My King ᵏᵛ

t w e n t y n i n e

Todo su cuerpo dolía por el viaje a caballo de regreso a Yagakima, pero ya nada le quitaba la sonrisa en su rostro, incluso cuando luego de buscarla por horas, encontró a su madre llorando en medio del jardín

— ¿mami? 

Hyerin se dio la vuelta con una sonrisa en su rostro y secó sus lagrimas: — Tae cariño, volviste

Taehyung corrió hacia ella para abrazarla con fuerza, provocando más lagrimas en su madre

— ¿que hacías aquí llorando? — preguntó Taehyung, tomándola de los hombros suavemente

— oh nada, solo te extrañaba — Hyerin rió nerviosa, quitando el maquillaje corrido de sus pómulos

— regresemos adentro, nos espera un gran banquete — el Omega tomó su mano y su madre lo siguió 

Taehyung estaba apunto de insistir en preguntarle lo que le ocurría ya que la notaba diferente, hasta que su madre habló

— ¿banquete? ¿Tu padre organizó un banquete? — preguntó, tratando de sonreír

El rubio asintió, sonriendo de oreja a oreja inevitablemente

— ¿cual es la razón? — preguntó ella — Digo, está bien que lo haga, pero es algo raro en él... Taehyung, te noto más sonriente que nunca. ¿Ocurrió algo en Yangma? Cuéntame todo

El rubio, de manera muy emocionada le dijo: — ¡Jungkook y yo tendremos cachorros mami! ¡Serás abuela! 

Hyerin se contagió de su sonrisa: — ¿¡enserio!? — su hijo asintió — ¡oh cielos! ¡felicidades amor! — su madre besó sus manos y comenzó a sollozar

— ¿mamá, todo está bien? — preguntó Taehyung entre risas

— creces muy rápido cariño. Aun recuerdo cuando empezaste a gatear y ahora mírate, serás padre y criarás cachorros — limpió las lagrimas del borde de sus ojos

En cuanto llegaron a la sala principal donde se llevaría a cabo el banquete, su padre volvió a abrazarlo, muy feliz de ser abuelo. Luego, Jungkook les presentó a su hermano menor y los cinco se sentaron a comer

Comieron, charlaron, rieron y compartieron un momento juntos. No fue hasta luego de un largo tiempo que Taehyung notó la ausencia de Jimin.

— ¿podrías llamar a Jimin? gracias — le pidió amablemente a una de las Omegas que le servían

— Jimin no está — respondió ella

La sonrisa de Taehyung desapareció de su rostro automáticamente al igual que su buen humor, cambiando el ambiente en la mesa por completo: — ¿cómo que no está?

La Omega miró a los reyes y Taehyung le siguió la mirada, observando en especifico a su madre

— ¿a donde está Jimin? — preguntó con el ceño fruncido

Sus padres se lanzaron miradas, Hyong le frunció el ceño a Hyerin y esta solo apartó la mirada. Jungkook frunció su ceño y Yeonjun dejó de comer por la tensión en la mesa.

— ¿que le hicieron a Jimin? — esta vez la voz de Taehyung tembló al igual que sus manos

— no le hicimos nada — respondió su madre rápidamente, alzando su mirada

— ¿¡entonces porque no me contestan!? — gritó Taehyung, levantándose de la mesa de golpe. Asustando a Yeonjun

— amor... — Jungkook se levantó a su lado para calmarlo

— ¡a donde demonios está Jimin! — volvió a gritar

De nuevo, nadie le respondió

Harto de todo, Taehyung se fue de la mesa sin decir nada más, dirigiéndose a la habitación de Jimin para buscarlo, seguido de Jungkook.

Tiró la puerta y sus ojos se llenaron de lagrimas cuando no encontró nada ahí. Ni su cama, sus libros, su ropa, su escritorio... no había nada y la gran mayoría de cosas estaban cubiertas con polvo. Como si el lugar estuviese así desde hace tiempo.

Taehyung comenzó a llorar

— Jiminnie — chilló mientras daba vueltas en todo el lugar — Jimminie a donde estás, ¿porqué te fuiste?

Jungkook mordió sus labios y entró a la habitación con él, rodeándolo con sus brazos con fuerza, sintiendo el terrible dolor que su Omega sentía

— a donde está, a donde se habrá ido — preguntó entre sollozos Taehyung

— Taehyung... — su madre apareció junto a ellos

— ¡no te atrevas a entrar aquí! — le gritó Taehyung — ¡te conozco muy bien! ¡Sé hasta donde puedes llegar!...

Su madre dio un paso al frente: — Taehyung, no le hice nada...

— ¡si lo hiciste! ¡Sé que odias a Jimin y no tengo idea del por que, pero estoy muy seguro de que tu le hiciste algo! — el rubio se apartó de Jungkook para encararla

Su madre suspiró profundo y trató de calmarse: — así como le dije a tu padre, yo no le hice nada a Jimin ¿ok?. Él solo desapareció...

— oh si, que lo digas de esa manera lo hace ser muy creíble mama — Taehyung se cruzó de brazos

— y-yo vi algo — una Omega se asomó en el pasillo en la habitación, con la cabeza agachada, tímida

— ¿v-viste algo? ¿Algo de Jimin? — preguntó Taehyung, acercándose a ella

La Omega asintió y carraspeó: — vi... hombres, caballeros. Se lo llevaban arrastrado, parecía estar muy dormido como para no darse cuenta de lo que pasaba

— te lo dije, no fui yo — dijo Hyerin

— pudiste haber mandado a esos caballeros — refutó Taehyung con el ceño fruncido

— oh n-no no, el escudo en sus uniformes no era el de Yagakima...

Todos fruncieron su ceño, Jungkook se acercó a ella

— ¿quieres decir que fue alguien de otro Reino quien secuestró a Jimin? — preguntó, la Omega no supo que responder y comenzó a tartamudear — si puedes recordar algo de ese escudo en sus uniformes seria genial — se dirigió hacia Taehyung — desplegaré tropas para buscar a Jimin amor, no te preocupes

Taehyung asintió, mientras fruncía su ceño hacia su madre

— hasta que no vea a Jimin de nuevo sano y salvo, seguiré creyendo que eres tú mamá — gruñó Taehyung antes de irse de la habitación

El rubio se fue a llorar a su habitación al igual que su madre. Jungkook comenzó con la investigación para buscar a Jimin por todo el Reino y alrededores, sin embargo, debía expander sus tropas mucho más allá de Yangma para dar con él

En Hagami, a miles de kilómetros de Yagakima, se encontraba Park Jimin, apenas despertando del golpe que le dieron de la cabeza.

Se quejó en voz baja cuando comenzó a despertar, sintiendo un horrible dolor punzante en su nuca. Se levantó poco a poco del suelo y al abrir sus ojos por completo, se llevó el gran susto de su vida al verse en medio de una gran y hermosa habitación, sobre una cama.

Su respiración se entrecortó y su corazón latió a  toda velocidad sin saber a donde se encontraba.

— veo que ya despertaste 

Jimin chilló al escucharlo, no lo había notado antes. Sus ojos comenzaron a lagrimear al reconocerlo

— Y-Yoo — intentó pronunciar su nombre

— perdona la forma en como te traje, fue algo rudo y sin estilo, pero prometo que no volverá a pasar. Te protegeré a toda costa lindo — El pelinegro comenzó a acercarse a él, sentándose a su lado para extender su mano y tocar su mejilla

Jimin tragó saliva y sonrió suavemente: - Yoonie