Travesuras.

39.7K 319 121
                                    

- ¡No espera detente! - comente mientras me quitaba de encima ese pesado cuerpo con aroma a madera mojada.

- ¡Vamos con calma! - exclame. Él se detuvo cuando escucho mis palabras y se incorporo un poco en el espaldar de la silla.

Se acomodo su paquete a través de los vaqueros y resolvió mirarme en plan de suplica.

- ¿Qué sucede angélica? -
- ¿Por qué me detienes justo ahora?preguntó un tanto confundido por lo que estaba sucediendo.

No pude responder a su pregunta, sin embargo pude mantener la mirada junto a la suya, esperando a que al menos mi respiración se calmara un poco y el aire de la biblioteca llegara hasta mis pulmones.

Me aleje un poco de su contacto físico para poder seguir respirando, tratando de normalizar mis precipitadas pulsaciones cardiacas.

Y es que estar a su lado me convertía en un manojo de nervios, y no porque estuviera enamorada; no, eso no, la cuestión es que el lograba despertar algo en mi interior, una personalidad totalmente diferente a la que estaba acostumbrada, sentía como si un chip en mi cabeza fuese cambiado por la “chica sexy”, la que no tenia miedo a experimentar, la que estaba dispuesta a todo, aquella chica que era valiente, todo lo contrario de mi verdadera personalidad.

Que si bien es bastante callada y tímida, a eso debía sumarle el hecho de haber sido dañada en años anteriores y por personas que decían quererme.

Es por eso que también me es difícil entregarme a un hombre, porque ellos son animales, animales salvajes! 

Que van por la vida cazando, buscando a la siguiente presa, aunque en ocasiones las presas van en busca del cazador, como en este caso me encuentro yo, asustada, pero excitada.

Queriendo salir libre de mis demonios, y volver a irradiar la alegría que tan bien me caracterizaba en épocas de mi niñez.

Si ya se que debo dejar ir mi pasado, pero para que eso suceda debo abrirme también a nuevos horizontes, convertirme en la “chica sexy” que este chico logra sacar con tan solo una sonrisa, con una mirada, con el roce de sus dedos en mi cuello y en cualquier otra parte de mi cuerpo, y puede que él no vaya a estar conmigo para toda la vida pero quizás, muy en el fondo sea el liberador de mis cadenas y logre al fin sentirme libre.

- ¡Angélica! – exclama el chico mientras golpea con fuerza la madera de aquella mesa.

- Dime te pasa algo, he hecho algo malo –

- No… no – contesto cabizbaja.

- Es solo que estaba pensando en las cosas que han sucedido en mi vida-

- Además tu no tienes la culpa de mis inseguridades, te he traído hasta esta biblioteca con la esperanza de entregarme a ti y sin embargo lo único que has conseguido es que me cierre en mi misma y te deje tan caliente como el sol, de veras perdóname – ¡suplico!

- Ay preciosa no tienes porque pedir disculpas, sea lo que sea que te haya pasado los dos podemos enfrentarlo – dicho esto se acerca un poco a mi y retira de mis mejillas aquellas lagrimas de dolor.

- Ven, abrázame –

Los dos nos envolvemos en un cálido abrazo de reconciliación prematura y luego de unos segundos siento como su amiguito vuelve a despertarse.

Él por su parte ríe por lo bajito, mientras busca el camino que va directo hacia mis labios, logrando ocasionar sensaciones de nerviosismo en mi cuerpo, es como si tuviera un mini terremoto en mi cuerpo, todo vibra al ritmo de los corazones y la llama de la pasión comienza a propagarse, ocasionando que me sienta invadida por otra persona.

Y eso me gusta, sentirme deseada, saber que él y su amiguito juegan con mi cuerpo como si de una muñeca se tratara. 

ORGASMOS MULTIPLES (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora