Recién despertaba, la luz que provenía de la ventana hacia un gran trabajo para molestar, pero era agradable a la vez, una manera cálida de despertar, además eso me dejaba saber que hoy sería un buen día.
Y me sentía de un excelente humor, de solo recordar el día anterior y lo maravilloso que fue, pasando la con mis amigos y teniendo mucha atención de Akashi, fui muy feliz y recordando que Kuroko se había quedado por lo que podría pasar el día hablando con él. A pesar de haberlo conocido hace poco, me sentía muy cómodo con el husky, era tranquilo y mantenía buenas conversaciones. Era algo que solo podía hacer con Himuro antes.
Después de un rato, decidí a salir de la cama por fin, no quería despertar a Akashi, siendo este su día libre y el único en el que duerme más allá de las 9, ser un joven tan importante y con tantas responsabilidades es difícil muchas veces.
Antes de salir de la cama, me quede solo un poco mirando a Akashi, incluso al dormir era muy atractivo, desearía poder verlo todo el día. Algunas veces lo hacía, despertaba un poco antes y veía a Akashi dormir y lo despertaba antes que su alarma incluso sonara, lo hacía dando pequeños besos en su mejilla y empujándolo un poco. Podría sonar alocado, pero era como imaginarme siendo humano y despertarlo, como si su pareja fuera. Pero solo son eso, sueños, algún día Akashi tendrá que ser parte de la vida adulta, trabajar y conseguir una pareja real, una buena mujer con quien tener hijos. Sacudí mi cabeza, despejando mi cabeza, me conformare con solo verlo y aunque quisiera seguir viéndolo no puedo, es mejor dejarlo descansar, así puedo hablar un rato con Kuroko- kun.
Sali del cuarto y camine a la habitación continua, pues Kagami y Kuroko habían pasado la noche ahí, entre empujando un poco la puerta, era una suerte que hayan dejado la puerta entreabierta, una vez dentro:
—" ¿Kuroko-kun?" — Pregunte mientras trataba de ver donde se encontraba el pequeño husky, de repente en la cama de Kagami divise un pequeño bulto que se movía y avanzaba entre las cobijas, hasta que por fin una pequeña bola de pelos toda enmarañada salía a un lado del rostro del joven de cejas raras.
— "¿Sucede algo Furihata-kun?" — me pregunta para luego bostezar, tratando de despabilarse un poco.
— "Siento el venir a despertarte Kuroko-kun" — Dije algo apenado bajando la vista hasta el suelo.
— "No, no pasa nada, pero ¿Qué pasa? — me pregunta ya más despierto.
— "Oh bueno, no es nada solo quería ver si quieres caminar un rato y hablar" — dije sentándome en mi lugar, meneando la cola un poco emocionado y esperando su respuesta.
— "Por supuesto" — salió del costado de Kagami que este no despertaba, ni, aunque Kuroko le diera unos pequeños lengüetazos antes de bajar de un salto de la cama, solo sonrió y se removió un poco.Cuando se acercó, ambos salimos de la habitación y con tranquilidad caminamos por la casa, lo lleve hasta el jardín, era un día soleado y las flores bañaban el ambiente con su perfume, así en la tranquilidad del jardín hablamos de muchas cosas, para conocernos más, ya que insisto era poco el tiempo que conocía a Kuroko. Fue agradable y durante un rato incluso jugamos juntos.
Ambos estábamos acostados, con la panza hacia arriba, respirábamos algo cansados por correr y jugar, mirábamos el cielo, era un momento cómodo.
—" Kuroko-kun esta será una pregunta rara, pero... — me quede callado antes de continuar, me incorpore y me recosté de nuevo con la panza en el pasto.
— "No te preocupes Furihata-kun hazla" — de igual manera Kuroko se acomodó y me miro con algo de curiosidad en sus ojos.
— "Bu-bueno... pues ¿Qué es lo que... bueno tú sientes por Kagami-kun?" — pregunte algo tímido, no creo que estas fueran preguntas comunes entre mascotas y suponiendo que fuera humano estaría totalmente ruborizado.
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Mi pequeño Chihuahua
RomansaCosas raras pueden llegar a pasar en la vida de alguien, más específicamente, en la vida de 5 chicos y sus mascotas. ¿Te imaginas encontrar el amor en tu mascota? Pues Akashi Seijuro jamás lo pensó, pero hay sucesos que pasan sin avisar, el amor es...