Carta No. 2

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Odiado invasor:

Duele, ¿sabes?, ni siquiera te conozco, ni siquiera me conoces, en cambio provocas en mí algo que nadie, es patético, es estúpido, ¿cómo sientes tanto por un desconocido?, ¿es que estoy obsesionada?, ¿es qué ahora ya he perdido la cabeza?.

Te sueño en ocasiones, no me malinterpretes, nunca ha sido nada indecoroso, siempre pasa algo que no me permite acercarme a ti, detesto eso, ¿por qué te sueño sí no sé quién eres?.

No sé qué te fascina de la vida, no sé qué temes al dormir cada noche, no sé qué piensas de la muerte, no sé qué piensas de nada, no te conozco, ni tú a mí. Fue mi culpa, lo acepto, yo te rechacé primero, me asusté, ¿sabes?, no era una época fácil para mí, *inserta carcajada*, sigue sin serlo.

Mis amigas dicen que me miras, yo lo dudo, yo soy quién te mira, a quién a pesar de lo estúpido que suene, niega lo que es evidente, aunque, en serio, ¿me miras?, ¿me odias?, ¿o sientes que te acosan y sospechas de mí?.

Lo he intentado, olvidarte, detestarte y por más que trato no logro hacerlo, es desesperante, eres sólo un crush, o eso creo, eso debe ser, sé lo que es que te rompan el corazón y siento que tú lo harías de manera épica.

¿Por qué siento que compartimos una conexión?, loco, raro, sin sentido, lo sé, yo misma me pregunto que rayos conmigo, listo, lo he dicho, juzgame todo lo que quieras, necesito darte un cierre.

Así que al diablo, Buonarotti, así me siento en cuánto a ti, te guste o no, me guste o no, espero estos sentimientos mueran en algún momento, aunque conservo una mínima esperanza de que puedas corresponderlos.

Atte. Katy

Las Cartas que jamás escribí... ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora