Especial Ragnor Y Rafa

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-Mueve el trasero Alexander o llegarás tarde-gritó Ragnor desde la puerta.

-Ya voy, no jodas tanto-murmuró de mala gana y bajó corriendo las escaleras hasta Ragnor.

-Más respeto, mocoso.

-Sí, sí, vamonos ya-el mayor rodó los ojos y ambos subieron al auto para ir al colegio del menor.

-La profesora de matemáticas te dirá que reprobé el último ejercicio porque me estaba copiando-bufó.

-¿Y te estabas copiando?.

-No, sólo me le quede mirando a Magnus como idiota porque se veía tan lindo concentrado y la vieja idiota creyó que le estaba viendo el ejercicio-el mayor rió como loco por varios segundos.

-Sólo tú eres tan idiota-suspiró-llegamos.

Ambos bajaron del auto entrando al colegio donde estudiaba el más joven, caminaron unos pasos, hasta cuando Alexander se escondió un poco detrás de Ragnor al ver como el grupito de Jonathan se encontraban riendo en una esquina.

-¿Quienes son ellos Alexander?-preguntó Ragnor al ver como estos se callaban y miraban a Alexander.

-Unos idiotas.

-¿Son ellos de quienes me habló Jace?

-Sí-levantó los hombros sin darle mucha importancia.

-Pobres ingenuos-susurró y se detuvo a unos pasos de ellos mirándolos aterradoramente. Jonathan y los otros carraspearon incomodos y algo asustados, se susuraron algo y caminaron a otro sitio-imbéciles-sonrió de lado y antes de girarse por completo para seguir caminando, un chico tropezó en seco contra su espalda. Ragnor no se movió ni un centimetro, pero sí escuchó como el contrario caía al suelo y tiraba algo al piso.

Se giró de forma rápida y miró al chico que había tirado al suelo.

Oh por Dios...¿Estaba soñando?.

Si era así no quería despertar.

El chico, era simplemente la cosa más hermosa que sus ojos han visto. Ojos medianos, con un precioso color avellana, nariz perfilada, pomulos algo pronunciados y unos singulares y apetecibles labios gruesos.

Tenía que tener a ese chico en sus brazos.

-Oye, te agradecería si hicieras algo más que mirarme como tarado-habló el chico y allí fue que despertó de su ensoñación.

-Oh si, perdoname-se agachó un poco y le tendió su mano, ayudó al chico a levantarse, demoró unos segundos sin soltar su mano y este al percatarse frunció el seño y la apartó con cuidado.

-Me debes un almuerzo, uvita-habló divertido refiriendose al color de su cabello, sonriendo un poco al ver como el chico lo veía embobado-me tiraste el que pensaba comerme. Debes regalarme otro almuerzo.

-Te regalo hasta el cielo si quieres...

...

¿Por qué ese chico tan tierno que conoció ese día debía ser este lunático?. Bien estaba dicho que las apariencias engañaban, jamás pensó que ese chico el cual le pareció interesante y lindo, llegara hasta este punto para ganar su atención.

Sin saber que Rafa ya se la había dado en el momento donde compartieron miradas...

-¡No!...¡ya déja-dejame!-¿era posible que le doliera tanto ser preparado?.

-Tranquilizate, princesa-suspiró y besó sus labios cortamente-si sigues moviendote tan bruscamente, te lastimaré más, quiero ser cuidadoso.

-Me vale tres rabanos que seas cuidadoso, no quiero esos dedos en mi...sacalos-rogó dejando que aquella lagrimita traicionera bajara por su mejilla. Intentaba portarse lo más valiente que podía, no llorando, insultado y llevandole la contra al chico que tenía encima suyo, esperando no sabe qué sinceramente. Bien el mayor puede pegarle un tiro allí mismo y callarlo de una buena vez, pero pacientemente, preparaba al chico para que su dotado amigo pudiera entrar.

-Ya hablamos de eso-dijo serio, con una pizca de tristeza-no me detendré, serás mío Rafa. Pensé que eso estaba más que obvio.

-¿Por qué a mi?-preguntó en un susurró cuando sintió los dedos de Ragnor salir de su entrada, prefirió soltar un jadeo a pensar en porque de repente sintió un vacio dentro. Estaba volviendose loco.

-Porque me pareciste la cosa más hermosa de todas-susurró de vuelta Ragnor mirándolo a los ojos, tratando de transmitirle aquel sincero sentimiento, un poco retorcido, pero al fin y al cabo eran sentimientos-porque desde que te vi no dejé de pensar en ningún momento en ti. Te pensaba cuando me levantaba, cuando dormía, cuando comía e incluso cuando me paj...bueno omitamos eso - Rafa no desviaba su mirada, por alguna extraña razón los ojos de Ragnor se le hacían llamativos y dulces, en ese momento no había pizca de maldad o oscuridad en esos profundos orbes-porque sentía que si no te tenía conmigo, mi vida no tendría sentido-al terminar de decir aquello, se inclinó y tomó entre sus dientes el labios inferior del menor -y perdoname por esto...-no quizo hacerlo, pero no podía controlarse más, entró de una sola estocada en Rafa enterrandose en lo más profundo de su ser.

Rafa soltó un adolorido grito y más lágrimas brotaron de sus ojos, sentía un dolor indescriptible en su trasero, como si le hubieran desgarrado algo. Se sentía dolído en ese momento.

-Lo siento-susurró Ragnor lamiendo las lágrimas que Rafa luchaba por detener y no verse débil frente al más alto.

Se tomó su tiempo de acariciar, besar, succionar y lamer el cuerpo de su chico para que este olvidara el dolor. Le dicaba palabras bonitas y tiernas al oído mientras acariciaba sus mejillas y lo miraba con adoración, con ojos de enamorado.

-Me moveré-susurró intentando no asustar a Rafa y que este se pusiera a moverse como loco de nuevo, intentando fallidamente soltarse de las sogas que rodeaban sus muñecas-tranquilo, iré suave.

Salió un poco volviendo a entrar lentamente, teniendo cuidado esta vez de no dañar más a su princesa.

-No lo disfruto-murmuró Rafa mordiendose el labio inferior con fuerza...quizás no era del todo cierta aquella oración.

-Lo sé-jadeó y empezó a aumetar el ritmo de las embestidas-y perdón, pero yo lo estoy disfrutando dema...¡mmh!...siado-gimió cuando Rafa en un intento de detenerlo o de sostenerse de algo, arañó la espalda del moreno.

Eso simplemente lo estaba llevando al límite.

-Mirame-susurró frente a su rostro mientras acariciaba con una mano su mejilla y con la otra sostenía firmemente su cintura-mirame por favor-rogó algo triste al ver que Rafa simplemente cerraba aún más sus ojos para no mirarlo-sólo quiero que me mires...

No tenía planeado seguirle el juego, pero algo en su voz hizo que su cerebro hiciese click y que sus ojos se abrieran lentamente, topandose con la mirada oscura y llena de deseo, también algo que pudo reconocer como de cariño y amor...sí, ahora sabía que Ragnor no sólo lo quería para ser su juguete. Entonces sintió algo raro en su estomago al ver su expresión de placer y lujuria...sintió deseo.

-Te amo.

Y el pobre corazón de Rafa se alteró, alterando también al portador.

Porque no estaba seguro de poder repudiar a Ragnor después de eso...

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The Purge (Doce Horas Para Sobrevivir) ~Malec~(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora