Siento como mis pies se mueven sin que yo se los ordene, y apenas soy consciente de la presión ligera en mi muñeca izquierda.
Mi cabeza sigue dando vueltas igual que un carrusel, y siento escalofríos repentinos subiéndome por la espalda baja. Es como estar viendo una película. No siento del todo mi cuerpo, pero al mismo tiempo soy consciente de no estar bien.
Mis pasos son torpes y lentos a pesar de la insistencia con la que Yoongi me jala detrás suyo, y es que apenas puedo bajar las escaleras con normalidad. Las piernas me tiemblan y no puedo hacer que paren.
Mi mente aún está totalmente confundida y en un estado muy parecido a la ebriedad. Se siente como si flotara en el limbo de la lucidez, y es que puedo jurar que en cualquier momento voy a desmayarme.
—¿Vas a decirme que mierda haces aquí? —hace mucho tiempo que no escuchaba su voz, o que no veía su rostro de piel pálida y ojos pequeños. Pero hace mucho más tiempo que no le veía así.
Yoongi parece estar a punto de explotar del enojo, y por un instante —tal vez demasiado efímero— el miedo vuelve a envolverme sin permiso. A pesar de esto, la emoción y la mezcla desconocida de sentimientos que me embriagan se encargan de eliminar aquella sensación, volviendo a hacerme sentir el cosquilleo en el estómago que tanto había extrañado.
No digo nada. Mi mente apenas puede tranquilizarse y las cuerdas vocales no parecer hacerme caso en este instante. El peso en mi garganta empieza a doler, y sé que es el llanto que tanto tiempo estuve guardando. Hace mucho que no lloro por él. Hace mucho que me prometí que no volvería a hacerlo, pero en este preciso instante sé que voy a romper mi promesa.
—Hyerim, por Dios... —vuelve a soltar, tomando uno de mis brazos con fuerza para acercarme a él de forma brusca, pegando nuestros cuerpos de forma obligatoria—. ¿Qué carajo haces aquí?
—Es que... —me detengo a mitad de la oración, asombrada de la voz que ha salido de mi boca. No parece ser la mía. Es demasiado aguda y rota. Sueno igual que una niña asustada y en el fondo sé que ahora mismo me veo como tal.
—Solo lárgate —es lo que me dice ahora, soltando mi brazo de manera tosca y retrocediendo un par de pasos repentinamente—. No debemos vernos.
La forma en que me mira es tan contradictoria que creo que podría quedarme aquí descifrándola mil años más. Sus ojos están llenos de enojo y una especie de asco que sólo logran lastimarme más de lo que ya estoy; pero en el fondo, tal vez muy en el fondo, distingo el mismo destello de cariño que tanto lo caracterizaba al verme.
No me muevo por mucho que mi mente me grite que debo empezar a correr ahora mismo. No puedo permitirme estar mucho tiempo con Yoongi si quiero después volver a seguir con mi vida tranquila y monótona. Y es en el fondo sé que eso no es lo que realmente quiero.
Sigo aquí, parada frente al hombre que hace un año me hizo más daño del que jamás creí que alguien podría hacerme y lo único que hizo fue irse, dejándome sola y aún perdidamente enamorada de él. Si yo para ese entonces ya estaba rota y confundida gracias a mi propia familia, después de que Yoongi desapareciera de mi vida terminé aún más hecha trizas.
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Back to me ;; SUGA, Jungkook - BTS
Fanfiction[Secuela de "Trust me ;; SUGA - BTS"] Pasado un año desde la última vez que vió a Yoongi, Hyerim cree tener su vida resuelta... pero realmente no es así. El vacío en su pecho continúa, los recuerdos del chico de ojos gatunos aún la atormentan y las...