Para Eileen los días en la Mansión Malfoy pasaron más rápidos que en Cokeworth. Durante aquellos días se puso al corriente con Draco, hablaron del verano, pero sin nombrar al Señor Tenebroso. Eileen no podía decir nada sobre la Orden, eso era obvio, pero tampoco quería hablar de aquel mago tenebroso que atormenta sus días.
Le explicó a su rubio amigo que Snape no la había dejado salir por precaución y también le contó sobre su pelea. Draco también le contó sobre sus vacaciones, que él y Bella tampoco habían salido, solo habían ido a la Mansión de los Parkinson y los Zabini uno de esos días.
Él tampoco dijo nada respecto al Señor Tenebroso.
Eileen también intentaba evitar a Bella, y la rubia la evitaba a ella; desde que Bella Malfoy delató su enamoramiento hacia Harry Potter, Eileen pensó la teoría de que si ambas se encontraban en la misma habitación tal vez Bella creía que ella iba a hablar.
Pero ella no lo haría. Si bien Bella no le agrada del todo, ella cumple sus promesas: ella prometió no hablar respecto al tema y piensa cumplirlo. Además de que lo último que ella quería era que si le contaba a Harry el pensara en el tema y termine interesado en la chica Malfoy, qué horror.
En los últimos días de vacaciones, tres majestuosas lechuzas llegaron a la Mansión Malfoy. Dos de ellas entraron a la habitación de Draco, ya que él y Eileen estaban jugando al ajedrez mágico. Cada una de ellas les acercó un sobre y luego de recibir una golosina a cambio volvieron a volar hacia la ventana.
—Al fin, creí que se habían perdido. —dijo Eileen abriendo su carta —No hay muchos cambios, sólo dos nuevos libros...
—El libro reglamentario de hechizos, nivel 5, de Miranda Goshawk y Teoría de magia defensiva, de Wilbert Slinkhard. Es una rara elección de libros.
—Bueno, no me importa. Solo espero que este nuevo profesor o profesor sepa dar clases decentemente.
Eileen se alejó del tablero y se echó sobre la cama del rubio. Draco se quedó en silencio unos segundos para luego soltar una pequeña risa.
—¿De qué te ríes, Draco?
—Me nombraron prefecto de Slytherin, Leen.
La castaña se acercó a él y tomó la insignia verde que decía Prefecto, sonrió y lo abrazó.
—¡Felicidades, Draquito!
—Grácias, no me digas así.
Permanecieron abrazados unos segundos más y cuando se separaron unos centímetros, Bella entró a la habitación.
—Draco, ¿tu...? —los mira abrazados, con el ceño fruncido —¿Qué están haciendo?
—Estabamos besandonos, Bella. —dijo Eileen con sarcasmo, pero tanto ella cómo Draco estaban ligeramente sonrojados.
Ambos se separan, Bella rodó los ojos e hizo un gesto de asco.
—¿Qué sucede, Bella? —preguntó Draco sentándose en su cama.
—¿Tu carta dice que eres prefecto?
—Así es, ¿tú también?
Bella apartó la mirada y con un mohín en los labios dijo:
—No.
Entonces Eileen soltó una risa. La cara de molestia de Bella le parecía muy divertida. Antes de que la rubia replicara, la señora Malfoy los llamó para almorzar, bajando la escalera Eileen aún reía detrás de Bella. Cuando llegaron al comedor, la señora Malfoy estaba sentada en un extremo, en el otro el señor Malfoy, a sus costados se sentaron Draco y Bella y enfrente de ellos Eileen, cerca de la señora Malfoy.
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The Princess of Slytherin (En pausa temporalmente)
Fanfiction¿Severus Snape con una hija? No serían los únicos en entrar sorprendidos. Eileen Snape, hija del murciélago de las mazmorras y una muggle muy alegre. Esta sarcástica chica convive tanto con Serpientes como con Leones, Tejones y Águilas, aunque sus...