The Purge (Doce Horas Para Sobrevivir) ~Malec~(TERMINADA)

Capitulo 6

Cuarta hora de la depuración

-Ya estamos cerca-susurró Magnus recostado en una pared respirando entrecortado.

Llevaban 10 minutos corriendo, escondiendose y tratando de ser invisibles ante los locos que estaban depurando.

Magnus a este punto siemplemente había perdido la fé en la humanidad. Se había encontrado con tantas barbaridades en la calle que se sorprendía que aún no haya devolvido su comida de el asco.

Había visto como en un auto iban tres chicas en ropa interior amarradas con cadenas en la tapa del motor y como los que conducían el auto le arrojaban todo tipo de cosas al cuerpo, causandoles heridas y moretones que sangraban a mares. Ellas gritaban y pedían por ayuda pero como era obvio nadie las ayudaría.

Tambien había visto como un grupo de chicos gritaban alegres y eufóricos cuando una cabeza era cortado por su guillotina. Se veían tan felices y alegres que en serio pensó que en este mundo ya no habían almas buenas.

Pero entonces estaba el chico enmascarado, que aunque sabía que estaba afuera para depurar los había ayudado sin nada acambio. Le pareció aterrador al momento donde todos esos chicos con mascaras aterradoras se acercaban a ellos y los miraban fijamente, pero grande fue su sorpresa al ver que los habían ayudado a escapar y justo ahora tenían dos armas cargadas con que defenderse.

Magnus sin duda le agradecería al chico que le dió las armas por ayudarlos, claro si supiera quien fue.

-Un momento-habló Batari deteniendose.

-Todo el mundo se irá al infierno-hablaba una mujer gorda por altavoz parada en la azotea de un edificio con una escopeta en manos-¡este mundo esta maldito y nadie puede salvarnos!. No hay un Dios que los salve de esta noche.

-Caminemos en silencio-murmuró Batari vigilando que la loca que gritaba cosas no los vieran.

Cuando la tipa se estaba escuchando lejos los tres suspiraron algo más tranquilos.

Aunque eso no duro mucho pues Simon sin darse cuenta pisó una trampa y su pie fue apresado con un cable negro que lo arrastro hasta el comienzo de un callejon.

Magnus y Batari soltaron un grito de susto mezclado con sorpresa y corrieron hasta Simon.

-Mierda-susurró Magnus intentando quitarle la trampa del pies-tendre que disparar.

-¿Estas loco hermano?-pregunto Simon asustado-me mataras.

-No idiota es pa-no pudo terminar su oración cuando un francotirador les había lanzado un disparo.

-Cuidado-grito Batari tomando la escopeta y apuntando hacia el franco tirador y soltando dos disparos logrando matarlo al segundo-soy genial-murmuró para ella misma mirando el arma con emoción-¿Magnus como vas con eso?.

-Bien, cre-y de nuevo no pudo terminar su frase cuando dos tipos con machetes salieron del callejon directo hacia Magnus. Este asustado apunto hacia ellos y disparo logrando matarlos de inmediato-¿qué mierda?-murmuró sorprendido de su gran capacidad de disparar. Agitó su cabeza y regreso la vista a su hermano-bien solo no muevas el pie.

-Oh no si justo quería moverlo para que me atravezaras una bala-dijo con ironía, Magnus lo miró con una ceja alzada-no preguntes y hazlo.

Magnus bufó y apunto el arma en el agarradero que sostenía el cable de la trampa. Apuntó unas tres veces y logro safar a Simon de la trampa.

-Gracias Maggs-sonrio y abrazó a su hermano.

-Hey ¿para mi no hay?-dijo fingiendo estar triste.

Ambos hermanos se acercarom y se abrazaron a su mamá soltando un largo suspiro. Vaya noche de mierda que estaban pasando.

-Sigamos corriendo, nos falta muy poco-susurró Magnus intentando mantener el ambiente tan lindo que se había creado-pronto estaremos a salvo.

