[Secuela de "Trust me ;; SUGA - BTS"]
Pasado un año desde la última vez que vió a Yoongi, Hyerim cree tener su vida resuelta... pero realmente no es así.
El vacío en su pecho continúa, los recuerdos del chico de ojos gatunos aún la atormentan y las...
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No puedo evitar soltar una pequeña risa sarcástica en cuanto vuelvo a alzar el rostro.
¿Realmente cree que iré a hacerle caso después de todo en lo que me metí por su culpa?
Mis ojos se sienten pesados aún, y es que en realidad no hace más de media hora que desperté por completo. El dolor de cabeza se ha ido por completo, pero la molestia en mi tobillo no parece querer desaparecer pronto. Intento no preocuparme demasiado por eso, de todas formas no creo que vaya a salir de aquí muy pronto y eso lo sé aunque no quiera admitirlo.
Retengo un pequeño suspiro sarcástico, y es que lo único que puedo sentir ahora es molestia. Mantengo la espalda recta sobre el asiento a pesar de todo y aún tengo los brazos cruzados sobre mi pecho, totalmente decidida a no sentirme atemorizada ahora.
Un par de ojos sumamente conocidos me devuelven la mirada. La tensión entre ambos aumenta y por un instante debo obligarme a mi misma a no levantarme de aquí e irme para luego fingir que nada de esto acaba de pasar —aunque no podría hacerlo aunque quisiera—.
Le escucho bufar un poco, probablemente estresado al ver que no ha llegado a nada serio aún con todo esto.
—¿Qué te pasó en el tobillo? —su voz raspada resuena en el pequeño lugar en que nos encontramos.
No le respondo, aún manteniendo el ceño ligeramente fruncido y los labios apretados en desagrado.
—¿Dónde está Namjoon? —pregunto, ignorando su pregunta, y es que no tiene sentido contestarla—. Sabes quien es, así que dime donde está.
Él frunce el ceño con inquietud, y por un instante no comprendo su reacción ante el nombre del chico alto. Parece casi fastidiado de que le haya nombrado, así que algo me dice que lo conoce y no se llevan especialmente bien.
—Me gustaría saberlo también —su mueca parece acentuarse a medida que pasan los segundos y no puedo hacer más que preguntarme el por qué—. Si no hay noticias suyas es que algo va mal...
La preocupación me sube por la espalda, y es que siento que en eso tiene razón...
—Explícame qué le pasó a Jungkook —pido esta vez, intentando ignorar los pensamientos que se cuelan en mi mente. Mi voz suena lo suficientemente segura y eso me hace sentir bastante bien conmigo misma al ver que he logrado controlar mis emociones hasta ahora.
Le veo acomodar su postura en la silla con lentitud. Parece reacio a responder, lo que de inmediato me hace pensar que él definitivamente tiene algo que ver con lo que sea que le haya pasado a mi aun esposo.
—Digamos que... recibió un castigo por ser un chico malo —responde y no puedo pasar por alto la pequeña sonrisa que se asoma entre sus labios—. En realidad, fue más un descuido que otra cosa, pero se lo merecía de todas formas.
