Capítulo 4

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Del mismo modo, tampoco es recomendable buscar obsesivamente la sabiduría, el amor, la santidad, la erudición y el arte. Una persona que realice su búsqueda sólo en este sentido, se desequilibra.

Una semana después...

Juan se había restablecido, empezó a ir al gym, comía saludable, empezaba a pensar diferente, aunque todavía deseaba mirarla por última vez a los ojos.

El 25 de agosto, Juan junto a Alexa, fueron a un bar, allí conoció una chica tan increíble que era casi similar a Solange; pero el sabía que en el fondo ninguna chica podía provocar en él lo que hizo Solange con tan solo una mirada, una mirada donde emana el universo y la dulzura, para despejar la mente se sentó en la mesa  pidió un Whisky y le dijo al camarero que le lleve una botella de champagne a la chica que estaba en la mesa del fondo. Alexa mientras tanto estaba jugando billar; era una aficionada a este juego.

Juan no sé resistía a mirar a la chica y de pronto ella le brindó un guiño de ojos, él sin mucho rodeo fue y se paro frente a ella. -le pregunto-

~ Hola qué tal, crees que puedo acompañarte.

-ella muy complacida y con una sonrisa en el rostro contestó-

~ Claro, no hay ningún problema

~ Gracias, mucho gusto Juan Smith.

~ El gusto es mío Juan, soy Jessica Velázquez.

~ Y de dónde eres Jessica?

~ Soy de Colombia, pero vivo en el Bronx, y vos de dónde sos?

~ Eh bueno, se puede decir que yo soy DominicanYork.

~Jajaja, que gracioso eres. -sonrío ella al escuchar a Juan, luego preguntó- ¿¿Vives cerca Juan??

~ Si, a unas cuantas escuadras de aquí, soy dueño del edificio “White and Rose”, ¿Sabes cuál es?

~ Waooo, claro que se cual es, pero no jodas eres el dueño de “Ingeniers forevers” -dijo ella muy asombrada-

~ Si, ese mismo soy yo. -respondío él-

Luego de varios minutos de charla, Alexa -le dijo-

~ Juan me iré para la casa de este galán, porque aposté una partida y perdí, así que tengo que cumplir.

~ Como siempre de atrevida Alexa, cuidate mucho y cuando llegues me avisas...

~ Esta bien Juan, bye te quiero mucho.

Luego Alexa se acercó a la chica y -le  dijo al oído-

~ No seas pendeja, llévalo a tu casa.

Después le guiño el ojo y se marchó. Juan se quedó a solas con Jessica y -esta le pidió-

~ Juan qué tal si vamos a mi casa?, Este ambiente ya no está de nada.

~ Eh bueno, vamos a ver, no acostumbro a ir al Bronx

~ Que pasa no te gustaría ir a mi casa conmigo.

~ No, no es eso.

~ Y entonces??

~ Esta bien Jessica vamos para tu casa.

Cuando iban de camino en el coche lo estaba tocando en su entrepierna luego se sentó encima de Juan y empezó a besarlo por el cuello hasta hacerlo excitar, el bajo la velocidad, porque no dejaba de pensar en Solange. -y le dijo-

~ Que tal mejor si esperamos llegar a tu casa, así me concentro en manejar.

~ Esta bien discúlpame, es que me causas tantas ganas. Que desearía hacerlo ahora mismo.

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