Quizas eso era una mentira. Una gran mentira.

《♡♡♡》

-Ya estan despertando-dijo Jace saltando emocionado.

-Hola muchachos-habló Alexander una vez los demás presentes abrieron los ojos.

Cuando los ojos de Jonathan se fueron abriendo poco a poco, un intenzo dolor se hizo presente en su cuello, justo donde le habían disparado el dardo tranquilizante. Se vió expuesto frente a cuatro tipos extraños que los miraban atravez de unas feas mascaras y por primera vez desde que comenzó a depurar tuvo miedo.

-¿Creen que es hora de divertirnos?-Alexander estaba muy emocionado al tener a aquellos chicos bajo su poder tan facilmente, ni siquiera tuvo que hacer el esfuerzo de rastrearlos-veremos cuanto agüante tienen-caminó hacia una mesa y tomó una pinza para regresarse de nuevo hacia los cinco expectantes que veían todo aterrados y en silencio. Sus miradas debiles y cristalizadas era sin duda el mejor regalo para Alexander -yo me encargare de Jonathan -sonrió al darse cuenta de la mirada sorprendida del mencionado al saber su nombre-teñido tu de Sebastián, Lorenzo tu de Key y tu negro de Rag y Merlion.

-Dos para mi, muchas gracias-soltó con un deje de burla.

-¿Quién diablos son ustedes?-preguntó Jonathan con voz baja y debil, temiendo por su vida.

Alexander caminó hasta Jonathan y se posiciono a su lado, le acarició un poco el cabello y se acerco a su oido.

-Vamos a jugar ¿te parece?-le preguntó ignorando la pregunta y pasando la pinza por sus mejillas-si gritas es un diente menos ¿qué tal?-rió.

Tomó una de las agujas que se utilizan para inyectar vacas y de un solo movimiento se la enterró en el brazo. Jonathan solo puso morderse el labio para no gritar y poder salvar sus blancos y preciados dientes.

-Una-dijo riendo-veamos cuantos puedes agüantar sin gritar.

Tomo dos agujas más y de nuevo las enterro de una sola muy cerca de la primera que había enterrado, consiguiendo que está vez si soltara un pequeño grito de dolor.

-Oh-abrió sus ojos-¿escuche bien?...gritaste-tomó las pinzas y la acerco a su boca-¿qué diente quieres perder primero?.

Sus hermanos veían la escena completamente complacidos, sabían la historia de esos chicos. Todo lo que le hicieron a Alexander y como lo trataban en la escuela, por lo que ni se inmutaban en sentir pena de ellos. De hecho no sentían pena por nadie.

-Bien dia "ah"-murmuró haciendo una mueca, como si hablara con un niño pequeño-supongo que no quieres cooperar-dijo haciendose el triste-da igual.

Tomó la mandibula de Jonathan con fuerza obligandolo a abrir la boca, agarró uno de esos artefactos de dentistas que mantenían la boca abierta y se lo metió en la boca a la fuerza, batallando un poco. Cuando la boca de Jonathan estubo completamente abierta, volvió a tomar las pinzas y se acerco a los dientes delanteros.

-Saquemos este-susurró tomando el diente entre la pinza-te va a doler un poquito-rió apretando y halando la mano alrededor de la pinza de manera rapida y con una fuerza bruta, logrando desprender el diente de las encias luego de unos segundo y que Jonathan soltara un desgarrador grito.

-Hijo de puta-susurró Jonathan sintiendo como la sangre comenzaba chorrear de su boca y las lagrimas bajar por su mejilla.

-¿Quieres saber quién es este hijo de puta?.

Alexander tomó la mascara entre sus manos y lentamente se la sacó de la cabeza dejando en evidencia su cara. Dejando en shock a los rehenes.

-Sorpresa-sonrió.

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Maratón 3/3