El conejito que no se sentía suficiente

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En un palacio se encontraba la maravilla más hermosa antes vista, un trono, hecho con flores hermosas, un asiento de un fino algodón, y sobre el caia unas ramas frondosas que lo cubrian del sol, dos grandes arboles con deliciosos frutos de toda clase, pasto fresco y el olor a lluvia se sentía en todos lados. Cuando llego la hora de repartir las labores, Dios se levanto y miro al perro antes que a todos, le dijo:
-Tú seras el mejor amigo del hombre, lo cuidaras y lo protegeras de cualquiera que quiera dañarlo.
-Si mi señor- dijo el perro
-Usted señora vaca y señora cabra- dijo Dios mirando a estas- se encargaran de proveerles leche, que pronto ellos podran convertir en queso, crema y otros más
-Si mi señor- dijeron mientras se retiraba
-¿Y yo mi señor?- gritaba el conejito desde atras, pero parecía que Dios no lo escuchaba
-Señora gallina, usted los huevos creará- dijo Dios rerumbando las paredes con su gran voz
-Doña paloma, usted los mensajes enviará
-Si mi señor- dijo mientras volaba alto
-¿Y yo mi señor?- preguntaba y preguntaba el conejito pero Dios continuaba hablando sin siquiera voltear a verlo
-Don burro- le dijo Dios a este- usted se encargará de ayudar al hombre a transportar sus cosas, así como el caballo, que transportara a las personas, pero usted como se caracteriza por su gran fuerza y resistencia, le tocara el trabajo pesado- dijo Dios un poco apenado por no darle un trabajo más fácil
-No se preocupe mi señor, yo con gusto le ayudare a mi amigo el hombre
-¿Y yo mi señor?- decía el conejito
-Usted señor Buey, ayudara en el arado
-Si mi señor- y se fue contento a trabajar
El conejito al ver que Dios se había olvidado de él decidio irse, pero antes de cruzar la puerta, la voz de Dios resono en todas partes
-Conejito, ¿a dónde vas?, ¿no creeras que me he olvidado de ti?- el conejito corrio y se puso a los pies de Dios, este lo alzó en sus manos y por a través de su ventana le mostro una imagen que lo hizo temblar, eran choques, por todos lados, familias quebradas, seres queridos bajo los escombros, otros irreconocibles, unos tantos afortunados solo tenían lesiones leves, pero aún así el miedo los paralizaba
-Eso que ves ahí, sera lo que pasará en el día de mañana, tu trabajo es evitarlo
-¿Pero cómo?- pregunto el conejito- yo soy pequeño, pudo haberle dicho al León o tal vez al elefante, pero ¿por qué a un simple conejo?
-Es que no eres siemple, eres quien puede cambiar esa predicción, pero ten cuidado, tal vez que hacer cosas riesgosas, pero estoy seguro que lograrás lo mejor para todos ellos- dijo Dios mientras lo mandaba de regreso a la Tierra.
Observo a su alrededor, la carretera tenía que pasar si a casa quería llegar, vio verde por todos lados, tomo una lechigüilla para el camino y continuo pensando
El conejito pensaba y pensaba en una forma de evitar lo que para el siguiente día sería una catástrofe, de camino a su casa se encontro con la cabra y el cabro
-Hola conejito, nos enteramos de tu misión- dijo el cabro
-Lo harás bien querido, ten fe- dijo la cabra

El conejito solo asintio, no podía articular palabra, derrepente sintio que alguien lo veía, era una familia, con dos niños pequeños, papá y mamá, el conejito asustado corrio y se escondio detras de un árbol, entonces, fue cuando la idea cruzó por su mente, bailo frente al carro, los niños reian, y mamá tomaba fotos, papá sacaba algo de comida para el valiente conejito, había encontrado la forma de hacer que las familias se entretivieran con él, salvandolos así de un choque.
Fue a casa, puso la alarma muy temprano, y decido fue a dormir. Al día siguiente, corrio rápido, escucho a lo lejos un automóvil, corrio y corrio hasta que lo alcanzo, hizo su baile frente a el, funciono, era una niña pequeña y un adolescente que al verlo quiso perseguirlo, el conejito cada vez más felíz ayudaba a las personas, corria y corria, sin importarle cuanto le pesaran las piernas, sus orejas caian de tanto mantenerlas arriba escuchando, sintio que había terminado por ese día, hasta que de pronto escucha un auto muy lejos, voltea y efectivamete, chocarian contra un tráiler, el conejito corrio pero cuando llego a bailar frente a el, el conductor no paro, el conejito corria rápido a su lado, más no encontraba la manera de hacerlo frenar, recordo las palabras de Dios "tal vez tengas que hacer cosas riesgosas" y lo sintio, desde lo más progundo de su pecho, no perdio tiempo y se abalanzó sobre el carro
El conductor freno rápido al sentir que había pizado algo, el conejito observo como lo miraba y pedia entre llantos perdón, también vio que el camión con el que chocaria se pasaba de largo, sintió que había cumplido con si deber, sintio que al fin podía descansar, cerro sus ojos y se quedo dormido.
Todos los animales supieron de su valentía, asistieron de todas partes a su funeral, había flores por todas partes, las tumbas se veían solas, el pasto crecia poco, pero la enrredadera se adheria a las lapidas como abrazandolos, un pequeño baúl estaba en centro de la gente, el conejito yacía ahí, su historia había sido contada por todos, en el momento en que llego la despedida, todos lloraban de solo recordarlo, pero desde el cielo, Dios y el conejito, los veían con una sonrisa.

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