II

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-es una niña.

-y mi esposa?-al hombre no parecía importarle la niña, sino su esposa.

-debido a su enfermedad..... el parto se complico y ella........falleció.......lo sentimos.

-........-sus ojos se llenaron de lagrimas y pronto cayo de rodillas.
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-sho? No quieres ver a tu hija es muy bonita-el avia estado encerrado en su cuarto día y noche desde que su esposa murió.

-no quiero verla.

-por que dices esas cosas?-el anciano trataba de hacercarse a su hijo pero el no se lo permitía.

-fue su culpa. Ella mato a mi esposa.

-sho! No vuelvas a decir algo como eso!. Tu sabes bien que ella estaba enferma, ella sabia bien el riesgo de tener a su hija. No es culpa de la niña!-enojado el anciano salio dejandolo solo.

El hombre no dijo nada, ni ese día ni el otro.

Ni cuando su hija cumplió su primer año, tampoco dijo nada los próximos 16 años.

Siempre tratándola tan indiferente.

Evitando toda clase de cariño que su hija quería darle.

Incluso la situacion empero cuando su padre murió debido a su edad.

Ahora quien haría de niñera para cuidar a su hija.

El no deseaba hacercarse a su hija, no después de ser la culpable de aber matado al amor de su vida.
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-papá mira mis notas, soy la primera de mi clase-la pelinegra animada y timida a la vez le mostró sus exámenes al hombre frente a ella.

- estoy muy ocupado, tendre que salír estos dias -dijo poniendo más atención a sus papeles que a su propia hija.

Después de todo tenía que ocuparse de manejar un hospital.

Esa era una buena excusa para no ver a su hija.
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-director-dijo la voz femenina que provenia de su secretaria.

-si?-el seguia con sus papeleos.

-vera en este momento su hij.......

-si esta aqui de nuevo, digale que se vaya, no tengo tiempo.-el sabia muy bien que su secretaria le avia tomado cariño a Mei y por esa razón tambien sabia el por que la cara de enojo con la que lo miraba.

-solo queria decirle que su hija esta enferma-parecia fria en sus palabras.

-es normal que las personas se enfermen. Encargate de ella te parese.-el hombre siguio con su papeleo.

RECUERDOS DE UN INVIERNO SIN MEMORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora