El sol matutino entraba por la ventana entreabierta del dormitorio de un pequeño Bakugou el cual se removía por la luz, siempre había sido alguien de sueño ligero por lo que cosas como esas solían fastidiar su sueño. Pero, aunque parezca increíble eso no lo enojo, no del todo.
Salió de la cama, la tendió y se cambió, listo para ir a la primaria. Era un día especial, su cumpleaños. Y como es costumbre en su clase celebran los cumpleaños con un día haciendo sentir al cumpleañero como rey del universo, dedicándose todo el día a él.
Estaba de camino en el auto de su padre, moviendo las piernas, impaciente por llegar, cuando lo hizo bajo corriendo, arrastrando su mochila y abriendo la puerta de su salón de golpe, como siempre era uno de los primeros en llegar así que fue a su sitio y espero a que llegaran todos para comenzar con su día especial.
Cuando el salón se llenó ocurrió algo raro, la maestra siempre entraba antes de que suene el timbre, pero ella no aparecía y cuando lo hizo vino seguida de uno de los conserjes que traía una mesa y una silla y de un niño de cabello azabache que se escondía detrás de ella. Esta presento al niño nuevo como Kirishima Eijirou y todos automáticamente olvidaron su cumpleaños.
Pero no, joder, tendría su día especial o dejaría de llamarse Bakugou Katsuki.
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Al parecer tendría que cambiarse el nombre, nadie, en todo el puñetero día -a excepción de sus padres y Midoriya- lo habían felicitado por su cumpleaños y todo por la llegada de ese estúpido niño con su horrible cabello y su espantoso parche.- Hola -Hablando del rey de Roma, Kirishima se acercó a donde Bakugou estaba, abrazando sus piernas dentro de un arbusto.
- Yo... no sé cómo funcionan las cosas aquí, pero Midoriya me dijo que era tu cumpleaños y que por mi culpa lo olvidaron -El pelinegro hablaba entrecortadamente, se notaba la culpa en su voz- Por eso te traje esto -Kirishima saco de su bolsillo un ticket con el número 2340 en él y un dibujo de All Might al lado.
- Es para canjear una figura de acción de All Might, todavía puedes hacerlo -Eijirou le extendió el papel a Katsuki quien lo tomo de inmediato. Quería explotarle la cara, pero no era tonto como para desperdiciar una oportunidad así, por lo que se lo arrebato a Eijirou recibiendo una pequeña sonrisa por parte de este.
- Soy Kirishima -El pelinegro le extendió la mano a modo de saludo, no esperaba que el rubio tomara su mano, pero lo hizo.
- Bakugou.
- Feliz cumpleaños, Bakugou.
Y así los años pasaron y ambos entraron a secundarias distintas, claro, sin perder su vínculo de amistad, aunque Bakugou no quisiera admitirlo.
También hubo muchos cambios, pero el más notorio era el creciente ego del rubio y el torbellino mental del pelinegro, esto los llevo a su primera pelea.
Verán, Bakugou y Kirishima tenían un sistema, se turnaban para ir a la secundaria del otro y esperarlo para ir juntos al tranvía a veces acompañados de sus respectivos amigos, ese día le tocaba ir a Kirishima, normalmente estaría con una sonrisa dirigiéndose hacia donde estaba el rubio pero ese día sus esperanzas de volverse un héroe fueron machacadas, otra vez, y por nadie más que él mismo al no haber salvado a unas chicas de su escuela que se encontraban en problemas y haberse quedado helado viendo como Ashido Mina corría a rescatarlas.
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𝑻𝒊𝒓𝒂𝒎𝒊𝒔𝒖 𝒅𝒆 𝒇𝒓𝒆𝒔𝒂 || Kiribaku Week 2020
FanfictionFresas, galletas y un poco de café... ¿Se me esta olvidando algo? ¡Oh, sí! El amor que estos dos se tienen