[Secuela de "Trust me ;; SUGA - BTS"]
Pasado un año desde la última vez que vió a Yoongi, Hyerim cree tener su vida resuelta... pero realmente no es así.
El vacío en su pecho continúa, los recuerdos del chico de ojos gatunos aún la atormentan y las...
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He pasado los días increíblemente confundida.
Jungkook se trae algo entre manos, fue demasiado obvio la ultima vez que nos vimos y no pude pasarlo por alto así como así. Cree que puede ocultármelo, pero después de tanto tiempo conviviendo con él, he aprendido a leer todos y cada uno de sus movimientos.
Está ansioso. Apenas me habla, pero todo el tiempo qué pasa dentro de nuestro hogar tiene un ojo puesto en mi. Cada vez que me ve salir parece querer decirme algo, pero nunca logra convencerse a sí mismo.
Mis intentos de distraerme con los cursos de moda en línea y mis viajes continuos al súper mercado han fallado increíblemente, y es que el hecho de que Jungkook de un momento a otro haya decidido pasar casi todo el día esperando por mi dentro de lo que aún es nuestro hogar, solo logro ponerme cada vez más nerviosa. Es otro punto que empieza a delatarlo.
No tengo el valor de encararlo y simplemente preguntarle qué es lo que tanto le preocupa, y es que cada vez que estamos juntos en una misma habitación el ambiente se torna extraño de inmediato. Tampoco es que tenga la necesidad e hacerlo, sinceramente; supongo que me lo dirá en el momento que sea realmente necesario, y no quiero presionarlo de ninguna forma.
De todas maneras, falta apenas una semana para que nuestro proceso de divorcio termine, así que no en realidad casi no tenemos razones para hablar.
Acelero el paso lo más que puedo, riendo un poco al pensar en que realmente salí de casa solo para evitar pasar más tiempo bajo la mirada insistente de mi aún esposo. Es gracioso que durante un tiempo realmente consideré la idea de romper nuestro contrato y continuar con nuestra vida de casados. Justo ahora es lo que menos quiero.
Un bufido pequeño se me escapa en el momento en que siento las gotas de lluvia golpeándome el rostro con suavidad. Definitivamente esto no lo tenía en mis planes.
Aprieto los labios un poco, pensando en si debería tomar el autobús o solo caminar a casa como quería hacer originalmente. Sigo avanzando a pesar de todo, no es demasiado tarde, así que de todas formas puedo llegar antes de que anochezca.
Un poco de lluvia no es el fin del mundo. Me digo mientras me encargo de colocarme correctamente la capucha de la chaqueta que llevo encima.
Balanceo la bolsa entre mis manos con distracción. No pesa casi nada. Apenas son algunas latas de conserva y una caja de cereales que compré por puro capricho. Estoy malgastando el dinero, debo admitir.
No estoy segura de cuantas calles llevo de camino, cuando comienzo a sentir la inigualable incomodidad de estar siendo vigilada.
