Te Protegeré... (yuri)

Cap 27 ~ No Quiero Hacerte Daño..~

Narrador Omnisciente

La luz naranjada del atardecer iluminaba una habitación a través de los grandes ventanales que ésta poseía, bañando con ella la silueta de dos chicas una sobre la otra en una gran y suave cama, se observaban la una a la otra.

La que estaba arriba poseía un cabello dorado cual oro que estaba algo desordenado, amarrado en una coleta acompañado con un pallr de filosos y brillantes cuernos un poco más arriba de las orejas; unos ojos carmesíes brillantes como el fuego; se podían ver las puntas de unos colmillos puntiagudos saliendo de su boca como si de un vampiro se tratara; en su espalda yacían plegadas un par de alas grandes y negras como de un murciélago, y de su espalda baja salía una cola larga y gruesa llena de escamas de cocodrilo que se movía frenéticamente que para suerte de la mayor, la menor no podía verla.

La de abajo, tenía el cabello negro como la noche suelto y esparcido por la cama; su ojo derecho era de un color rojo profundo como la sangre misma, mientras que su ojo izquierdo tenía una especie de reloj antiguo dorado con números romanos, algo nada común en él era que las manecillas caminaban en reversa..

Solo se podía escuchar el TIC TAC de aquel reloj..

*TIC*

___: *Mirar a Kurumi*

*TAC*

Kurumi: *Mirar a ___*

*TIC*

Sus miradas se conectaban pero transmitían cosas distintas..

*TAC*

La mirada de ___ intentaba irradiar serenidad pero se podían ver fácilmente impaciencia y.. ¿Temor?

*TIC*

"¿¿Qué hago?? ¡¿Qué Hago?! Si no lo hago, la dejaría ir pero ¿con que cara la vería después de esto? Pero si lo hago ¡Ella Va A Odiarme! ¡¡Y Yo No Quiero Eso!!"

Pensaba la rubia..

*TAC*

Mientras que la mirada de la pelinegra "hacía" el intento de también parecer tranquila pero no podía ocultar fácilmente todo su nerviosismo..

*TIC*

"¿Qué puedo hacer ahora? ___-san me supera en fuerza, ya no tengo mis poderes y si de milagro logro soltarme... ¡¿Cómo demonios volvería a casa?!"

Pensaba la "ojibicolor"

*TAC*

El silencio era incómodo y la tensión sumamente evidente pero ninguna se atrevía a decir ni hacer nada..

___: *Moviendo mucho la cola* Kurumi.. Y-yo.. *Algo nerviosa*

Kurumi: ¿H-hai? *También nerviosa*

___: Y-yo..

Kurumi: Dime lo que tengas que decirme..

Al decir eso, la pelinegra con un semblante sereno tomo suavemente el rostro de su contraria entre sus manos, cosa que tensó rápidamente a la rubia..