The Purge (Doce Horas Para Sobrevivir) ~Malec~(TERMINADA)

Capitulo 3

Primera hora de la depuración.

-Bien-suspiró-ya escucharon-miró a sus hijos-sólo vayamos a comer.

Los tres se encaminaron de nuevo hacia el comedor y se sentaron en completo silencio. El aire estaba tenso, los tres presentes en esa casa estaban aterrados, nerviosos y alarmados.

Tan sólo constaban con una arma de fuego que su madre le pidió prestada a su mejor amiga y algunas cuantas balas. Cualquiera que quisiera matarlos podría hacerlo a su gusto. Después de todo vivían en un barrio de economía media, sería facil para culaquier loco de esos llegar y romper la puerta apunta de patadas. O facilmente rellenarlos de balas.

Magnus movía su pie de forma nerviosa, comiendo en silencio. Miraba hacia todos lados alertado, esperando que nadie se atreviera a entrar a su casa. Tragaba la comida lenta y pausadamente con el miedo en cada poro de su piel.

-Bien-habló su madre interrumpiendo el incomodo silencio-¿qué les parece si luego de comer cada uno se da un baño y vemos una película en la sala?-sonrió tratando de calmar a sus hijos-¿quieren?.

-Esta bien-le sonrió de vuelta Simon. De repente el ambiente no era tan malo.

Una vez todos comieron y se dieron una pequeña ducha, se sentaron en el sillon de la sala tomandose la mano. Colocaron una pelicula cualquiera y trataron de prestar atención a eso y no al silencio sepulcral en que se encontraba sumido su barrio.

Minutos después un estruendo se escucho por todo el lugar junto a un grito de agonia. Magnus se sujetó aún más fuerte a la mano de su madre y se abrazó a ella, buscando refugio.

-Tranquilos pequeños-susurró su madre besando sus cabellos-aquí esta mamá-eso les tranquilizaba un poco.

Pero la tranquilidad no les duró mucho cuando la puerta de la reja de su casa, fue abierta abruptamente y unos pasos desconocidos se acercaban a la puerta de la entrada.

-Batari -habló soltando una pequeña risa-¡tu amorcito está aquí!-gritó soltando una desagradable carcajada.

Batari palideció en su lugar mientras era ella quien se sujetaba a sus hijos. Escuchar aquella voz le erizó por completo los bellos, le heló hasta el más recondito de su ser.

Los tres se sobresaltaron al escuchar como la puerta era pateada de forma abrupta, haciendo temblar el techo. La mamá de ambos se levantó y tomó a sus hijos para correr hacia su habitación, sin hacer nada de ruido. Los golpes seguían contra la puerta cada vez más fuerte.

-Mamá...-susurró Simon respirando entrecortado.

-Shhh, tranquilo pequeño-habló su mamá mirando por una pequeña ranura en su puerta hacia la sala.

Magnus preocupado abrazó a su hermano y tomó la mano de su mamá buscando darle fuerzas a ambos. Esto se les estaba saliendo de las manos a todos.

A los segundos después se escucharon algunos balazos en la puerta y como esta era abierta de una sola patada, haciendo un estruendoso ruido por todo el lugar, poniendo la piel de gallina a los que se encontraban escondidos.

-Llegó Valentíne bebé-miro hacia todos lados-¡y por fin haré lo que siempre quize!-empezó a gritar-¡estoy cansado maldita sea, de que pases frente a mi casa y no poder hacer nada!-comenzó a caminar despacio por los lugares-¡de que me ignores como si fuera una basura!...pero hoy sera diferente-rió-¡hoy tendre lo que siempre quize maldita perra!.

La mamá de Magnus siguió mirando por la ranura hacia donde estaba Valentine caminando de un lado a otro con una escopeta en la mano y una cerveza en la otra. Llevaba una franela blanca sudada y sucia, un pantalón negro cualquiera y unos tennis gastados. La sonrisa en sus labios era tan asquerosa que las arcadas se le estaban subiendo por la garganta.

Magnus maldijo a todo el mundo al darse cuenta de que su arma estaba en la sala y no tenían con que defenderse.

-¿Dónde estas perra?-caminó esta vez hacia las habitaciones, asustando a los otros-sabes que te encontrare, vamos deja de jugar a el escondite-carcajeó-por que la unica que perdera seras tú-cuando estubo en el pasillo que daba a las habitaciones, miró las tres puertas y riendo-de tin-apunto hacia una puerta-marin-apunto a la otra-de dos-apunto a hacia la que apuntó primero-pingüe-esta vez apuntó hacia donde estaban escondidos.

Magnus abrió los ojos al escuchar como la cerradura de la puerta donde estaban escondidos era forzada y golpeada.

-¡Se que estan aquí!-gritó dando una patada-abran la maldita puerta-tomó la escopeta y dió varios balazos al pomo logrando rompera la cerradura.

Magnus tomó a su mamá y a su hermano y corrió tras la cama en un vago intento de esconderse.

-Te encontré-susurró con una sonrisa morbosa en sus labios-y veo que disfrutare el triple-miró a sus dos hijos y se relamió sus labios-ven aquí.

A paso rapido se acercó a Batari y la tomó del cuello, levantandola del piso. Magnus se levantó junto a su hermano y amenazaron con tirarse encima de Valentine cuando este los apuntó con la escopeta.

-Quietos ahí o les vuelo el cerebro-amenzó sin borrar su sonrisa. Miró el pefil de su madre y sonrió-seras toda mía preciosa-pasó su asquerosa lengua por toda la mejilla de Batari, asqueandole de sobremanera.

-Dejala en paz maldito desgraciado-gritó Magnus intentando caminar hacia su madre. Valentine viendose amenzado, le tiró un balazo en todo el hombro a Magnus. Batari gritó horrorizada y comenzó a forcejear.

El castaño retrocedió sacando un grito de dolor tirandose al suelo. Llevó su mano hacia su herida de la cual salía sangre a montones e hizo una mueca de dolor. Simon lo sostuvo entre sus brazos y lo miró preocupado.

-¿Magnus estas bien?.

-Si-habló apenas audible-demonios duele-se quejó tratando de detener el sangrado.

-Eres un maldito bastardo-le susurró Batari en un intento de apartarse.

-Les advertí-rió-usted-su platica se vió interrumpida tras unos pasos en la sala.

-¡Enano idiota!-gritó alguien en la sala-vinimos por ti-varias risas se hicieron presente-te lo advertí.

Magnus abrió sus ojos como plato al darse cuenta de quien era esa voz. Sabía que Jonathan planeaba algo y no era nada bueno.

-Malditos mocosos-murmuró Valentine molesto-ire a darles una lección-tiró a Batari al piso y salió de la habitación.

Batari de inmediato tomó a su dos hijos y los miró preocupada.

-Debemos salir de aquí niños, ahora-ordenó. Magnus como pudo se levantó y siguió a su madre hasta la ventana, viendo como esta la abría y los miraba de vuelta.

-Salgan- Simon trepó la ventana y saltó hasta el patio trasero.

Magnus con un poco más de dificultad se trepó hasta la ventana y se subió soltando quejidos de dolor. Saltó fuera de casa y suspiró tratando de calmar el dolor insoportable de su hombro. Segundos después su madre hizo lo mismo.

Los tres comenzaron a correr hacia el plan B que tenía su madre mientras suspiraban un poco más tranquilos, pensando que por fin estaban a salvo.

Que equibocados estaban...

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Hola mas vale tarde que nunca así que aquí el cap prometido espero que les guste 🖤

Maraton? 🤔