17

12.5K 100 17
                                    

16

Faltaban tres días para mí cumpleaños número diecisiete y estaba tan emocionada como aquella Navidad, en donde mí padrino llego a casa trayendo consigo el mejor regalo de toda mi vida.

Recuerdo todo como si hubiese sido ayer. Aunque con el tiempo también aprendí que los regalos pueden ser un arma de doble filo. Y es qué todo inicio la mañana del 25 de agosto del 2016.

Yo estaba durmiendo en la alcoba cuándo en la planta baja se escuchó el estruendo como de un perro, un poco raro pensé ya que no teníamos perro y por alergias de mí mamá eso no sería posible.

Al menos no con mí madre en casa.

« Maldición. »

Al poco tiempo de despertarme también lo hizo el pequeño despertador de manecillas que soñaba conmigo todas las noches, y es que según mi abuela este despertador tenía una gran historia que en algún tiempo ella me la contaría.

Pasada casi media hora ya estaba en camino hacía el comedor cuándo vi de reojo lo que era un perro husky de orejas negra y ojos de heterocromia, EL AMOR echo perro.

– ¡Pero que preciosura de perro! – grite cuándo lo vi por primera vez.

Todos se voltearon a verme y con gran escrutinio me miraron como si no me reconocieran. Es como sí la persona que estaba allí no fuera la misma que se había ido a dormir la noche anterior.

Pero no sé preocupen que todo tiene una explicación lógica.

*_*


El amor que comencé a sentir por estos animales fue  en el verano del 2014 cuándo mi familia me llevo de vacaciones a las playas de Málaga en España.

Dónde por cierto fue la primera vez que conocí al fin el mar, mis amigas de las redes casi todo el tiempo me enviaban sus fotos en las distintas playas del mundo y hasta me invitaban a pasar unas vacaciones con ellas pero debido a mí nacimiento anticipado en este mundo, tan solo contaba con 14 años; lo que se veía traducido en una libertad limitada.

De broma me dejaban salir sola a la panadería.

« Se ríe locamente »

[Nota especial]: Mi nombre es Andrea Mossen, vivo en España desde hace casi 6 años, mí familia y yo su única hija, salimos huyendo de Oriente Medio por el gran conflicto bélico qué en esa parte del mundo se ha suscitado hace más de 200 años.

Actualmente tengo 16 años y voy a una escuela como cualquier adolescente pero con la ligera variación de que yo soy la única extranjera en mi clase, algunas personas me ven con ojos de rechazos pero otros son son más educados y no me hacen mala cara cuándo pasó cerca de ellos.

« Que Ala los bendiga a todos, incluso a esos que me detestan. »

Cuándo llegué a este país me fue muy difícil adaptarme a esta nueva sociedad, pero poco a poco fui tomándole el ritmo a esta ciudad y a sus habitantes.

De hecho hasta hice algunos amigos. Sin embargo por algún motivo que aún no puedo comprender seguía sintiéndome triste y con un carácter del demonio.

De hecho tengo que confesarles a ustedes, mis queridos lectores anónimos, que en ocasiones me dan ganas de acabar con mi vida. Y todo esto a causa de las secuelas que dejan años de guerra.

Fueron tantas las cosas que nos sucedieron en ese país, que el simple hecho de volver a revivirlas caigo en la depresión de siempre.

ORGASMOS MULTIPLES (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora