 17
                                    

Quizás algunos ya necesitan saber la verdad sobre algunas cosas de esta historia. Esta vez, me dirijo directamente a vosotros y a vosotras, todo para contaros la historia de un niño.
Y no un niño cualquiera... Un niño que ha tenido que ver mucho con la historia de nuestra querida protagonista.
Un niño rico, que pasó de ir por el camino de la luz, a dirigirse al camino de la oscuridad.
Muchos tendréis dudas sobre este personaje, muchos querréis saber qué colores oculta este chico. Quizás ya sea hora de mostraros quien es en verdad...

Orfeo D'Angelo.

[...]

Nos vamos al centro de la ruidosa ciudad de Nueva York, un complejo de apartamentos lujosos donde solo la gente más pudiente podía permitirse vivir en uno de esos hermosos apartamentos, un modelo, de veintitrés años, de cabello marrón y ojos grises, estaba sentado en uno de sus cómodos sillones, observando fijamente en dirección al gran ventanal. Sus piernas cruzadas, y en su mano derecha, un cigarrillo que mostraba como la ceniza estaba a punto de caer.
Y aunque al principio se podía creer que estaba tranquilo, todo el desastre que mostraba su hogar, no decía lo mismo: Mesas caídas, cristales rotos por todo el lugar, sofás resquebrajados y fotografías y cuadros destrozados...

Aunque ahora, después de la ira, el silencio estaba presente, la mirada del chico estaba mirada perdida en las luces de la ciudad, y sus pensamientos, eran tantos que la calma del lugar era totalmente aplacada.
Y el sutil movimiento de su pierna de arriba abajo, hacía destacar que el de ojos grises, no estaba para nada tranquilo.

¿Por qué debía ser tan duro? ¿Por qué tenía que dejarla marchar? ¿Por qué no pudo haber sido más fuerte a las tentaciones?

º º º º º º

Allí, sentado en uno de los sillones que no había destrozado con mis propias manos, suspiraba suavemente, dejando que el cigarrillo en mi mano se consumiese por sí mismo.
Yo no deseaba que ocurriese aquello. Todo lo que deseaba era estar con ella. Todo se había complicado porque había dejado que esas voces me sedujesen.
Todo había empezado aquel día... Aquel día cuando encontré ese anillo.

[...]

Recuerdo la sensación que tuve. Aquella noche, estaba dirigiéndome a mi apartamento, después de haber dejado a Caeli sana y salva en su hogar.
Y cuando llegué a mi casa, sentí un agradable escalofrío que me hizo temblar.
Una voz me llamó, pidiéndome que fuese a ella, guiándome por el pasillo de aquella casa que conocía tan bien después de vivir en ella cuatro largos años.
Las pisadas, recuerdo como a cada segundo, eran mucho más rápidas.

El peso en mi pecho me hizo sentir abrumado, recuerdo como mi corazón latía frenético por ninguna razón en cuestión. Y recuerdo como al llegar a mi habitación, mi pecho se comprimió y me obligó a arrodillarme fatigado.
Una sensación aplastante me había obligado a agacharme, y cuando alcé mi mirada y vi aquel objeto en mi mesita de noche. Toda horrenda sensación desapareció, y como una persona que ve un oasis en el desierto después de días sin probar gota de agua, gatee hasta tomar el pequeño objeto entre mis manos.

No sé como pudo llegar a mí, no tengo idea de como ese maldito anillo de profundo color negro y marcas plateadas apareció en mi habitación.
Solo sé, qué tras encontrarlo, todo cambió.

Mi vida dio un giro descomunal, toda mi realidad, todo lo que creía real. Se derrumbó. Descubrí los secretos de la magia. Las voces me hablaban siempre, me contaban cosas, me hablaban de historias de demonios y deidades, nada de lo que yo o nadie hubiese podido escuchar jamás, historias olvidadas, de otras vidas, de criaturas que, jamás imaginaría que pudiesen existir...
Y cosas, que me hicieron estremecer, como la revelación de que... la raza humana, hacía milenios, había sido exterminada por un dios rencoroso, un dios despiadado. Me mostraron imágenes de aquel ser...

My Demon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora