The Purge (Doce Horas Para Sobrevivir) ~Malec~(TERMINADA)

Capitulo 9

Septima hora de la depuración.

-¡Acelera el maldito auto, Jace!-gritó Alexander desesperado, la vida del amor de su vida estaba en peligro.

-Calmate Alexander, aún están las lucesitas encendidas, no estan muertos-intentó calmarlo Ragnor.

-¿Y eso qué?-suspiró frustrado-sabes donde estan, no duraran mucho.

Ninguno dijo nada y sólo se dedicaron a mirar hacia el camino deseando ir más rapido para salvar a sus chicos. Por que sí, los tres estaban locos por ellos, literal.

Cuando estuvieron en la esquina del edificio donde sabían estaban los chicos, bajaron del auto con armas en manos, las mascaras puestas y con las ganas de matar intactas.

Habían varios tipos enmascarados afuera del edificio cuidando de que nadie entrara. Pero poco duraron cuando cada uno fueron cayendo al piso por los tiros que daba Alexander, quien con su puntería perfecta, les daba en toda la cabeza, acabando con su vida de inmediato sin darles tiempo de siquiera voltear a ver quien había sido.

Siguieron caminando cuando varios tiros del aire los empezaron a atacar, Ragnor con su ojo del alcón encontró a los francotiradores y les disparo matándolos de inmediato.

Cuando ya se aseguraron de que no había ningún guardia cerca, caminaron dentro del edificio hallandolo completamente vacio, las mesas vacias y el lugar a oscuras. Siguieron caminando por entremedio de las mesas cuando fueron emboscados por esta vez, guardias de seguridad.

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-Eso fue bueno, hermano- alago Magnus a Simon al ver como este a punta de golpes mataba al tipo debajo de él.

-Para ser niños ricos son muy debiles-murmuró Simon levantandose.

-Supongo que ese era el último-tomó el arma del chico que acababan de matar y sus lentes.

-Lo fue, maldición que difícil fue esto. Aún me duele el golpe que me dió el señor en la boca.

-No te tuvo piedad-rieron-volvamos donde mamá. Hay que asegurarnos de que estan bien.

Cuando iban de vuelta hacia donde estaban los demás, un lugar llamó la atención de Magnus, girando su rostro hacia un espejo enorme donde estaba la anciana de hace rato y más expectadores. Sonrió de lado y disparó hacia el espejo sin llegar a romperlo pero si a asustar a la anciana y los demás que estaban dentro.

La anciana dentro del cuarto, al ver como esos dos chiquillos eran una amenaza luego de haber matado a todos los suyos, tomó el teléfono.

-Traigan refuerzos.

Ambos hermanos al llegar donde su mamá, fueron aplastados en los brazos de esta mientras escuchaban su agitada respiración.

-Niño hijo de...mi-su voz se oía quebrada-no saben el susto que me dieron.

-Estamos bien mamá, toma-le dio los lentes-pontelos así veras mejor.

-Tenga señora Elaine-dijo Simon dandole los lentes a la primera mencionada.

Justo en ese momento, las luces de todo el lugar se encendieron asustando y alarmando a los que estaban dentro. Varios hombre esta vez vestidos de blanco entraron al cuarto con armas en mano, dispuestos a matar a todo aquel que se cruzara en el camino.

Magnus se asustó y sostuvo su arma alerta de cualquier disparo. Se levantó sólo un poco para observar un monton de esos tipos entrando en la habitación, apuntando en su dirección.

-Estamos perdidos.

Justo después de decir aquella frase un disparo hizo presencia en su dirección apuntando justamente a la cabeza de Elaine, dejandola sin vida.

-¡Mamá!-gritó Andrew y Rafa a la vez sintiendo el dolor apoderarse de su corazón.

Batari aterrada, tomó a sus dos hijos y los abrazó creando una especie de refugio, intentando proteger a sus hijos.

Pronto, más balazos se hicieron presentes pero esta vez no sólo eran de los tipos de blanco. Si no de varios tipos de color entrando a la escena, soltando disparos en contra de los blancos.

-¿Estan bien?-preguntó uno de ellos.

-¿Te parece que estemos bien?-murmuró Andrew entre dientes con una mirada filosa.

-Sí, estúpida pregunta. Ahora deben salir de aquí-tomó el arma de uno de sus compañeros y se la entregó a Magnus -vayanse ahora, esto se pondra peor.

-Gracias-dijo Batari con una debil sonrisa, mientras tomaba la mano de sus hijos.

-Andrew, es hora de irnos- Magnus intentaba apartarlo de su madre.

-Sueltame, no me iré sin ella-entre más intentaban quitarlo más se aferraba a su madre.

-No seas idiota, jamás te dejare morir-tomó a Andrew del brazo y de un fuerte halón lo levantó con cuidado de no recibir una bala. Rafa fue más fácil de manipular, el menor se encontraba completamente en shock por lo que halarlo y guiarlo no fue problema.

Cuando salieron del lugar del tiroteo, corrieron fuera de este directo a lo que parecía el estacionamiento. Buscaron con la mirada un auto que los pudiera llevar, cuando la anciana de hace unos momentos venía en una camioneta negra.

Magnus con el arma que le dieron, apuntó hacia el auto y con una mirada fulminante los hizo detenerse.

-Abajo-ordenó apuntándolos-muevase anciana-abrió la puerta y sacó a la anciana mientras su acompañante hacía lo mismo-escucheme bien-la tomó del cabello y le apuntó la cabeza con el arma-si aprecia su vida más le vale no volver a hacer esto, y si la vuelvo a ver-disparó al aire, asustandola-no volvera a ver la luz del sol-la soltó-ahora ¡largo!-su acompañante la tomó del brazo y a pasos lentos, pero que parecían rapidos a su edad, salieron de su vista.

-Arriba - Batari se subió al piloto y puso el auto en marcha al ver que ya todos estaban arriba-salgamos de aquí-sonrió mirandolos por el retrovisor.

Magnus solto un suspiro de alivio y recargo su cabeza en la ventana cuando diviso la salida del estacionamiento, una sonrisa boba salió de sus labios y su pensamiento no fue otro que el de "por fin a salvo".

Pero las cosas no siempre salían como uno pensaba.

Cuando estaban por salir del estacionamiento, un auto a toda marcha venía en su dirección, sin intenciones de detenerse.

-¡Cuidado!-gritó Magnus al tiempo que su mamá giraba la vista hacia la derecha. Pocos segundos depués ya se encontraban dando vueltas en el aire hasta estrellarse contra una de las paredes del estacionamiento.

Batari aún con un poco de sentido, observó como los del carro bajaban y los apuntaban con un arma. Hasta que otro auto negro blindando se acercó a ellos y varios tipos con mascaras se acercaron. Los pudo reconocer, ellos los habían ayudado hace varias horas y ahora de un sólo disparo acababan con la vida de los otros. Se acercaron hasta el auto donde ella estaba y abrieron las puertas.

Desesperada intento moverse, pero su cuerpo estaba paralizado totalmente. Lo único que pudo lograr fue soltar debiles susurros y antes de caer rendida. Miró como se llevaban a sus hijos y sus amigos inconcientes hasta el auto y desaparecían de su vista.

-Magnus...

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Espero les guste alguna historia que me recomienden para leer? 🤔 Estaré leyendo comentarios 💜