Eijirou corría y corría por la calle, buscando alguna pastelería abierta a las ocho de la noche un sábado ¿Por qué? Muy simple, era el cumpleaños de su madre, él y su tío tenían una sorpresa para ella, habían decorado la sala, llamado a sus amigos y familia y le habían comprado un lindo regalo, pero cuando recibieron la llamada de la Kirishima mayor como a las siete y cuarenta de la noche se dieron cuenta de que no habían comprado el pastel, y el pelirrojo se ofreció a traerlo
Porque es lo que un hombre hace.
Y regresamos a su pequeña maratón Kirishima estaba a punto de darse por vencido cunado vio una cafetería abierta, con suerte y tenían pasteles enteros.
Eijirou intento regular su respiración antes de entrar, cuando abrió la puerta el olor a café inundo sus fosas, además del calor del ambiente. Se acerco al mostrador intentado levantar los mechones que se habían desprendido de su peinado por el sudor de su frente mientras esperaba que lo atendieran.
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Cinco minutos, diez minutos y nada.
- ¿Hola? ¿Hay alguien? -Pregunto alzando la voz para que lo escucharan. Aun nadie, Kirishima comenzó a desesperarse, tal vez solo perdía su tiempo allá
- Esta cerrado -Dijo una voz tajante detrás de él, Kirishima se asustó y volteo rápidamente encontrándose con un chico rubio, ojos finos y rojos como los suyos y piel clara, no parecía mayor que él, pero su voz tenía un tono maduro y autoritario.
- Perdona, no sabía que trabajas aquí, ¿Podrías-
- Esta cerrado -Volvió a decir para luego pasar detrás del mostrador empujando a Eijirou.
- ¡Oye!
- ¿Qué no oíste? Dije que está cerrado escoria.
- ¡¿Quién cierra cuando las luces siguen prendidas?! -Kirishima tomo aire- Perdón ¿Ok?, no quería gritar es solo que enserio-
- ¿Por qué tendría que ayudarte?
- Es el cumpleaños de mi mamá y necesito un pastel.
- ¿No sabes como hacer uno? Joder, es lo más fácil del mundo.
- La verdad no, nunca se me dio bien hacer ese tipo de cosas -Eijirou se encogió de hombros- Pero estoy seguro de que tu si sabes cómo.
- Claro que se cómo hacerlos, no hubiera abierto una pastelería si no fuera así ¿No crees idiota?
- Sí supongo -Dijo riendo para acercarse más al mostrador y por ende al rubio- Eso significa que tienes uno guardado ¿No? -Pregunto sonriendo, acercándose más al otro.
El rubio levanto una ceja y aparto la cara de Kirishima con una de sus manos mientas apoyaba la otra en el mostrador.
- Esto no es un almacén pelomierda, y si lo tuviera no te lo daría, PORQUE ESTA CERRADO.
