El camino al castillo no tuvo mucho misterio, ni mucha charla, Eijiro removía intranquilo el listón blanco en su cuello que funcionaba a modo de corbata y Bakugou miraba a través de la ventana.
¿Porque aceptó ir con el pelirrojo? Todavía no había encontrado el motivo, tal vez el simple hecho de que sabía que ese chico no llegaría vivo al final del baile lo motivó a aceptar la propuesta del de traje azul el cual pasó de jugar con su ropa a desordenar mechones de su cabello.
- ¿Puedes dejar de hacer eso? Me pones nervioso, joder.
- Lo siento Blasty, es que nunca he bailado.
- Debes estar bromeando. Cualquier tonto humano sabe mover los pies.
- Pues yo -Eijirou apartó la mirada- no. Mi madre me enseño, pero fue hace mucho y creo que lo olvidé.
Con un movimiento de mano Bakugou les ordenó a los caballos que se detuvieran.
- Espera, me estás diciendo que querías ir a un BAILE sin saber BAILAR.
- Mmm... sí -Bakugou llevo sus manos a su cabeza y tiro de su cabello para evitar ahorcar a Kirishima.
- Creo que debí decírtelo antes.
- Sí, sí debiste imbécil.
- Pero tampoco iba a ir a bailar, solo quería ver cómo era y ya.
- Como sea, será divertido ver como eres el único idiota parado en toda la noche.
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Llegaron al palacio cruzando por un puente completamente hecho de mármol y siguieron por un camino de piedras perfectamente colocadas, hasta llegar a la puerta de este dónde había muchos otros carruajes estacionados.
Eijirou se quedó boquiabierto y Bakugou pues, miró sin muchas ganas los lujosos adornos de las paredes y la puerta, después de todo no era la primera vez que veía algo así.
En ese momento el mundo se detuvo, si no le tuviera tanto respeto a All Might en ese mismo instante iría a su mundo y presentaría su carta de renuncia después de haberle gritado todas sus verdades, y las que no lo eran.
- Joder Kirishima, no serás el único con un hada aquí.
- ¿¡Enserio!? ¿tus amigos estarán aquí?
- ¡No me lo recuerdes!, y no son mis amigos -Katsuki bajó del carruaje seguido de cerca por Eijirou, el rubio chasqueó los dedos para que los caballos encontraran un lugar donde estacionarse.
Y no, no le molestaba el hecho de estar rodeado de hadas esa noche, tampoco el que lo molestarán por haber acompañado al pelirrojo. Lo que en verdad lo cabreaba era que Deku también este ahí, como hada y mano derecha del príncipe Todoroki.
