-Bienvenido seas caballero dragón. Póngase cómodo en lo que esta lista la cena para presentarse al comedor principal, allí lo están esperando.Dijo un criado llamado Mileo, era de tez muy blanca y espalda encorvada junto con una cojera en el pie derecho. También tenía la cara desfigurada de en el lado izquierdo debido a una parálisis, todo esto lo hacía muy difícil de mirar, una criatura horrenda que no tenía casi ninguna habilidad.
-Gracias Mileo, eres muy amable, por favor tráeme una copa de vino.
-Enseguida mi señor. Dijo Mileo dirigiéndose a la puerta.
Yrian estaba muy agotado y sólo tenía en mente dormir, después del incidente en la Plaza de Kilos, no había tenido un buen descanso. Cuando salió de la ciudad, el dragón lo dirigió hacia el Sur, muy al sur del continente de Avantis. Llegó a un reino llamado la Tierra de Oscuridad Eterna. Un reino de malhechores, brujo, magos, criaturas oscuras y muy terroríficas y gente muy orgullosa, vanidosa y traicionera. Todos los reinos sabían que quien iba a este lugar tenía un propósito muy importante. Ningún extranjero se aventuraba por la ciudad a menos que no tuviera un guardia provisto por el rey o sus comandantes de alto rango. Estaba totalmente prohibido mirar a los ojos al Rey, si ésta orden se desobedecía, habría un castigo elegido por el comandante a cargo para maltratar un ojo y la extracción del otro ojo. Así las audiencias se daban con bastante serenidad y tranquilidad.
Después de unos minutos Yrian estaba adormilado y llegó Mileo con el vino y dos cuernos negros.
-Aquí tiene mi señor, vino y dos cuernos por si desea traer a una de las chicas que tenemos para que pase la noche.
-Gracias Mileo pero no, quizás en otra ocasión, mejor siéntate tú y brindemos. Dijo Yrian rascándose los ojos para poder enfocar la visión.
El vino era de un color azul, completamente diferente al de Kasahos, que sí era de color violeta.
-¿Esto es vino? – preguntó Yrian sorprendido.
- Sí mi señor, del más puro y especial que tenemos aquí.
-Cada día me sorprenden más. -dijo Yrian con una risa.
-Esta ciudad es una llena de sorpresas caballero dragón.
-Eso dicen Mileo, espero no toparme con ninguna negativa.
-Todo depende de sus acciones caballero dragón, aquí le va bien si sigue las reglas de estadía, sino, habrá problemas.
-Entiendo todo eso Mileo, en todos lugares hay reglas. Bueno brindemos de una vez, antes de que esta oportunidad se vaya.
-Brindo por el caballero dragón, dijo Mileo levantando el cuerno negro lleno de vino azul.
-Brindo por estar vivo. Dijo Yrian y también levantó el cuerno.
Ambos cuernos chocaron y comenzaron a beber, Yrian no soportó el sabor ácido que tenía el vino y lo escupió sin culpa en la cara de Mileo. Yrian dejó el cuerno en el suelo y fue a ayudar a Mileo que no podía ver porque la bebida le había caído en los ojos. Cogió un cubo de agua que había en el baño y se lo lanzó por la cabeza, mojando todos los trapos que tenía Mileo por ropa.
-Mucho mejor mi señor, ahora puedo ver.
-Lo siento mucho Mileo, debiste haberme avisado del sabor que tenía.
-No se preocupe, casi todos tienen la misma reacción, sólo que no me la escupen a la cara. Dijo Mileo con una risa que también contagió a Yrian.
-Alguien tocó la puerta- Mi señor Yrian, ya puede pasar al salón principal, la cena está servida.
-Suena divertido, ¿no crees Mileo?
-Sí señor, pero yo no podré acompañarlo, el guardia lo hará, yo como de las sobras que dejen los invitados. Dijo Mileo con la cabeza baja.
-Hablaré para que te saquen de la comida, ahora que aún está caliente.
-Usted es muy amable mi señor.
-Nos vemos luego Mileo.
Yrian salió de la habitación y el guardia lo estaba esperando afuera. Era un hombre alto y fuerte. Su uniforme era rojo con detalles negros. Tenía una forma de un fuego abrazador que daba vuelta en los brazos y piernas con un corazón en rubí en el centro del pecho. La lanza que portaba, tenía forma de fuego de dragón de color negro y en la punta, entre medio de las tres esquinas tenía un rubí en forma de ojo.
Acercándose al salón principal el guardia le dijo
-Ya llegamos mi señor, hasta aquí llega mi guardia, entre, haga todo lo que quiera, sólo no mire a la cara al Rey Maroz, nunca le ha gustado.
-Gracias por el consejo comandante.
-Se confunde con lo de comandante, sólo soy un mensajero.
-Posees un uniforme espléndido para ser un mensajero.
-El rey es muy bondadoso. Dijo el guardia con una sonrisa.
-Así parece ser. Bueno entraré, atento esta noche, se ve demasiado oscura.
>>Esto no me gusta, siempre me dijeron que ese uniforme era para la clase élite de soldados, algo no va bien. >> -pensó Yrian antes de entrar a la estancia.
Adentro, había una larga mesa ovalada que albergaba más de 30 sillas, solo la mitad estaba llena. Había un espacio vacío al lado del Rey Maroz, este siempre era ocupado por el Comandante de Defensa pero el Rey le ordenó dejar el espacio para Yrian.
La cena estaba servida y humeando, el menú de entrada era sopa de calamar con especias negras acompañado por el plato principal que era pescado rojo con pan y mantequilla. Yrian caminó por el lado de las sillas ocupadas dando reverencias y saludos. El Rey le indicó que se sentara a su lado, Yrian miró a todos los presentes y olvidó que no podía mirar a la cara al Rey, por suerte tenía una banda negra puesta en la cara y sólo se notaban sus ojos. Yrian sintió un escalofrío cuando vio sus ojos blancos, pálidos como una nube que le observaban de vuelta sin parpadear y sin darse cuenta, estaba sentado en la silla próxima al Rey y sólo recordaba haberse despedido del guardia de afuera. Se restregó los ojos y cuando pudo enfocar vio a Mileo frente a él, haciéndole señas. Intentó levantarse aturdido pero cayó al suelo, mareado y sin poder pararse, quedó acostado en el suelo paralizado.
El Rey llamó
-¡Guardias! –tenía una voz tan ronca que era muy difícil de oír, el comandante de defensa tuvo que ir a llamar al guardia que estaba afuera y cuando abrió la puerta, entró un viento muy frío que le erizó los huesos y lo vio con la garganta cortada acompañado por una piscina de sangre.
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El Hijo de La Profecía
AdventureEn el continente de Avantis existen 4 reinos, junto con la ciudad capital Kasahos. Se viven tiempos de paz y estabilidad pero la muerte y profecías cambiarán todo esto. Alianzas, redención, traición, ambición y amor darán riendas a este gran confli...