ORGASMOS MULTIPLES (+18)

Cumshot

Después de medía pandemia he vuelto a publicar, de seguro debo de ser el peor escritor del mundo, pero tengo buenas escusas. Sin embargo HE VUELTO, Y ESO ES LO IMPORTANTE.

POSDATA: Le debo la segunda parte de la historia anterior.

⊙.☉

[Cumshot.]

Siempre había visto a la amiga menor de mi hermana con ojos de amistad, pero una noche todo cambió, debido a qué mientras escuchaba los gemidos de la actriz porno, también pude percibir un gran estruendo en la planta baja de la casa.

Me dispuse a detener el vídeo y como si fuera un espía de la KGB me dirigí al lobby de la casa en puntitas, tratando de hacer el menor ruido posible, ya que mi hermano Estefan dormía y mañana debía ir a clase.

El reloj de péndulo marcaba las dos menos quince cuándo otro ruido proveniente de la cocina se volvió a escuchar tan fuerte y claro como el agua.

Parecía como si fueran gemidos, o al menos eso creía yo, ya que aún me encontraba en un estado de excitación prematura, un tanto por el vídeo y otro poco por el ruido. En mí mente revoloteaban varias hipótesis.

Tal vez fuera un ladrón, o una rata, o hasta un fantasma. Las posibilidades eran infinitas.

Descendí las escaleras en un santiamén y me arme con un bate de beisbol, este sería el momento desicibo, si era un ladrón, lo golpearía o moriría en el intento, si era una rata, acabaría con ella o destrozaría la cocina.

Y si en determinado caso fuera un fantasma, me temo que pasaría al plano espiritual de la forma más cobarde, y tonta de todo el mundo.

Coloqué mi espalda contra el muro de la pared principal que dividía el lobby de la cocina y me quedé quiero por lo que fueron unos segundos, no escuché nada, y eso me sorprendió en gran medida. Seguí quieto, como fusionado con la casa y hasta la respiración se aminoró drásticamente.

Por fin me arme de valor y con bate en mano, salí detrás de la pared decidido a acabar con lo que estuviera en la cocina; sin embargo todas las hipótesis fueron desechado al instante cuándo me percate de lo sucedido.

Era ella, la amiga de mi hermana, una chica morena y de labios rosados, su nombre me pareció haberlo escuchado antes, creó qué se llamaba Brenda, ya que mi hermana le llamaba "Bren" de cariño.

Aunque menor o mayor su cuerpo inspiraba pensamientos lujuriosos, siempre que iba a casa, tenía alguna prenda que dejaba ver más de lo habitual, y es por esa misma razón que la observaba en silencio.

De hecho una ocasión sin querer la vi en ropa interior, debido a qué iba al cuarto de Stella para buscar mi MacBook y ella se estaba cambiando, después de ahí jamás volvimos a cruzar palabras, hasta aquella noche, donde las palabras salieron sobrando y el placer fue el método de comunicación que utilizamos.

De regreso al presente me encontré con una escena lésbica bastante estimulante. Y es que ver a mi hermana con su amiga tocándose sus partes íntimas semidesnudas logra excitar a cualquier y más si una de ellas te mira con deseó.

El bate se resbaló de mis manos y logró sacarlas del trance donde estaban bien metidas, ellas voltearon a verme y mi hermana solo dijo en tono seductor: