Oh, las hadas, esos mágicos seres de diminuto tamaño, siempre vestidas con hojas que parecían ropa o finas telas siempre limpias, que se encargan de traer felicidad al mundo dejando un poco de polvo mágico a su paso con un toque de esperanza, haciéndonos creen que el mundo no es un lugar tan malo.
Pues no, ser hada es una completa cagada, para empezar el tamaño de estos promediaba entre 1.60 a 1.90 metros, además las finas telas eren reemplazadas por lo primero que encontraban en el armario -claro algunas hadas si se daban ese lujo- ya que el trabajo nunca acababa, soportando vientos despiadados, infernales desiertos ¿Y para qué? para encontrarte a un lobo de sexo dudoso... Ay no, esperen, eso no era.
En fin, ser un hada no era nada fácil, si bien era cierto que muchos estaban satisfechos con ver a sus protegidos realizar sus sueños a base de su ayuda, eso no aplicaba con Bakugou Katsuki cuya única motivación era ganarle a Deku -Un hada peliverde de rollizas mejillas pecosas, siempre sonriente- con el récord de más protegidos por mes en el que le llevaba ventaja.
Bueno, creo que ya lo entienden un poco, un trabajo que le disgusta, más su pésimo carácter y un récord perfecto de ayuda conformaban a esta hada gruñona de pelo rubio cenizo con finos ojos rojos, los cuales se abrieron asombrados al escuchar al hada en jefe, All Might, decirle que su siguiente protegido sería un humano.
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- ¿Me está jodiendo? ¿No? Debe ser una broma -Dijo todavía sin poder creérselo.
- No lo es, joven Bakugou, un humano necesita de tu ayuda.
- Con el mínimo respeto, esas escorias no merecen ayuda de nadie. Toman lo que encuentran y lo destruyen. Tienen el mundo a sus pies, además ¿Si quiera creen en nosotros? Creo que me iría mejor con un troll come hadas -Dijo cruzándose de brazos y elevando sus piernas para apoyarlas en el escritorio del rubio mayor.
- No todos los humanos son así, y creo que este en particular te agradara.
- Ni muerto iré al mundo humano -Katsuki se levantó dispuesto a salir por la puerta y desplegar sus alas para ir a su cabaña y dormir por al menos 5 000 años, una siesta corta.
- Que lástima, parece que Izuku se quedara con el humano y te superara ¿Tenías ventaja? ¿no? -Yagi sonrió victoriosos al ver como el cenizo se volteaba con cara de pocos amigos extendiendo su mano para que le diera la localización del humano.
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