ORGASMOS MULTIPLES (+18)

Nuestra última etapa.

Blog número 24.

"La balanza del universo siempre le dará a cada cuál lo que se merece."

Esa fue una frase que mí mamá siempre me recalcó cada vez qué veíamos las injusticias en la televisión. Y es por eso que crecí con un sentido de justicia bien impuesto.

Me presento ante los nuevos lectores, mi nombre es Adromeda y he estado publicando pequeñas vivencias de alguien que ha sido víctima de un hombre machista y obseso por el sexo.

Los que son viejos saben a qué me refiero. Y los que no pués ya se irán dando cuenta del porqué de mis palabras.

En está parte de mí vida vamos a deleitarnos con la venganza, una qué más qué una venganza cruel y vil es más bien una forma de enseñarle a Ricardo (Esposo) lo frustrante que fue para mí encontrarlo en la cama con otra mujer.

No sólo me las pude cobrar del maldito sino que al mismo tiempo logré gozar de una deliciosa verga. Una que supo calar hasta lo más profundo de mi logrando sacear la sed de placer qué esté miserable hombre jamás pudo.

[Qué comience el juego.]

—  pero que coño haces Ricardo.— le digo mientras dejó caer mi bolsa al suelo y veo con indignación cómo una mujer de tez blanca y cabello rojo le práctica un oral.

Los dos cuerpos sobre mi cama se giran al unísono tratando de esconder sus pieles aúnque ya es demasiado tarde. La imagen de ese repugnante día aún sigue en mi mente.

{Se detiene un momento para inhalar de nuevo el cigarrillo y proseguir con el relato de está noche.}

Giro sobre mis talones y voy en busca de la puerta cuándo Ricardo me detiene por el codo y me pide unos minutos para explicar todo lo visto.

— suéltame imbécil. — le gritó llena de rabia y con lágrimas en los ojos.

— no te vayas cariño, deja que te explique. — repica el imbécil tratando de hacerme entrar en razón

Cómo puedo me suelto de su agarre y con un jarrón qué tenía en la puerta de la habitación se lo parto en la cabeza

El pobre cae de rodillas auyando de dolor a causa del golpe. Yo no me detengo a ver si de verdad lo he matado y salgo disparada de ese lugar...

No me importa lo qué le pase a ese perro rastrero. Para mí ya está muerto, y por mí los dos se pueden ir al demonio.

Probablemente ustedes queridos oyentes piensen que ha sido un acto demasiado violento para lo que me ha pasado, pero sin embargo es lo mínimo que merece alguien como él.

Y yo pensando qué íbamos a formar una familia, que estúpida me vi creando esas absurdas imaginaciones.

A cada paso qué daba en mi andar de mujer traicionada seguía reviviendo una y otra vez la escena en mí mente.

Basta decir que muchas personas preguntaron acerca de mi extraño comportamiento, pero decidí guardar silencio y seguir  caminando bajo la intensa lluvia para tratar de aliviar y de limpiar la suciedad que ese hombre dejo en mi. 

Al cabo de unas horas caminando bajo la lluvia me percate de algo muy relevante, y es que la traición es un plato que se sirve frío y con ración doble. Tendría que jugar muy bien las cartas para obtener la venganza que ahora me encontraba planeando.