t h i r t y o n e

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— ¿p-pero como? p-porqué?... — Jimin tembló ante su tacto.

— cuando tu última carta llegó a mis manos, Hoseok me advirtió que La Reina te había descubierto e incluso te amenazó — acarició con parsimonia su cabello y mejillas — cuando leí lo que escribiste supe de inmediato que ese no era el Jimin que conocía. Me preocupé mucho por ti cuando no supe nada y me enojé con los Kim por lo que te hicieron — Yoongi se levantó de su lado y dio vueltas en su habitación — Taehyung no pudo librarte de esos muros, pero yo si lo hice amor

Jimin recordó al rubio, se levantó rápidamente de la cama: — ¡Taehyung ya debe haber vuelto a Yagakima! Seguro está preocupado por mi, necesito decirle que estoy bien...

— Taehyung no importa ahora — Yoongi se sirvió un poco de vino — ¿no te das cuenta de lo cruel que es contigo? ¿Porqué esperar luego de su viaje a Yangma para liberarte?  Te da falsas esperanzas solamente

Jimin frunció su ceño: — Taehyung y yo somos amigos de toda la vida, lo conozco muy bien y sé que él no es así. Tiene sus razones para cada cosa...

Yoongi le dio un sorbo a su bebida y dejó el vaso de cristal en su escritorio, sonriendo: — es lindo que lo quieras tanto hasta el punto de no darte cuenta de lo que en realidad pasa. Siempre ocurre, amamos o le tenemos tanto cariño a una persona que nuestra primera impresión hacia ella será buena. Cometerán errores y aun así lo justificaremos por que creemos conocerlos — el pelinegro colocó sus manos en sus hombros, acariciando sus clavículas con sus pulgares —Minnie, nadie conoce al otro más que uno mismo

Jimin no le contestó y bajó su mirada, suspirando. Yoongi levantó su mentón y le sonrió

— no te sientas mal, ahora estás conmigo. Verás que todo mejorará — se acercó a darle un beso en el medio de sus cejas

Jimin se sonrojó cuando su estomago comenzó a rugir con fuerza, se sintió tan débil por no haber comido en un largo tiempo, que su cabeza dolió y estuvo a punto de desmayarse. Yoongi lo sostuvo en sus brazos

— vamos Minnie, hice que prepararan un banquete solo para ti — lo llevó fuera de la habitación

— ¿s-solo para mi? — Jimin sonrió

Yoongi asintió con una sonrisa

Al llevarlo a la sala de banquetes, sus Omegas que le servían le llevaron los platos y postres a la mesa. Los ojos de Jimin brillaron con fuerza, llenos de emoción por ver tanta variedad de comida. Toda su vida se la había pasado comiendo pan, leche y galletas, aquella mesa era el paraíso.

Ni siquiera Taehyung le había ofrecido tanto

Jimin sacudió su cabeza, debía sacar a Taehyung de sus pensamientos de una vez por todas. Se despegó de Yoongi y se sentó en una de las sillas para empezar a comer, el Alfa lo acompañó a la mesa, pero solo se le quedó mirando.

El Beta se sintió algo intimidado: — t-todo es mio, ¿cierto? — preguntó algo avergonzado

Yoongi asintió: — vamos, come

— ¿no quieres un poco? — preguntó el pelinaranja

Yoongi negó y acarició su cabello

Jimin sonrió y se concentró de lleno a comer. Comiendo de todo un poco, llenando su plato y mejillas. Luego le dirigió una mirada hacia Yoongi

— te amo Yoonie

— yo también te amo — contestó el pelinegro en un suspiro

¿Era posible que en verdad estuviese cayendo por un plebeyo Beta? Habia algo en Jimin que le gustaba y que no le hacia disgustarse cuando comía con la boca abierta.

Tal vez sus carnosos labios, sus regordetas mejillas, sus pequeños y sonrientes ojos, sus pequeñas manos, su burbujeante trasero... Su gran sonrisa, la manera en como pensaba en los demás antes que él, su amabilidad, su energía...

El General Park se asomó por la puerta, Yoongi lo vio y se levantó de la mesa

— ahora vuelvo mi amor — le susurró al oído para después besar su mejilla

Ambos Alfas caminaron lo suficientemente lejos para que nadie los escuchara.

— ¿como va? — le preguntó

— bien, está bien...

— hablo del plan, no de Jimin

— oh... — Yoongi carraspeó — si, va bien. Solo un poco más y se olvidará de Taehyung

— perfecto. Si ocurre algo por favor avísame

Yoongi asintió y volvió con Jimin para sentarse a su lado. Lo que había comenzado como solo un juego, como una aventura para él, ahora se tornaba serio.

Al salir del del castillo en Hagami, se le fue notificado al General Park la confirmación de que el rey de Yangma había muerto y que Jungkook se encontraba allá. Todo iba de acuerdo al plan y ahora se suponía que Taehyung estaría sin su Alfa en el castillo, desprotegido y a merced de cualquiera

Sin embargo, no fue así. El Alfa entró en ira cuando se enteró que Taehyung ahora viajaba a Yangma, pero de inmediato buscó una solución para ello.

La luna no tardaba en salir y la oscuridad también, si Taehyung se encontraba en el bosque  sería un blanco fácil. Era solo un simple Omega acompañado por un cachorro. Las posibilidades de fallar ahora eran nulas

O casi nulas

My King ᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora